Lo peor está por venir. La frase es de Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y fue pronunciada el pasado 29 de junio, seis meses después de que la OMS recibiera la primera notificación sobre la aparición de un nuevo virus que causaba neumonías atípicas en Wuhan (China). Seis meses que dejaban detrás más de 10 millones de casos confirmados, medio millón de muertos y tocadas las economías de prácticamente todos los países. Sólo una semana después, los casos confirmados han aumentado en más de un millón y los fallecidos suman 25 000 personas adicionales.
El gran peligro del coronavirus radica en la pérdida de control por su implacable transmisibilidad. Sobre todo por parte de las personas que no muestran síntomas respiratorios ni fiebre, por lo que no saben si están infectadas: los llamados transmisores “silenciosos”. Los síntomas gastrointestinales pueden jugar un papel fundamental para detener la propagación.
Ser vegano está de moda. Para muchos, adoptar una dieta basada solo en productos de origen vegetal representa una cierta filosofía vital en la que, además, se suelen incorporar otros planteamientos existenciales, como ser animalista o preocuparse por el cambio climático y la agricultura sostenible.
¿Cuántas contraseñas utiliza un usuario medio a lo largo del día? ¿50? ¿100? Y se supone que todas ellas tienen que ser diferentes, largas, suficientemente complejas, no estar relacionadas con su vida, etc.
Cuando la pandemia comenzó, las personas nos distribuimos a lo largo de un eje emocional que iba desde el extremo de las emociones negativas como el miedo hasta la subestimación de la probabilidad de contraer el virus. A esto último, los expertos lo llaman el sesgo optimista.
¿Por qué debe preocuparles el coronavirus, si ellos ya tienen su propio virus con el que luchan día a día? ¿Cómo pensar en distanciarse de aquellos con los que pueden reconocerse, autoafirmarse, vivir de manera “auténtica”? ¿Cómo eso se considera problema si justamente esa es su solución?