El aumento del número de casos de coronavirus en Europa debería ser "una llamada de atención", dijo el director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge.
Kluge alertó este jueves de que en las últimas dos semanas el número de casos se ha duplicado en más de la mitad de los países europeos y los casos semanales reportados ya superan los registrados durante el primer pico de la pandemia en marzo.
“Tenemos una situación muy seria en desarrollo delante de nosotros”, alertó Kluge.
Los casos confirmados alcanzan ya los 30 millones y se han registrado más de 924.000 muertes desde la aparición del coronavirus en China el año pasado.
Desde Copenhague, en Dinamarca, el responsable de la OMS para Europa señaló que, aunque las cifras reflejan el incremento en la realización de tests, “también muestran alarmantes niveles de transmisión en la región”.
Para él, las cifras “deberían servir como llamada de atención para todos”.
En este repunte de la incidencia del coronavirus, los ingresos en hospitales y fallecimientos no han visto aún un aumento similar, aunque España y Francia muestran una preocupante tendencia al alza.
Ahora la mayoría de los infectados son jóvenes, que tienen menor riesgo de enfermar gravemente si contraen el virus, pero se teme que el número de pacientes graves aumente si el virus se extiende entre los mayores y otros grupos vulnerables.
De acuerdo con las cifras de la OMS, ha habido 5 millones de casos confirmados y más de 228.000 muertes en Europa desde que comenzó la pandemia.
Kluge recordó que las medidas de confinamiento introducidas por los países europeos en primavera (boreal) dieron claros resultados.
“En junio, los casos llegaron a su nivel más bajo”, dijo, pero la tendencia a la baja se ha revertido.
Kluge subrayó que ahora se sabe mejor cómo contener el virus que al comienzo de la pandemia.
“Lo hemos combatido y podemos combatirlo de nuevo”, aseguró.
Pocos días antes, la OMS ya había advertido de que en Europa deben preparase para un aumento de la mortalidad en octubre y en noviembre.
“Va a ser más duro”, había advertido Kluge.