Más de 14.000 niñas y mujeres jóvenes, de entre 15 y 22 años y de 20 países diferentes, hablaron sobre cómo enfrentar experiencias similares en línea en una encuesta reciente.
Maitreyi Ramakrishnan admite que necesitó muchos ajustes para manejar el giro que había tomado la trama de su vida real después de volverse una actriz popular.
La joven de 18 años consiguió el papel protagónico de la comedia para adolescentes de Netflix “Yo nunca”, luego de superar a 15.000 aspirantes, y saltó a la fama.
De la noche a la mañana, estaba siendo elogiada como lo más destacable de la historia de la llegada a la adultez de una adolescente india-estadounidense de primera generación, y la serie fue un gran éxito (fue uno de los programas originales más vistos en el plataforma en 2020).
Pero Ramakrishnan le dice a la BBC que mientras cumplía la mayoría de los compromisos sin mucho problema, un aspecto de la fama repentina la sorprendió por completo.
“Me preparé para el trabajo en sí y para cosas como esta entrevista. La única cosa para la que no podía prepararme por completo era el odio”, dice.
El odio es la forma en que Ramakrishnan se refiere al acoso en las redes sociales.
“Sabía que sucedería, porque ese es el mundo en el que vivimos”, dice, “que recibiría un comentario desagradable o una amenaza de muerte… pero cuando realmente sucede, es diferente”.
La actriz canadiense dice que empezó a tomar descansos de sus cuentas de redes sociales cuando se sentía abrumada por las experiencias negativas.
“Me aseguro de que todas mis cuentas de redes sociales sean operadas por mí, ya que quiero ser mi voz auténtica”, explica. “Pero me he tomado descansos y me he distanciado a veces”.
Desafortunadamente, Ramakrishnan no es la única que recibe este tipo de mensajes, por lo que se ha convertido en embajadora de Plan Internacional, una ONG que aboga por los derechos de los niños centrada en la igualdad de género, para ayudar a crear conciencia sobre esta batalla.
Más de 14.000 niñas y mujeres jóvenes, de entre 15 y 22 años y de 20 países diferentes, hablaron sobre cómo enfrentar experiencias similares en línea en una encuesta reciente.
Los resultados, que se han publicado coincidiendo con el Día Internacional de la Niña de Naciones Unidas (11 de octubre), muestran un panorama preocupante.
Más de la mitad de las entrevistadas (58%) dijo haber sufrido acoso o abuso en las redes sociales.
Y más de ocho de cada 10 afirmaron haber experimentado múltiples tipos de acoso, desde el uso de lenguaje abusivo e insultante, hasta comentarios racistas y amenazas de violencia sexual.
“Esto no está bien”, dice Ramakrishnan.
“Internet es una herramienta increíble cuando se trata de encontrar respuestas y aprender más sobre lo que está pasando en el mundo, pero el acoso es acoso y esta situación solo se suma a la presión que las niñas ya enfrentan”, agrega.
Los investigadores de Plan Internacional encontraron que la angustia causada por el acoso en línea hizo que al menos una de cada cinco mujeres jóvenes detuviera o redujera significativamente su tiempo en las redes sociales en las que había ocurrido la mayor cantidad de abuso.
Según su encuesta, Instagram y Facebook fueron las plataformas más reportadas para este tipo de ataques en línea.
La directora ejecutiva de Plan Internacional, Anne-Birgitte Albrectsen, le dijo a la BBC que un retiro tan masivo de las redes sociales era perjudicial, particularmente durante la pandemia de covid-19, cuando las mujeres jóvenes dependen tanto de sus vidas digitales.
“Expulsar a las niñas de los espacios en línea les quita poder en un mundo cada vez más digital, y daña su capacidad para ser vistas, escuchadas y convertirse en líderes”, dice.
“Estos ataques pueden no ser físicos, pero a menudo son amenazantes, implacables y limitan la libertad de expresión de las niñas”, añade.
Es un sentimiento demasiado familiar para la activista feminista Nadiuska, de 19 años, que participó en la encuesta de Plan Internacional.
La nicaragüense dice que ha tenido que lidiar con “una buena cantidad de abusos en su país”, pero que fueron incidentes en el extranjero los que, según ella, la conmocionaron seriamente.
Mientras estaba en España para participar en una marcha contra el cambio climático en 2019, dice que recibió amenazas en sus cuentas de redes sociales.
“Recibí un mensaje xenófobo de un perfil que me decía que tenían formas de deportarme y hacerme golpear”, recuerda.
“Tenía miedo. No me siento seguro en línea”.
Nadiuska dice que los repetidos incidentes de acoso afectaron su salud mental y, como resultado, tuvo que recibir terapia y tomar medicamentos para lidiar con las emociones desencadenadas por el abuso.
