Richard Baldwin, economista internacional, argumenta que hay que aplanar tanto la curva de contagio como la curva de la recesión.
Richard Baldwin dice que las cuarentenas y otras medidas de contención son un imperativo moral frente a la pandemia “porque están muriendo personas que no deberían estar muriendo”, en países donde se pueden asumir los costos del confinamiento y los rescates financieros para proteger la economía.
“Si no implementas una cuarentena para ahorrar dinero, estás frente a un asunto moral y no económico“, dice en entrevista con BBC Mundo el profesor de Economía Internacional en el Instituto de Posgrado de Estudios Internacionales y de Desarrollo en Ginebra, donde ha investigado por más de tres décadas temas relacionados con la globalización y el comercio.
El experto, que ha sido director y presidente del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR) y académico en las universidades de Oxford, Massachusetts Institute of Technology (MIT) y la Universidad de Columbia, argumenta que hay que aplanar tanto la curva de contagio como la curva de la recesión.
“Hay que actuar rápido y hacer lo que sea necesario”, dice Baldwin.
Este es un resumen de su entrevista con BBC Mundo.
-¿Cuál es la conexión que existe entre las medidas sanitarias frente a la pandemia y las económicas?
Esta enfermedad es muy contagiosa, pero no tan letal como otras pandemias.
Se propaga a una velocidad increíble y termina sobrepasando la capacidad de los hospitales.
Ha ocurrido en Italia, España, ahora en Nueva York y pasará en todo Estados Unidos y gran parte del mundo.
El problema es que los hospitales no son capaces de dar el tratamiento apropiado. Y algunas personas mueren porque no reciben el tratamiento que necesitan.
Entonces las cuarentenas y las medidas de contención tratan de disminuir la velocidad de contagio para que el número de personas que llega a los hospitales se extienda, se disperse en el tiempo. Esa es la conexión entre el shock médico y el shock económico.
-Pero hay algunos empresarios, políticos y otros líderes de opinión que argumentan que es necesario levantar las cuarentenas para proteger la economía porque si el sistema económico queda profundamente dañado, la mayor parte de la población terminará pagando el costo de no tener trabajo y los países terminarán en la bancarrota…
No hay una disyuntiva entre salvar vidas y salvar la economía. Es un falso dilema en países ricos como Estados Unidos, que pueden proveer apoyo a las personas y a las empresas para que no se vayan a la bancarrota durante el confinamiento. Solo necesitas aplicar políticas que sean adecuadas.
No puedes dejar que la enfermedad se propague sin contención porque va a morir más gente de la que moriría con adecuado tratamiento.
Tienes que cerrar la economía para disminuir el contagio, pero al mismo tiempo necesitas una política económica para asegurarse que estás protegiendo la economía para cuando todo esto pase y las personas vuelvan a sus trabajos.
En el fondo lo que necesitamos es cuarentena y un gran gasto fiscal.
-¿Y cómo pueden enfrentar la pandemia las economías emergentes y los países que no tienen los recursos fiscales para proteger sus economías?
En los mercados emergentes es una historia completamente distinta. Muchos de esos países no tienen la capacidad fiscal para proteger a las personas de bajos ingresos, ni las empresas, ni los bancos.
Y tratando de hacerlo pueden crear otras crisis como, por ejemplo, una crisis de deuda.
En estos casos la situación es mucho más difícil y se puede producir un dilema real entre la vida de las personas y los efectos económicos de una cuarentena, que también puede afectar gravemente la vida de las personas.
Es más complejo, no sé hacia dónde podrían ir.
-¿De qué se trata la doble curva?
Hay una curva epidémica que mide el número de contagios nuevos por día.
Es una curva con forma de campana. Comienza bastante plana, luego se acelera porque la gente enferma contagia a otras personas, después llega a un punto máximo y vuelve a descender.
El problema es que si no hay políticas de contención, la curva sube y baja profundamente, entonces la cantidad de personas que necesita hospitalización supera la capacidad de los hospitales.
Lo importante es aplanar esta curva de contagio disminuyendo la tasa de infección. Y para lograr eso, hay que mantener la distancia social.
Y lo que pasa es que cuando aplicas una política de contención como una cuarentena, haces que la recesión sea peor, mucho más profunda.
