Las cifras de infantes guatemaltecos que viajan sin ninguna compañía a EE. UU. subió durante el actual año fiscal de aquel país.
Testimonios de niños migrantes recluidos en centros de Texas y Virginia sacan a luz las prácticas crueles que viven a mano de los cuidadores. Los drogan para mantenerlos bajo control, los golpean, los desnudan y casi los asfixian con bolsas en la cabeza.