Exclusividad y seguridad, las apuestas de los hoteles de lujo en la nueva normalidad
El Hotel Punta Diamante, en Santander, explica cómo se han adaptado para recibir a los huéspedes y cómo se definirá en lujo en la era poscoronavirus.
El próximo primero de septiembre Colombia abrirá de nuevo sus carreteras y aeropuertos en un primer paso hacia la recuperación del turismo y la economía luego de cinco meses de cierre como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Desde ya hoteles y restaurantes se preparan para volver a recibir sus clientes, esto siempre que cumplan con las medidas de bioseguridad establecidas por el Gobierno Nacional para garantizar la no propagación del virus. El reto, han dicho expertos y miembros del sector, será seguir ofreciendo servicios de descanso y lujo aún con los nuevos protocolos de distanciamiento y seguridad. ¿Cómo lograrlo?
Forbes visitó el Hotel Punta Diamante, ubicado a las afueras de Bucaramanga, en Santander, considerado el hotel de lujo más relevante del oriente del país, que abrió sus puertas con un aforo reducido y solo el 25 % de sus empleados.
María Alejandra Castillo, gerente del hotel, explicó que además, dentro de las nuevas medidas, “se redujeron los aforos en restaurantes y zonas comunes y se cambiaron las experiencias masivas como los spas y piscinas por experiencias individuales del mismo nivel”.
El ojo está puesto en la exclusividad y la seguridad, dos aspectos que los viajeros están pidiendo como garantía para sus visitas, “la mayor preocupación de los turistas pasó a ser cómo relajarse sin que eso signifique estar expuestos al contagio”, indica Castillo.
Para dar respuesta a esas necesidades, de la mano con firmas expertas en bioseguridad y tomando mano de experiencias en otros países, Punta Diamante decidió implementar un estricto protocolo de limpieza en habitaciones y espacios compartidos. Las habitaciones, por ejemplo, pasan cinco días libres entre un huésped y otro, con el objetivo de garantizar que no habrá exposición de ningún tipo al virus. “También realizamos procesos de limpieza con ozono y luz ultravioleta, que permiten sanitizar a espacios que en un entorno preCovid jamás hubiéramos considerado”, agrega la gerente.
El uso de tapabocas se convirtió en requisito indispensable para clientes y empleados y se instalaron dispensadores de gel antibacterial a lo largo de las instalaciones. En cuanto al personal de servicio y administrativo, se ha privilegiado el uso de rutas de transporte exclusivas, con el fin de evitar el contacto en el transporte público.
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Personalización, el nuevo concepto del lujo
Para eliminar las aglomeraciones en los restaurantes y sitios de contacto, Punta Diamante creó el rol de ‘gestor de experiencias’, una persona dedicada 24 horas al día a programar las actividades que los huéspedes realizarán dentro y fuera del hotel para distribuir en franjas controladas el uso de esos espacios y mejorar la atención.
“Antes las personas solo bajaban y entraban al restaurante de su preferencia. Con las nuevas disposiciones lo que hacemos es enviarles la carta vía WhatsApp, tomar su pedido por ese medio, preparar su mesa de la forma que prefieran y en el horario que elijan y así sabemos cuántas personas tendremos en el restaurante al tiempo que ofrecemos un servicio aún más personalizado y cercano”, agrega la gerente.
Los espacios verdes y al aire libre se convirtieron en aliados principales de esta nueva normalidad. En ellos se han instalado extensiones de los restaurantes y espacios para hacer actividades que complementen la oferta al interior del lugar. Para el caso de Punta Diamante, los visitantes podrán acceder al club de golf de Ruitoque, condominio que aloja al hotel, y realizar clases personalizadas o caminatas por el exclusivo campo.
Finalmente, los servicios que antes eran atractivos, como las zonas húmedas y de relajación, se continuarán ofreciendo pero de manera privada y exclusiva. Este hotel recurrió a la adecuación de algunas de sus principales suites para instalar puestos de masaje, chocolaterapia, hidroterapia y otros servicios.
“Sabemos que la gente buscará formas de tener esas comodidades que ahora no podemos ofrecer igual que antes por motivos de bioseguridad. Lo que queremos es decirles que sí podrán tenerlas de forma exclusiva. En el caso de los spas, podemos decir que tenemos ahora suites con mini espacios de relajación adecuados para parejas o personas solas, con todo el mobiliario necesario para hacerlo y con el personal debidamente protegido con trajes antifluidos y demás protocolos”, explica María Alejandra Castillo.
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