La idea de encontrar a tu alma gemela puede ser un bálsamo después de una mala cita, o crear un sentido de estructura y narrativa para tu propia historia de amor.
La fascinación por la idea de la “persona perfecta” se extiende en el tiempo y las culturas. ¿Por qué hay quien sigue creyendo en que se puede encontrar a la pareja ideal?
Hannah Miller dice que siempre ha creído en las almas gemelas.
Recuerda que cuando era niña escuchó que los caballitos de mar tienen una sola pareja para toda la vida. La idea de que también pudiera haber una sola persona para ella, le encantó.
Cuando tenía 10 años, le presentaron a Sam, un amigo de su hermana, en una salida grupal a un parque temático.
Lo recuerda agarrándole la mano en las atracciones más aterradoras, mientras su hermana se burlaba de ella diciéndole que se iban a casar.
“Me da un poco de vergüenza, pero me enamoré perdidamente ese día“, dice Miller, quien tiene 45 años y vive en Reino Unido.
“El lunes siguiente, en el autobús escolar, les conté a todos mis amigos sobre aquel niño, mayor que yo, que me tomó de la mano”.
No volvió a cruzarse con ese chico hasta que tenía 18 años. Pero, a partir de ahí, las cosas fluyeron rápido.
Semanas más tarde, Sam le dijo a Hannah que se estaba enamorando y, antes de que ella cumpliera los 20, se casaron.
“Sentí que nos comprometimos rápido. Pero estábamos destinados a estar juntos, así que, ¿para qué esperar?“, señala.
“Sabíamos que no había razón para no casarnos, porque éramos almas gemelas”.
Una cantidad asombrosa de gente cree en las almas gemelas, según una encuesta de 2021 hecha entre estadounidenses. Pero es una idea que también está presente en otras culturas.
Hay muchas razones por las que la gente tiene la esperanza de que su persona ideal está en algún lugar.
De hecho, en los últimos 50 años, la popularidad de la idea no ha hecho más que aumentar.
Los expertos indican que la creencia en las almas gemelas está profundamente arraigada en nuestras circunstancias personales y nuestra psicología, pero es posible que aquellos que se creen predestinados a encontrarla estén condenando sus relaciones desde el principio.
El filósofo griego Platón escribió que los humanos alguna vez tuvieron cuatro brazos, cuatro piernas y dos caras.
Explicó que Zeus nos partió por la mitad como castigo por nuestro orgullo y que estábamos destinados a caminar por la Tierra en busca de nuestra otra mitad.
Nuestra comprensión del amor y las relaciones puede haber evolucionado desde el año 385 a. C., cuando Platón escribió Simposio, pero la idea de tener “otra mitad” todavía existe para muchos y ha perdurado en numerosas culturas a lo largo de la historia.
Algunas tradiciones hindúes sostienen la idea de que las personas tienen una conexión kármica con ciertas almas. Y en yiddish existe un término para denominar al compañero de matrimonio ideal o predestinado; se le llama bashert, que se traduce vagamente como destino.
El poeta persa del siglo XIII y erudito islámico Rumi planteó la idea de que no es que los amantes se encuentran finalmente, sino que de alguna manera están el uno en el otro todo el tiempo.
Y desde Romeo y Julieta hasta Heathcliff y Cathy, la literatura occidental está repleta de ejemplos de amantes que estaban destinados a estar juntos.
Pero aunque el concepto de alma gemela puede haber existido durante miles de años, el término real probablemente solo se introdujo en el siglo XIX.
El primer registro que se tiene de su uso se remonta a 1822. El poeta Samuel Taylor Coleridge escribió en una carta: “Para ser feliz en la vida de casado… debes tener un alma gemela”.
La vida amorosa de Coleridge fue infeliz: se casó principalmente por las presiones sociales de la época y pasó la mayor parte de la unión lejos de su esposa, antes de que finalmente se separaran para siempre.
Sin embargo, a pesar de la incapacidad de Coleridge para encontrar un alma gemela verdadera, la idea persistió y se disparó en popularidad, especialmente en las últimas décadas.
Brad Wilcox, profesor de sociología y director del Proyecto Nacional de Matrimonio de la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, ha observado que la idea de las almas gemelas empezó a volverse más atractiva en la década de 1970.
Entonces surgió lo que él llama la “década del yo” y una cultura del individualismo cambió nuestro enfoque de las relaciones, dice.
“Ahora es más probable que las personas busquen relaciones que las hagan felices y las hagan sentirse realizadas”, indica.
“También la ha facilitado la prosperidad sin precedentes en Occidente, que hizo que las personas dependieran menos del matrimonio para sobrevivir económicamente.
“Hubo un cambio de enfoque, de un matrimonio pragmático a uno más expresivo, de alma gemela, donde las expectativas de las personas son más psicológicas y menos materiales”.
Hay muchas razones para ser escéptico frente a la idea de que hay alguien perfecto predestinado para ti.
