La ciudad pakistaní de Karachi sufrió una dura ola de calor hace cinco años, con temperaturas superiores a los 45 grados. Es solo un ejemplo de un problema al que se enfrentan la mayoría de las grandes ciudades.
Un empresario de esta localidad, de más de 16 millones de habitantes, se ha propuesto reducir las altas temperaturas a través de la construcción de bosques urbanos.
Aunque se ha encontrado con reticencias por parte de las autoridades, su insistencia ha acabado teniendo premio y continúa plantando árboles con un claro objetivo: evitar que su ciudad acabe siendo inhabitable.