Seguro viste alguna vez una película de ninjas, completaste un sudoku en una revista, o comiste sushi, aunque puede ser que no te haya gustado.
Todos sabemos que la motivación, la constancia y el esfuerzo son fundamentales para el aprendizaje de un idioma. Pero el dominio de una lengua extranjera no es solo cuestión de adquirir una serie de normas y conocimientos.
Muchos de ustedes nos han preguntado por la "v", que se llama "uve" en algunos países y "v corta" en otros, y la "b", también conocida como "b alta" o "larga".
El lenguaje en sí mismo es bastante difícil de definir, ya que tiene, por ejemplo, expresiones transitorias que no dejan rastro, nunca es estacionario, cambia con el tiempo, es infinitamente flexible y casi mundialmente presente.
Si las lenguas malintencionadas supiesen del éxito evolutivo que supone el diseño biológico de una foca, quizás no lo utilizarían tan alegremente como arma (verbal) arrojadiza.