La encuesta de Plan Internacional encontró que las mujeres involucradas en causas sociales son el blanco particular de los abusadores, que también afectan de manera desproporcionada a quienes pertenecen a minorías raciales o personas que se identifican como LGBTQ+.
“Como han demostrado movimientos como #MeToo y Black Lives Matter, las redes sociales se han convertido en un espacio cada vez más importante para el activismo”, dice Anne-Birgitte Albrectsen.
Pero “los números son más o menos los mismos en todos los ámbitos y esto es bastante perturbador”, añade.
Europa fue el continente en donde el porcentaje más alto de niñas reportó acoso (63%), mientras que América del Norte fue el más bajo con 52%.
“Las redes sociales están permitiendo más abusos de los que estas mujeres jóvenes pueden encontrar en la sociedad como tales”, dice.
Y los defensores de la igualdad de género temen que el acoso pueda ser particularmente perjudicial para los intentos de aumentar el número de mujeres que están en línea.
Las recién llegadas a las redes pueden desanimarse con bastante rapidez, como recuerda Cathy, una ugandesa de 20 años.
Ella comenzó a usar internet hace tres años. Para Cathy, estar en línea y usar las redes sociales era una distracción muy necesaria de una rutina de arduo trabajo como modista, para ayudar a mantener a su madre, hermana y hermano.
Pero dijo a la encuesta que poco después de unirse a Facebook, fue bombardeada por una serie de fotos de desnudos de un hombre que había conocido en línea.
“Un tipo llegó a mi buzón y dijo ‘hola’. Yo respondí ‘hola’. Él dijo ‘¿Cómo estás?’ y le respondí”, dice Cathy.
“Pero al día siguiente, cuando me desperté, encontré imágenes raras”, cuenta.
“Me había enviado sus fotos desnudo. Me sorprendió. Fue tan desgarrador”, agrega.
Historias como la de Cathy están lejos de ser raras. Casi el 40% de las niñas y mujeres jóvenes entrevistadas informaron haber sufrido acoso sexual.
Ha habido cada vez más llamados para que las redes sociales tomen acciones para combatir el acoso.
Las empresas han anunciado una serie de medidas destinadas a frenar el abuso en línea en los últimos años y se han comprometido públicamente a erradicarlo.
Facebook, que posee Instagram y WhatsApp, dice que usa inteligencia artificial para buscar contenido de intimidación, monitorea constantemente los informes de abuso de los usuarios y que siempre elimina las amenazas de violación.
“Mantener a las mujeres y niñas seguras en nuestras aplicaciones es fundamental. Invertimos en tecnología para mantener el abuso fuera de nuestras plataformas y trabajamos con más de 200 organizaciones de seguridad en todo el mundo para ayudar a proteger a las mujeres del acoso en línea, los comentarios ofensivos y la atención no deseada”, dijo Cindy Southworth, Jefe de Seguridad de la Mujer en Facebook, en un comunicado.
“Investigaciones como esta nos ayudan a profundizar nuestra comprensión de cómo las mujeres y las niñas se ven afectadas por estos problemas. Como parte de la campaña de Plan Internacional, estamos trabajando con ellas para iniciar sesiones de escucha global con mujeres jóvenes para compartir sus experiencias de manera segura y aprender cómo podemos apoyarlas mejor en Facebook, Instagram y WhatsApp “, agregó Southworh.
Twitter dijo que también usa tecnología para detectar contenido abusivo y que ahora la mayoría de los tuits abusivos se marcan con estas herramientas, en lugar de depender de los informes de los usuarios.
La compañía también dijo que había lanzado recursos para mejorar el control de los usuarios sobre sus conversaciones.
Un portavoz de Snapchat dijo que la compañía tiene una política de tolerancia cero hacia el acoso, las amenazas, el bullying y la intimidación, y que la aplicación “no facilita los mensajes de extraños”.
Al momento de escribir este artículo, TikTok no había respondido a nuestra solicitud de comentarios.
Algunos activistas quieren ver que las empresas tomen más medidas y también los gobiernos, en términos de legislación.
“En este momento, la responsabilidad de luchar contra el acoso en línea recae en las víctimas”, dice Chenai Chair, investigadora sobre género y derechos digitales en la Web Foundation, una organización creada por el inventor de la World Wide Web, Sir Tim Berners-Lee.
Maitreyi Ramakrishnan también es ahora otra voz que aumenta la presión en torno al tema.
Ella es una de las miles de personas que firmaron una carta abierta de Plan Internacional pidiendo a las empresas de redes sociales que “creen mecanismos más sólidos para denunciar la violencia”.
“La gente debe entender que el acoso duele, incluso cuando proviene de una persona al azar. No debemos descartar lo que atraviesan las víctimas”, dice.
“Reporto comentarios de odio, pero creo que las plataformas no deberían permitirlos en primer lugar”, opina.