Los franceses se impusieron en un partido igualado, en el que salieron con intensidad, presionando a un Betis que empezó sufriendo.
Su carrera también estuvo marcada por su grave lesión en la cabeza, en 2006. En un choque con un jugador del Reading, sufrió una fractura de cráneo. Operado, volvió cuatro meses después, portando desde entonces un casco negro, que se convirtió en su signo distintivo.
Este primer revés en casa de la temporada, deja al Rennes en la decimotercera plaza, con siete puntos.