Generalmente cuando se habla de reservas estratégicas con las que cuentan algunos países, se piensa en las que, desde hace décadas, se han considerado como las más importantes: las de petróleo.
Pero en realidad, el término engloba cualquier artículo, materia prima o mercancía retenida por gobiernos, organizaciones o empresas, y que forman parte de una estrategia para hacer frente a situaciones de emergencia como un huracán o una pandemia global.
La covid-19 ha tomado a muchos gobiernos por sorpresa. Las reservas estratégicas de un país suelen efectivamente centrarse en crudo y minerales como el oro; hasta febrero de este año pocos habían pensado que contar con un buen suministro de mascarillas y respiradores – artículos que han escaseado en gran parte del planeta desde la aparición del virus – sería tan crucial.
Ahora, debido a la pandemia de coronavirus, varios gobiernos se están replanteando el modelo de reservas estratégicas.
Y es que pocos países estaba realmente preparado para una crisis sanitaria de tal magnitud. Solamente un puñado de naciones, entre las que se encuentran Finlandia y Suiza, contaban con una buena cantidad de artículos médicos y de primera necesidad para hacerle frente.
Durante la Guerra Fría, el país nórdico levantó una robusta reserva no solamente de petróleo, sino también de equipos médicos y de supervivencia; esto lo ha dejado en una posición más sólida para enfrentar la pandemia.
Suiza hizo lo mismo después de la II Guerra Mundial.
“Almacenamos muchas cosas: trigo blando, arroz, aceita, azúcar. También medicinas tales como antibióticos, analgésicos, vacunas. En términos energéticos contamos con combustibles como diesel, gasolina, kerosén y combustible de calefacción, y además teníamos una pequeña reserva de mascarillas“, dice a BBC Mundo Stefan Menzi, vicepresidente del área de suministros de la Oficina Federal de Suministro Económico de Suiza (Fones, por sus siglas en inglés)
Pero las reservas de tapabocas con los que contaban los suizos resultaron no ser suficientes, admite el funcionario.
“Las provisiones no eran tan grandes. Se le recomendó a hospitales y a otros centros de salud que también tuvieran sus reservas, pero a medida que avanzaba la crisis nos dimos cuenta que necesitábamos más mascarillas”, prosigue.
“Ese es definitivamente un artículo que debemos reconsiderar después de esta crisis”.
Para Frank Snowden, historiador de la Universidad de Yale (EE.UU.) y experto en pandemias, la covid-19 está modificando el concepto de reservas estratégicas no solamente en Suiza, sino en todo el mundo.
En Estados Unidos, fue el exvicepresidente Al Gore quien incluyó por primera vez en la década de los 90 la amenaza que representan las pandemias como parte de las discusiones del Consejo de Seguridad Nacional.
Unas decisión que contó con el apoyo de la Corporación RAND, un influente think tank que asesora a las Fuerzas Armadas de EE.UU.
Pero luego de los ataques del 11 de septiembre de 2001, y el aumento de la amenaza terrorista en suelo estadounidense y en el mundo entero, las pandemias pasaron a segundo plano.
“A partir de ese momento, los recursos se centraron en desarrollar sistemas de defensa para hacer frente al terrorismo y la preparación para enfermedades pandémicas se descuidó, a excepción de periodos puntuales y breves, como los que precedieron crisis como la del SARS y la del ébola”, le cuenta el profesor de Yale a BBC Mundo.
No obstante, poco después de que ambas epidemias se declararan como finalizadas, la mayoría de las organizaciones y autoridades sanitarias en todo el mundo regresaron a la política de reducción de costos y le restaron importancia a la amenaza de una pandemia.
“En ese contexto, la covid-19 ha representado un dramático llamado de atención”, destaca Snowden.
“Como explicó Tedros Adhanom (director de la Organización Mundial de la Salud), las enfermedades pandémicas tienen la capacidad de causar devastación en una sociedad de una manera que eclipsa el daño causado por cualquier acto de terrorismo”.
La gran cantidad de muertes que esta pandemia ha dejado, así como sus consecuencias económicas y sociales, que han empujado a la recesión incluso a las economías más prósperas del planeta, hacen que la preparación para enfrentar una nueva infección con potencial pandémico en el futuro sea ahora una prioridad.
Por eso, el historiador estima que, después de la pandemia, las necesidades de salud pública se convertirán en parte de las reservas estratégicas que las naciones almacenan para enfrentar emergencias.
“Lo que esto incluiría dependerá, por supuesto, del grado en que la ciencia médica haya generado herramientas para enfrentar las enfermedades que surjan, las cuales se cree que representan una mayor amenaza”.
“Idealmente, se deberían incluir vacunas y antivirales, así como equipos de protección personal (EPP), respiradores, un aumento de la capacidad hospitalaria en forma de camas adicionales y unidades de cuidados intensivos”.
Y paralelamente a esto, el experto recomienda elaborar protocolos e intensificar la capacitación del personal para este tipo de emergencias.
Stefan Menzi, de la Oficina Federal de Suministro Económico de Suiza, coincide con que una de las cosas que esta crisis ha demostrado es lo importante que es contar con este tipo de insumos en reserva.
En medio de la actual pandemia de coronavirus, unos 80 países prohibieron o limitaron las exportaciones de tapabocas, guantes y EPP, entre otros productos, para paliar la escasez, según datos recogidos por la OMS.
“Nos hemos dado cuenta que durante una pandemia se dificulta la capacidad de obtener artículos como mascarillas, gel desinfectante, etc.”, explica Menzi, al mismo tiempo que asegura estar convencido de que el gobierno repensará el asunto y en el futuro Suiza contará con una reserva más grande de estos bienes que han probado su carácter esencial en una emergencia sanitaria.
“La crisis aún está aquí, todavía la estamos viviendo y no ha pasado. Pero creo que se puede decir que toda la experiencia dejada por la pandemia ejercerá una gran influencia en la manera en la que administramos nuestras reservas estratégicas en el futuro”.