Las autoridades decomisaron indicios que ayuden a continuar con la investigación.
Las religiosas pertenecen a dos diferentes órdenes de Sicilia, Italia y fueron seleccionadas para viajar a África para predicar.
Las jóvenes que ingresaban a la orden religiosa eran sometidas a una manipulación mental y religiosa, para acosarlas y hacerlas sentir culpables.
Una publicación expuso que las monjas son explotadas en tareas domésticas y al servicio de los cardenales.
Es la primera vez que Francisco reconoce este tipo de abusos.
Un convento en Valtiberina, Italia, tendrá que cerrar sus puertas después de que la madre superiora sufriera una "crisis vocacional".