La mujer, en aparente estado de ebriedad, no quiso usar mascarilla en vuelo que iba hacia Cancún y su escándalo en el avión se hizo viral.
Para Israa Seblani, el 5 de agosto sería el día más importante de su vida y todo apuntaba a que al final de la jornada iba a ser una mujer felizmente casada; sin embargo, la poderosa explosión que sacudió la ciudad de Beirut, capital de El Líbano, que ya deja 113 muertos y cerca de cuatro mil heridos, truncó su sueño.
El tráfico vehicular fue afectado durante varios minutos en el bulevar principal de la colonia San Ángel, zona 2 de la capital, debido a que desconocidos lanzaron dos cajas de cartón sobre la ruta.
Un sacerdote que oficiaba misa en una iglesia de Beirut quedó bajo los escombros del templo, el cual fue dañado por la explosión que se originó el miércoles último en la zona porteña de la capital del Líbano.
Edificios destruidos, manchas de sangre en un asfalto cubierto con vidrios rotos y un aire pesado a la respiración marcaban este miércoles 5 de agosto el camino hacia el desolador hueco que queda en el puerto de Beirut tras la explosión que el martes último dejó al menos 135 muertos y al Líbano sumido en el dolor y la indignación.