Después de todo, gran parte de la gente encuentra pareja sin ir demasiado lejos a buscar.
Por ejemplo, la mayoría de los estadounidenses se casan con alguien del mismo estado en el que viven y un 43% lo hace con alguien con quien fue a la secundaria o a la universidad.
En un planeta de casi 8.000 millones de personas, es una gran coincidencia que las almas gemelas de tantas personas hayan estado en el salón de al lado.
Sin embargo, la idea de un alma gemela sigue persistiendo en numerosas sociedades y épocas: ¿qué tiene el concepto de “la persona perfecta” para que la gente la siga encontrando tan irresistible?
Bradley Onishi, profesor asociado de religión en Skidmore College, en Estados Unidos, ha utilizado su experiencia y conocimiento de la historia de las ideas para tratar de comprender la naturaleza que perpetúa la mitología del alma gemela.
Cree que hay algo innato en nuestro deseo de creer en él.
“El mito del alma gemela promete la realización”, indica Onishi.
“Nos dice que el aislamiento y la soledad que tan a menudo son parte de la experiencia humana son sólo temporales, que algún día habrá un ‘y vivieron felices para siempre’ en el que estaremos unidos a una persona que nos comprenda a todos los niveles, nos proteja de cualquier daño y dé sentido a nuestra vida”.
El experto señala que, para muchos de nosotros, creer en un alma gemela es una forma de construir una narrativa cohesiva a partir de la experiencia a menudo caótica e impredecible que representa buscar el amor.
“El mito del alma gemela es realmente bueno para agarrar todas las primeras citas malas, las rupturas, las esperanzas frustradas y las decepciones e incluirlas en una historia que diga: ‘Algún día todo esto encajará’“, indica.
Esto es particularmente cierto cuando abordamos las citas modernas, quizás explicando cómo la idea del alma gemela ha evolucionado con el tiempo.
En los últimos años, el término “llama gemela” ha ganado popularidad. Se trata de una forma más espiritual de entender la idea de que podría haber alguien con quien simplemente se supone que debes estar.
“Vivimos en una época de abrumadora incertidumbre política, ambiental y social”, explica Onishi. “El mito del alma gemela promete que en medio del panorama vertiginoso y, a menudo, confuso de las aplicaciones de citas, existe una coincidencia que le dará sentido a todo. Promete un ancla para la vida moderna que muchos encuentran atractiva”.
Sin embargo, en la práctica, buscar un alma gemela puede no ser el mejor enfoque.
“Los matrimonios entre almas gemelas son más frágiles porque los sentimientos fluctúan”, dice Wilcox. “Tener un enfoque menos basado en el alma gemela está vinculado a una mayor estabilidad”.
La investigación sobre cientos de relaciones ha demostrado que tener la expectativa de encontrar un alma gemela en realidad conduce a patrones de comportamiento disfuncionales e incluso te hace más propenso a romper con tu pareja.
Esto se debe a que las personas que creen en las almas gemelas tienden a tener lo que se conoce como una mentalidad de “destino”.
Dado que están esperando a la persona perfecta, es más probable que duden de su relación o vean un contratiempo en el camino como un factor decisivo: tal vez, después de todo, esta no era la persona.
Por otro lado, los escépticos del alma gemela tienden a tener una mentalidad de “crecimiento”. Creen que las relaciones requieren trabajo y compromiso, y están motivados para encontrar soluciones a los problemas.
“La expectativa de que algo será instantánea y eternamente perfecto solo conduce a la decepción y el resentimiento, porque esto simplemente no es realista”, dice Ruth Micallef, consejera registrada en la Asociación Británica de Asesoramiento y Psicoterapia y que trabaja con muchos pacientes que experimentan problemas en sus relaciones.
“Algunas de las relaciones más exitosas son parejas que han pasado años apoyándose mutuamente a través de todos los cambios personales por los que están pasando, y nunca esperan que el otro sea ‘perfecto’ o que sea su ‘todo'”.
La idea de encontrar a tu alma gemela puede ser un bálsamo después de una mala cita, o crear un sentido de estructura y narrativa para tu propia historia de amor.
Pero, en última instancia, creer que has encontrado a tu alma gemela puede no ser algo bueno, y los expertos dicen que ciertamente no deberías preocuparte en buscar una.
“Ninguno de nosotros es perfecto, ni tú ni tu futura pareja”, dice Wilcox.
“Entonces, concéntrate en lo no negociable: las virtudes que sustentarán un buen matrimonio, los valores compartidos y algunos intereses comunes. Pero no esperes marcar todas las casillas con un futuro cónyuge, a menos que desees ser soltero o soltera permanente”.
Sin embargo, a algunos parece que les funciona creer en el alma gemela. Hannah lleva 23 años casada con Sam y tienen tres hijos.
“Bien podría ser lo que más me enorgullece”, dice sobre su relación. “Gran parte de la vida es incierta, pero puedo decir con confianza que hemos crecido juntos y seguiremos envejeciendo juntos, almas gemelas para siempre”.