Mientras en el resto de América la pandemia de covid-19 iba en acelerado crecimiento, Costa Rica destacaba en abril por ser uno de los países que mejor frente le había hecho a los contagios.
El número de nuevos casos confirmados se redujo constantemente ese mes, hasta llegar a casi cero a comienzos de mayo, con un escaso número de fallecimientos.
Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar en la segunda mitad de mayo hasta casi duplicarse el número de nuevos casos, de 800 hasta 1.500 en menos de 30 días.
El ministro de Salud, Daniel Salas, reconoció esta semana que el país atraviesa por la “segunda ola” de contagios, la cual llega durante la tercera fase de reapertura de la vida social y comercial.
Aunque los casos en Costa Rica son considerablemente menores en número a los de otros países, existe un nuevo incremento en el número de nuevos contagios de covid-19 en varios países o regiones donde ha habido un relajamiento de las restricciones sanitarias.
Los más grandes han sido detectados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en América y Medio Oriente, indicó el organismo a BBC Mundo.
Todo mientras en el mundo hay nuevos récords de contagios. El más alto hasta ahora es de 140.000 el 7 de junio, pero la OMS informó que este mes han superado los 100.000 casi a diario en un lapso de 10 días.
“Más de seis meses después de esta pandemia, este no es el momento para que ningún país se relaje“, alertó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el pasado lunes.
Pero varios países es lo que han hecho desde hace varias semanas para incentivar la recuperación económica.
La OMS ha ubicado la situación más grave de la pandemia en los países de América Latina, donde muchas naciones están recién llegando a la punta de contagios del virus surgido en 2019 en China.
“Si bien la curva continúa disminuyendo en Europa, a nivel mundial la situación está empeorando y es especialmente preocupante en Centro y Sudamérica, donde muchos países están viendo epidemias aceleradas”, explicó a BBC Mundo Tarik Jašarević, portavoz de la OMS.
No obstante, Costa Rica ha sido un caso especial.
El país centroamericano fue el primero que vio una reducción considerable de casos confirmados de covid-19 hasta casi cero, y el primero en iniciar el proceso de levantar la cuarentena.
Pero un análisis de los registros a partir del 20 de mayo muestra un crecimiento sostenido, lo que llevó al ministro de Salud, Salas, a advertir que el país ya pasa por un nuevo periodo de contagio.
“En estos momentos estamos en la segunda ola pandémica (…) Tiene características diferentes a la primera. Estamos teniendo una focalización importante en trabajadores del sector agrícola, empresas empacadoras y con riesgo en el sector de la construcción”, dijo Salas el lunes.
El doctor Luis Villalobos, especialista en salud pública, dice a BBC Mundo que ha habido un “brote explosivo” en la región norte del país, en especial en zonas agrícolas donde se emplean a trabajadores migrantes de la vecina Nicaragua, donde no ha habido cuarentena.
“Esta población pobre, que es víctima social de la falta de oportunidades de trabajo en su país y recurre a la movilidad autorizada o no regularizada hacia Costa Rica, ha sufrido las consecuencias de su propia condición de vulnerabilidad”, dice Villalobos.
Los esfuerzos por crear albergues adecuados para evitar los contagios no han sido suficientes para evitar el nuevo brote.
A pesar del nuevo brote, los 322 casos por cada millón de habitantes ponen a Costa Rica en la mitad inferior de la escala mundial de contagios. Y el país solo registra 12 muertes hasta este viernes.
Los gobiernos estatales en EE.UU., el país con más casos y muertes del mundo desde finales de marzo, han eliminado casi todas las restricciones a sus habitantes desde distintos momentos de mayo.
Mientras la grave situación del país parecía estar controlada, o en descenso como el caso de Nueva York, muchos estadounidenses volvieron a las actividades públicas bajo recomendaciones como el distanciamiento social que muchos no siguen.
Pero un fin de semana en particular ha sido identificado por los expertos como el detonante de un pronunciado aumento de casos en los últimos días: la celebración del “Memorial Day” del 25 de mayo.
Los grandes repuntes de contagios en Arizona, California, Florida y Texas, principalmente, se han dado dos semanas después de ese fin de semana largo, el tiempo en el que el virus genera síntomas en las personas contagiadas.
Esos estados sufren más ahora que en los meses pasados, donde el epicentro estaba en Nueva York, Nueva Jersey, California, Washington o Luisiana.
A pesar de los repuntes en estos estados ahora, varios de los cuales son los más poblados del país, los gobiernos estatales y el federal siguen con los planes de reapertura en marcha.
Otro aspecto vinculado a los aumentos han sido las protestas contra el racismo a raíz de la muerte del afroestadounidense George Floyd bajo custodia policial el 25 de mayo.
Sobre si EE.UU. puede ver una “segunda ola” de contagios generalizada, la doctora Elaine Nsoesie, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, explica a BBC Mundo que es cuestión de esperar más tiempo.
“La epidemia de covid-19 difiere según la región. Entonces, una segunda ola en un país o estado podría verse diferente de la de otro (…) Estaría indicada por un pico en los casos después de un período de disminución constante tras el pico inicial”, explica.
Estados como Arizona o California ya ven ese nuevo brote en marcha.
La OMS indicó a BBC Mundo que tres países de Medio Oriente -Arabia Saudita, Irán y Pakistán- están entre las naciones “especialmente preocupantes” por el repunte de casos.
En la nación saudí, el primer caso fue registrado el 2 de marzo y comenzó a relajar las medidas de confinamiento a mediados de mayo, indicaron agencias locales citadas por BBC Monitoring.
La curva de contagios había caído en mayo, lo que permitió al reino aligerar las medidas restrictivas. Pero los primeros días de junio han superado ampliamente los nuevos contagios y muertes de los meses previos.
La situación en Pakistán ha sido igual de alarmante, al pasar de 70.000 a 125.000 casos tan solo en junio. El primer ministro Imran Khan ha criticado repetidamente las medidas de confinamiento que considera perjudiciales para la economía.
En tanto, Irán fue uno de los primeros en tener un brote masivo después de China y Corea del Sur a principios de año. La curva de contagios iba a la baja en abril y mayo, pero nuevamente se dio un repunte.
Los más de 3.500 nuevos casos confirmados el 5 de junio es el nuevo récord que superó al de marzo.
El gobierno de Hasán Rohaní permitió la reapertura de mercados y bazares el 20 de abril, las mezquitas el 12 de mayo y los cafés y restaurantes el 26 del mes pasado.
El ministro de Salud, Saeed Namaki, criticó a la gente que ignoraba las reglas de distanciamiento social: “La gente se ha vuelto completamente descuidada con respecto a esta enfermedad”, dijo a la agencia de noticias iraní.
“Si nuestra gente no respeta los protocolos de salud, debemos prepararnos para la peor situación”.
El presidente Rohaní ha advertido que las restricciones deben reintroducirse si el brote empeora.