Un plato de frijoles está en el centro de la polémica en México.
Al borde del llanto, Glenda Lagos, de 45 años, lamenta que su hija de 17 haya partido para unirse a la caravana de migrantes hondureños en ruta a Estados Unidos, huyendo del desempleo y la precariedad en un barrio plagado de pandilleros.
En la frontera entre Guatemala y México, una caravana de migrantes hondureños espera poder continuar su viaje hacia Estados Unidos.
La caravana de migrantes, en su mayoría hondureños, partió la madrugada de este sábado del poblado mexicano de Arriaga rumbo a Ciudad de México, mientras el gobierno de Enrique Peña Nieto reiteró su ofrecimiento de ayuda para convencerlos de no seguir hasta Estados Unidos.
"Cuarenta y cinco días es poco si uno ve hasta donde hemos llegado", dice triunfalista Delmer Rivera, un migrante hondureño flaco de 23 años que muestra orgulloso los callos que se hizo en campos de milpa hasta que tuvo que huir de su país por amenazas de muerte de las pandillas.
Autoridades de Guatemala detuvieron a 199 personas de Camerún, Etiopía, Ghana, Eritrea, Sri Lanka y Haití, en controles a la caravana de migrantes hondureños que viajan hacia Estados Unidos, informó este viernes una fuente oficial.