La beatificación de Carlo Acutis, quien murió a los 15 años de leucemia el 12 de octubre de 2006, se producirá en la ciudad italiana de Asís, en la provincia de Perugia.
La Iglesia católica cuenta con un nuevo beato desde este 10 de octubre, pero esta vez será uno especialmente inusual: un influencer cuyo cuerpo se muestra en zapatillas, jeans y suéter.
La beatificación de Carlo Acutis, quien murió a los 15 años de leucemia el 12 de octubre de 2006, se producirá en la ciudad italiana de Asís, en la provincia de Perugia.
El joven era conocido dentro de su comunidad religiosa por su labor de divulgación de la tradición católica utilizando las nuevas tecnologías, según explica Vatican News, el portal de información de la Santa Sede.
Acutis nació en Londres en 1991, a donde sus padres se habían trasladado por motivos laborales, pero creció en Milán.
Se trata de una de las beatificaciones más rápidas que se han aprobado, ya que sólo han pasado 14 años de la muerte del chico.
Acutis es el primer beato “millenial“, nativo digital, y para la Iglesia, un ejemplo de que la tecnología puede ser muy positiva.
Así lo explicó el propio papa Francisco, al afirmar que el joven “supo utilizar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza”.
Muchos católicos consideran que será “el patrón de la web” por haberse dedicado a hablar de su fe y ayudar a los demás a través de la tecnología.
Para el cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Acutis era “un ejemplo de fe para los jóvenes”.
“Era catequista, logró transmitir la fe a los niños, no sólo en la forma clásica de las reuniones, sino que también explotó los medios telemáticos”, explicó Becciu.
“Creó un proyecto informático sobre los temas de la fe, tenía un sitio sobre los milagros eucarísticos. Así que este jovencito vivió su fe al máximo”, agregó el cardenal.
La Iglesia, que lo declaró “venerable” el 5 de julio de 2018, le atribuye un milagro: considera que en 2013 salvó a un niño brasileño “con una rara anormalidad anatómica congénita del páncreas” tras pedir la familia del menor su “intercesión”.
El pequeño había nacido en 2010 en Campo Grande, Brasil, con el páncreas prácticamente dividido en dos, por lo que necesitaba una compleja cirugía.
La cirugía nunca se realizó porque el niño se recuperó después de una oración especial celebrada por un sacerdote en presencia de una reliquia de Carlos: un trozo de su pijama.
La Congregación para las Causas de los Santos reconoció esta curación como el milagro necesario para la beatificación de Acutis.
Por otro lado, el extraordinario estado de conservación que muestra su cuerpo ha llevado a muchos fieles estos días a considerar que es un nuevo milagro.
Sin embargo, la Iglesia ha aclarado que el cuerpo no fue encontrado incorrupto.
En el momento de la exhumación, realizada en 2019 para trasladarle del cementerio al santuario de Asís, el cadáver se hallaba bien conservado, “íntegro”, pero dentro de los parámetros “de transformación propios de la condición post mortem”, explicó en un comunicado el obispo Domenico Sorrentino.
Por ese motivo, tuvo que ser “tratado con técnicas de conservación” para “exponerlo con la dignidad que requieren los cuerpos de beatos y santos”, zanjó el prelado.