Las fuertes tormentas arrastran consigo caos y destrucción, pero a veces también dejan inquietantes misterios.
Uno de ellos recaló este fin de semana en las costas de Irlanda.
Todo comenzó con el paso de Dennis, un temporal de invierno que azotó por días gran parte de Europa.
Pero poco después de que terminó el mal tiempo, un transeúnte descubrió en el pueblo pesquero de Ballycotton, en el condado de Cork, un visitante inusual: un “barco fantasma”.
Un buque de carga sin tripulación había recalado en las rocas abruptas de la costa.
La llegada del barco generó una curiosidad que trascendió al pueblo, pero se hizo noticia en varios países luego de que se determinó que, al parecer, se desplazó por miles y miles de kilómetros durante más de un año.
Había “navegado” solo desde el sureste de Bermudas hasta Irlanda, a través del océano Atlántico.
Rescue 117 was tasked earlier today to a vessel aground near Ballycotton, Cork. There was nobody on board. Previously the @USCG had rescued the 10 crew members from the vessel back in September 2018. The vessel has been drifting since and today came ashore on the Cork coastline. pic.twitter.com/NbvlZ89KSY
— Irish Coast Guard (@IrishCoastGuard) February 16, 2020
“Este es un caso de uno en un millón”, aseguró el jefe local de botes salvavidas de la localidad, John Tattan.
Mientras, el jefe de la Royal National Lifeboat Institution (RNLI) de Ballycotton le dijo al periódico Irish Examiner que “nunca antes había visto algo así”.
El barco ha sido identificado: tiene el nombre de Alta y, según los registros, tuvo numerosos propietarios y nombres.
Fue construido en 1976 y se cree que ondeó por última vez una bandera de Tanzania.
Autoridades marítimas de varios países habían detectado con anterioridad que se encontraba a la deriva sin rumbo.
Fue visto por última vez en septiembre de 2019 por un barco de la Marina Real británica.
La saga que lo llevó a Irlanda comenzó en septiembre de 2018 cuando todavía estaba tripulado y navegaba de Grecia hacia a Haití.
Problemas no identificados a bordo provocaron un corte de energía y el Alta se quedó a la deriva durante 20 días unos 2 mil 100 km al sudeste de Bermudas, hasta que fue detectado por la Guardia Costera de Estados Unidos.
Con solo dos días de comida a bordo para la tripulación, los guardacostas estadounidenses les arrojaron alimentos y otros suministros.
Pero como se acercaba un huracán, los patrulleros decidieron rescatar a los 10 miembros de la tripulación y llevarlos a Puerto Rico.
“El barco de motor Alta sigue a la deriva hacia el sudeste de Bermudas mientras continúan los intentos de rescate de los propietarios”, dijo un portavoz del Centro de Operaciones Marítimas de Bermudas en ese momento.
Parcialmente dañado y sin tripulación, el Alta quedó a la deriva.
Luego, un año después, en septiembre de 2019, un buque de patrulla de hielo británico lo divisó en medio del Atlántico.
“Es posible que continúen los esfuerzos para recuperarlo, pero su futuro está en manos de otros”, tuiteó el barco patrullero al comprobar que no había tripulación a bordo.
Normalmente, los barcos dañados o hundidos siguen siendo propiedad de sus dueños, quienes son responsables de asegurar una solución, le dijo a la BBC el director de operaciones costeras de los Comisionados de Faros de Irlanda, Robert McCabe.
Sin embargo, si dicho barco se considera un peligro para la navegación, las autoridades locales podrían hacer esfuerzos para remolcarlo.
“Tener un barco a la deriva así durante 18 meses no es común. Que se haya visto solamente una vez desde octubre de 2018 solo muestra cuán vasto es el océano”, aseguró McCabe.
El Consejo del condado de Cork informó que científicos ambientales visitaron el barco y no encontraron filtración de ningún tipo de contaminación hacia las aguas.
Ahora, las autoridades irlandesas decidirán qué sucederá con el barco. McCabe sugiere que recuperarlo sería costoso.
Pero aún quedan interrogantes en la historia del Alta que no se han resuelto: ¿quién es su dueño? ¿Y cuál era la carga a bordo en el momento en que fue abandonado?