El Pentágono estadounidense confirmó los ataques y los definió como una operación "compleja" y un ataque "atroz".
Decenas de personas, entre ellas mujeres y niños, murieron este jueves en un ataque suicida con explosivos en las afueras del aeropuerto Hamid Karzai de Kabul.
También se reportaron tiroteos y otra explosión en un hotel cercano al aeropuerto.
“El Emirato Islámico condena de forma contundente los ataques que tienen como objetivo a civiles en el aeropuerto de Kabul”, dijo en un tuit Zabihullah Mujahid, portavoz del Talibán, que ya controla el país pero no el aeropuerto, aún bajo el mando de Estados Unidos durante la desesperada misión de evacuación de los últimos días.
Las explosiones “tuvieron lugar en un área en la que las fuerzas de Estados Unidos son responsables de la seguridad”, precisó Mujahid.
El Pentágono estadounidense confirmó los ataques y los definió como una operación “compleja” y un ataque “atroz”.
El general estadounidense Kenneth McKenzie dijo que Estados Unidos estaba coordinando con el Talibán y “haciendo todo lo posible para estar preparados para estos ataques”.
El alto mando militar atribuyó el atentado a un grupo de Estado Islámico (EI), grupo islamista radical que es rival también del Talibán.
“La amenaza de Estado Islámico es completamente real. Sabemos que estos ataques van a continuar”, agregó antes de decir que Estados Unidos “irá por los responsables”.
Corresponsales de la BBC indicaron que los atentados ocurrieron cerca de la puerta Abbey, que es resguardada por fuerzas estadounidenses y británicas.
“Podemos confirmar que la explosión en esa puerta fue el resultado de un ataque complejo que provocó víctimas de civiles y de soldados estadounidenses”, dijo el portavoz del Pentágono, John Kirby, que confirmó luego que entre los fallecidos hay 12 militares. Otros 15 están heridos. Son las primeras víctimas estadounidenses desde febrero de 2020.
“También podemos confirmar al menos otra explosión cerca o en el mismo Hotel Baron, a poca distancia de la puerta Abbey”, agregó Kirby.
Miles de personas se han agolpado en los últimos días cerca del aeropuerto buscando salir del país antes del 31 de agosto, fecha en la que vence el plazo de retirada definitiva de tropas de Estados Unidos tras 20 años de presencia en el país.
Esa salida coincide con la recuperación de poder por parte del Talibán, el enemigo al que derrotó hace dos décadas.
Aunque el aeropuerto aún es controlado por fuerzas estadounidenses, el perímetro opera bajo la autoridad de los talibanes.
“Seguiremos con la misión de evacuación a pesar del ataque”, dijo el general estadounidense Kenneth McKenzie.
Este jueves tanto Estados Unidos como Reino Unido habían elevado el nivel de alerta en el lugar diciendo que habían recibido informes sobre un posible ataque asociado a Estado Islámico, otro grupo islamista radical pero rival del Talibán.
“Videos compartidos en internet muestran pilas de cuerpos, por lo que podemos anticipar que la cifra de víctimas sea alta”, dijo el corresponsal de la BBC en Kabul, Secunder Kermani.
Por Secunder Kermani, corresponsal de la BBC en Kabul
A pesar de los avisos de un inminente ataque, había muchas personas en el lugar del ataque, a las afueras del aeropuerto.
La gente está en una situación de desesperación tal que no va a prestar atención a este tipo de alertas. Escucha muchos rumores y sólo se enfoca en salir el país.
Y ya han sufrido mucho para llegar a este punto. Muchos ha acampado durante días en condiciones precarias. Lo que para ellos parecía una amenaza vaga o hipotética al inicio del día no fue suficiente para alejarlos del aeropuerto.
Un testigo en el lugar de la explosión le dijo a un periodista que la explosión fue “realmente potente”.
“Donde estábamos hubo de repente una explosión”, contó el hombre en un video compartido por la agencia Reuters.
Dijo que vio “al menos de 400 a 500 personas” en el área y que observó “fuerzas extranjeras” entre las víctimas.
“Llevamos a los heridos en camillas. Mis ropas están completamente cubiertas de sangre”.
“Hay cuerpos que han sido arrojados a un canal cercano”, dijo por su parte Milad, también presente en el lugar del ataque, a la agencia AFP.
“Cuando la gente escuchó la explosión hubo un pánico total. El Talibán entonces empezó a disparar al aire para dispersar a la gente presente en la puerta (del aeropuerto)”, añadió.
“Vi a un hombre correr con un bebé herido en sus brazos”.
Un intérprete afgano que ha trabajado con fuerzas estadounidenses también fue testigo de la explosiones. “Vi a una niña y fui a ayudarla”, dijo el intérprete, identificado como Carl, en la cadena estadounidense CBS, socia de la BBC.
“La llevé al hospital, pero murió en mis brazos”, agregó sobre una niña que dijo que tenía aproximadamente cinco años.
“Se te rompe el corazón. Lo que está ocurriendo te rompe el corazón, el país entero se ha desmoronado”, añadió.
Por Frank Gardner, Corresponsal de Seguridad de la BBC
El ataque fue una combinación de tiroteos y de explosivos, lo que es una clásica táctica de insurgencia.
Así han sido muchos de los ataques en zonas urbanas que han ocurrido en Afganistán en los meses y años recientes, generalmente con un atacante suicida detonando la explosión.
Esto es exactamente lo que los servicios de inteligencia estaban avisando que iba a suceder.