Todavía se desconoce mucho sobre la covid-19 y el virus que la causa, el SARS-Cov-2, pero como han mostrado otras infecciones en el pasado, es muy probable que este coronavirus continúe transmitiéndose, incluso si contamos con una vacuna.
La pregunta entonces es si este virus será uno más de la larga lista de patógenos que causan en la población humana lo que se conoce como infecciones endémicas.
Estas son enfermedades que continúan presentes en una región geográfica o circulan rutinariamente en meses específicos del año.
No todos los virus que surgen se vuelven endémicos, y el covid-19 todavía no es uno de ellos.
Los científicos lo consideran actualmente un virus “epidémico”, porque continúa transmitiéndose rápidamente.
Entonces, ¿cuándo se considera que una infección es endémica?
“Un virus endémico es uno que forma parte del panorama, una enfermedad que recurrentemente, regularmente o continuamente se repite en un área”, le explica a BBC Mundo Jeffrey Shaman, profesor de ciencias de salud ambiental de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia, en Nueva York.
“Por ejemplo, la malaria es una infección endémica en África subsahariana, el virus de Nilo occidental es endémico en Estados Unidos, el dengue es endémico en gran parte de Centro y Sudamérica”.
“Y también se considera que la influenza, que tiene una naturaleza altamente estacional, es endémica porque no hemos logrado controlarla“.
El profesor Shaman acaba de publicar un estudio en la revista Science en el que explora el potencial del SARS-Cov-2 de volverse endémico.
Y en este identifica los factores cruciales que hacen que un patógeno se establezca en una población.
“El principal factor que tiene un impacto en la endemicidad es cuánto dura la inmunidad de una persona infectada y si esta persona es susceptible a una reinfección debido a la disminución de la inmunidad”, explica el investigador.
“Todavía no se sabe con certeza cuánto dura la inmunidad de este coronavirus, pero basados en los coronavirus que ya existen y que infectan a la población regularmente, como los coronavirus que causan resfriado, sabemos que la gente se contagia con estos virus una y otra vez”.
En efecto, estudios previos han demostrado que una persona puede contagiarse con un mismo coronavirus hasta tres veces en el espacio de un año.
Con el nuevo coronavirus, aunque se han documentado algunos casos de reinfección, todavía no se sabe con certeza cuán comunes son las estas reinfecciones y en qué periodo ocurren.
Y esta es una de las características que deberán determinarse para saber si el coronavirus tendrá la capacidad de volverse endémico.
Pero hay otros factores que también tendrán un impacto en el potencial de endemicidad del SARS-Cov-2.
Uno de ellos es la vacuna: ¿contaremos con una vacuna realmente efectiva que ofrezca una protección a la gente durante largos períodos?
“Si logramos desarrollar una vacuna que genere una respuesta robusta y persistente lograremos evitar que la gente se contagie y por lo tanto evitaremos que virus se vuelva endémico”, le explica a BBC Mundo Jeffrey Shaman.
“Esto podría ser algo similar que lo que ocurre con la vacuna de sarampión. El sarampión es una enfermedad sumamente contagiosa, pero la vacuna es muy efectiva y ha logrado reducir la cantidad de contagios”.
“Tenemos brotes en comunidades y el virus del sarampión sigue latente pero no tiene la capacidad de transmisión sostenida y no es un virus endémico”.
Pero también, explica el investigador, podría ocurrir otro escenario en el cual contamos con una vacuna que es sólo parcialmente efectiva.
Un ejemplo de esto son las vacunas de influenza que existen actualmente. Estas ofrecen una protección parcial contra el virus y deben actualizarse cada año.
Además, debido a que no toda la gente es vacunada todavía existe suficiente susceptibilidad en la población y el virus de la influenza continúa transmitiéndose.
Algo que se ha visto en la pandemia del coronavirus es la forma en la que ciertas áreas en algunos países y ciertos países en algunas regiones del mundo están teniendo muchos problemas para reducir los niveles de la infección.
Se trata, en muchos de estos casos, de áreas o regiones que combinan altos niveles de pobreza, hacinamiento, informalidad laboral y poco acceso a los sistemas de salud.
Un estudio realizado por la Oficina de Salud Pública de Inglaterra, que se filtró a los medios, encontró que en algunas de las comunidades más desfavorecidas del norte de este país, donde los confinamientos han tenido poco impacto para reducir las infecciones, el virus de la covid-19 “podría estar ahora firmemente establecido” y “podría ser endémico”.
Lo mismo podría estar ocurriendo en algunas regiones de América Latina donde se ha visto un vínculo entre las concentraciones más altas de covid-19 y los mayores niveles de pobreza, hacinamiento e informalidad laboral.
¿Podría esto conducir a la posibilidad de que veamos en el futuro “regiones endémicas” de covid-19, como ocurre actualmente con infecciones como la malaria y el VIH que son endémicas en partes de África, o el dengue, que es endémico en América Latina?
“La respuesta es sí”, afirma el investigador de la Universidad de Columbia. “Y esto es una preocupación enorme en ciertas partes del mundo en desarrollo“.
“Pero también es muy claro que este virus ha hecho emerger las desigualdades en salud que existen en las sociedades del mundo desarrollado, donde hemos visto como el virus ha impactado de forma desproporcionada a las comunidades más pobres y a minorías, como en Estados Unidos”, agrega.
Todas estas desigualdades, señala el investigador, van a ser un enorme desafío para poder reducir los niveles de la infección.
Y esto tendrá un impacto en la capacidad del virus para volverse endémico.
Entonces, si el SARS-Cov-2 se vuelve endémico, ¿se podrá manejar la infección, por ejemplo, como se hace ahora con la influenza?
“Esa es una posibilidad, pero todavía tenemos muchas incertidumbres, como la cuestión de la inmunidad y las reinfecciones y el hecho de si las reinfecciones serán cada vez menos severas”, asegura Jeffrey Shaman.
Quizás veremos lo que ocurrió con la pandemia de influenza de 1918, donde hubo tres olas de infección hasta que la enfermedad se convirtió en una variante de la influenza estacional.
Pero también se podría ver un escenario como el que está ocurriendo con el dengue, un virus con el que se están viendo infecciones más severas con cada reinfección.
Todavía hay muchas preguntas que responder sobre este coronavirus.
Por ahora la única certeza es que el virus seguirá circulando y, tal como señala el profesor Jeffrey Shaman, es probable que el SARS-Cov-2 se establezca en un patrón de endemicidad.
“Hay muchas posibilidades pero la erradicación es muy poco probable”, asegura el investigador.
“Lo que esperamos es lograr niveles de la infección que sean controlables y que el virus se vuelva cada vez menos severo, para lograr un equilibrio en el que la endemicidad de este patógeno no sea tan mala para la mayoría de la gente”, asegura el investigador.
“Ese sería el tipo de estabilidad que nos permitiría vivir con este virus y, a la vez, volver a algún tipo de normalidad”.