Con la confirmación en varios países que han registrado la variante del SARS-CoV-2 que ha causado estragos en Reino Unido, ha surgido también confusión respecto a los términos empleados para referirse a ella.
¿Es correcto decir que es una nueva cepa? ¿Una mutación es igual a una variante? ¿Qué es un linaje?
Antes de detallar a qué se refiere cada término, en primer lugar te recordamos que, como nos han explicado expertos, todos los virus mutan constantemente, a diferente ritmo y con diferentes repercusiones.
Sobre la variante B.1.1.7, reportada por Reino Unido en diciembre, han preocupado los reportes de que puede ser hasta 50% más contagiosa.
Sin embargo, hasta ahora no se tiene evidencia científica de que provoque más daño en los pacientes de COVID-19 o haga más letal al virus. Tampoco que pueda afectar la efectividad de las vacunas desarrolladas hasta ahora.
Conforme se dan los contagios, se van dando ‘errores’ en el copiado y entonces ocurren las mutaciones o cambios en el código genético de los virus, como el que provoca COVID-19.
Al realizar la secuenciación genética o análisis del virus, a partir de las muestras tomadas en diferentes regiones del mundo, es que los científicos identifican ciertas características por las que dichas mutaciones pueden agruparse en variantes o linajes.
Para el análisis se crean árboles filogenéticos, que son como árboles genealógicos en donde se expresan todos los parientes que se desprenden de virus como el SARS-CoV-2.
Cada una de las ramas que surgen directamente del SARS-CoV-2 son denominados linajes, a los que se les designa con una serie de números y una letra del abecedario, para identificarlos, considerando su orden de aparición y su composición genética.
El linaje B.1.1.7 tiene diferentes mutaciones en su genoma, hasta ahora unas 23, pero la principal es la que se desarrolla en la posición 501 de su código genético, donde el aminoácido asparagina (N) ha sido reemplazado por tirosina (Y).
La abreviatura de esta mutación es N501Y, que también es señalada en ocasiones como S: N501Y, para especificar que está en la proteína spike (o de pico) del virus.
Es correcto decir, entonces, que a México llegó la variante o linaje B.1.1.7.
Además de la variante del Reino Unido, científicos identificaron en Sudáfrica la variante 501Y.V2.
No queremos confundirte, pero un detalle es que tanto la variante de Reino Unido como la de Sudáfrica comparten una mutación, la de la posición 501.
En Estados Unidos, hasta ahora, han sido confirmados 72 casos de la variante B.1.1.7., según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Para entenderlo, podemos mencionarte de entrada que el SARS-CoV-2 es una de las diferentes cepas de los coronavirus.
Los dos tipos o cepas de coronavirus más conocidas hasta ahora son: el SARS-CoV-2 hallado en Wuhan, China, desde finales de 2019.
Y antes el SARS-CoV, que causa el síndrome respiratorio agudo severo o SARS. Entonces: se le llama cepa a cada uno de los nuevos tipos o especies de coronavirus.
Es impreciso decir que la variante registrada en Reino Unido ya sea una nueva, o mencionar que llegó una nueva cepa.
Para que eso ocurriera, el virus tendría que experimentar un cambio o una mutación drástica en su cadena genética, lo que no ha ocurrido hasta ahora.
De ahí que de momento se siga considerando que las vacunas desarrolladas hasta ahora son aún de utilidad para enfrentar el virus, y evitar más casos de muertes por COVID.
“Hay una cepa de coronavirus. Eso es Sars-Cov-2. Esa es la única cepa y hay variantes de esa cepa. Estas son variantes “, dijo sobre B.1.1.7. en diciembre al diario británico “The Independent” el profesor Tom Connor, de la Escuela de Biociencias de la Universidad de Cardiff.