Entonces se produce una curva de crecimiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB) que también tiene forma de campana. La recesión aumenta, llega a un máximo y luego mejora.
Si no se controla la epidemia, la curva económica será breve y aguda.
Pero si implementas políticas de contención -que apuntan a evitar que las personas trabajen y consuman- la recesión es mucho peor.
-¿Y entonces cuál es la solución?
Es ahí donde intervienen los paquetes de emergencia de los gobiernos para proteger a la economía.
Tienes que hacer una política de contención para aplanar la curva epidémica y tomar medidas fiscales para disminuir la curva de la recesión. De eso se trata, de aplanar las dos curvas.
-Usted ha escrito que es necesario actuar ahora y hacer lo que sea necesario para enfrentar esta pandemia. ¿Cuáles son las medidas económicas que deben implementarse con urgencia y cómo ponerlas en práctica?
Lo que está provocando esta crisis es que las empresas cierren. Entonces se van a la bancarrota o despiden trabajadores.
Lo primero que hay que hacer es proteger a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, para que no se vayan a la quiebra. En Europa, por ejemplo, el Estado paga una parte de los salarios de los trabajadores para que no queden desempleados.
En varios países europeos las empresas pequeñas pueden pedir préstamos a muchos años sin pagar intereses.
Luego, en el caso de los individuos que tienen pocos ingresos, ellos deben recibir apoyo fiscal, ya sea a través de la entrega directa de recursos o a través del pago de una parte del sueldo aunque no estén trabajando.
También podrían tener problemas pagando la hipoteca. Y entonces los bancos pueden tener problemas por dar créditos. Por eso los gobiernos tienen que asegurar que los bancos no se vayan a la bancarrota.
Las principales medidas son proteger a las familias más vulnerables, proteger a las empresas para que los trabajos estén disponibles cuando pase el shock, y proteger a los bancos para asegurarse que no se vayan a la bancarrota.
Creas un escudo, son políticas para proteger la economía.
-¿Veremos más rescates financieros a empresas?
Las mayores economías han aprobado gigantescos paquetes fiscales con rescates financieros para empresas, especialmente para las pequeñas. Y creo que habrá también rescates de compañías grandes.
-Le estamos pidiendo a los gobiernos que gasten todo lo que sea necesario para enfrentar esta crisis. ¿Qué va a pasar con los déficit fiscales, con las deudas de los gobiernos?
Por eso hay que tener cuidado para que esta crisis no genere otras crisis. Para que el gobierno no tenga una crisis de deuda. Eso depende de cada país.
EE.UU. no se va a ir a la quiebra, ni tampoco Japón, pese a que tiene una gigantesca deuda. No se verá afectada su sostenibilidad.
En Europa hay más problemas, como el caso de Italia y otros países que tienen una gran deuda en relación a su PIB.
En este momento en Europa se está buscando la manera para que las economías más débiles no se vayan a la bancarrota, para no tener otra crisis de la Eurozona.
-¿Y qué pueden hacer los países que antes de la crisis ya tenían serios problemas económicos, como en América Latina?
En ese caso solo queda la ayuda financiera del Fondo Monetario Internacional o de organizaciones de beneficencia, que probablemente no van a llegar.
Muchos de los mercados emergentes pueden tener problemas de deuda como vimos en 2009, 2011 o en los 90.
-En muchos países se van a disparar los niveles de desempleo…
Casi todos los países.
-¿Qué lecciones se pueden sacar de otras pandemias que han ocurrido en el pasado?
La gripe española en 1918, fue parecida a esta pandemia, pero mucho más letal.
En EE.UU. las ciudades con cuarentenas más severas fueron las que sufrieron recesiones menos persistentes. Aunque se trata de otra era y no existía el apoyo gubernamental.
La idea es que si pones una cuarentena rápida, la economía recibirá un gran shock, pero puedes volver más rápido a la normalidad.
Si no haces cuarentena la pandemia causa más problemas y más daño económico.
-¿En medio del debate económico, cuál es el imperativo moral en esta crisis?
Las cuarentenas y las medidas de contención son un imperativo moral porque están muriendo personas que no deberían estar muriendo, en países donde puedes enfrentar los costos de la cuarentena y los rescates financieros para proteger la economía.
Si no implementas la cuarentena para ahorrar dinero, eso es un asunto moral, no una cuestión económica.
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