Tras muchos años de decadencia por la larga crisis económica del país, la agitada vida nocturna de esta zona acomodada ha vuelto a nacer gracias, en parte, a la liberalización y a una economía dolarizada de facto que permite de nuevo las inversiones privadas y que fomenta las desigualdades en el país.
Al caer la noche caraqueña, una ruleta llena de fichas de cientos de dólares en un lujoso hotel en el este de la capital de Venezuela no para de girar.
Las caras llenas de ansiedad que la rodean permanecen inmóviles por unos segundos hasta que la ruleta se detiene y un joven suelta un grito de júbilo: acaba de ganar US$500.
Al otro lado de la mesa, una elegante mujer de unos 50 años frunce el ceño brevemente y, tras dudar un par de segundos, apuesta otros US$200.
Mientras buena parte de Caracas descansa y se resguarda de la inseguridad, la noche en Las Mercedes apenas comienza.
Tras muchos años de decadencia por la larga crisis económica del país, la agitada vida nocturna de esta zona acomodada ha vuelto a nacer gracias, en parte, a la liberalización y a una economía dolarizada de facto que permite de nuevo las inversiones privadas y que fomenta las desigualdades en el país.
“Las Mercedes es una burbuja dentro de una burbuja”, le dice a BBC Mundo Darwin González, político opositor al gobierno de Nicolás Maduro y alcalde de Baruta, el municipio de Caracas donde se encuentra Las Mercedes.
“Se ha convertido en una zona privilegiada que no se parece en nada al resto de Venezuela. Alguna gente va a Las Mercedes y siente una distorsión de la realidad venezolana”, admite.
El alcalde incluso asegura que ya van “varios años” que no recibe reportes de delincuencia en esta zona de Caracas, una ciudad conocida por ser una de las más violentas del mundo.
Venezuela está sumida desde hace casi una década en una crisis económica y social que hizo que su Producto Interno Bruto (PIB) se redujera en más de un 75% entre 2013 y 2021 y que ha empujado a más de siete millones de venezolanos a buscar un mejor futuro en el extranjero.
En Las Mercedes, sin embargo, se ven signos de la nueva situación económica del país.
Con la dolarización no oficial, han reaparecido lujosos restaurantes y numerosas tiendas con marcas internacionales que estaban ausentes hace apenas cuatro o cinco años. Y varias torres empresariales y de suntuosos apartamentos siguen creciendo en varios puntos de la urbanización.
“Las Mercedes se ha convertido en el epicentro cultural, económico y financiero de los caraqueños y de Venezuela”, afirma el alcalde.
A principios del siglo XX, Las Mercedes era un barrio residencial conformado mayormente por casas de dos pisos.
Pero desde finales de los años 90 progresivamente las casas fueran dando paso a tiendas y restaurantes.
Otras modificaciones legales posteriores permitieron que se aumentara la altura de las construcciones y la densidad de población, lo que hizo que poco a poco fuera consolidándose como una “zona rosa” de la capital como sede de empresas, centros comerciales y lugares de ocio.
Aunque la crisis también golpeó en esta zona, en Las Mercedes se construyeron en la última década una decena de proyectos, como la Torre Sena, con 19 pisos de “oficinas de lujo”, o el colosal Centro Financiero Madrid, con 30.000 m² de superficie.
Todo se aceleró en los últimos tiempos.
En la planta baja de la Torre Jalisco se abrió en 2021 un concesionario de coches Ferrari, cuyos encargados se negaron a hablar de precios y a dar entrevistas, y también se estrenó recientemente, en noviembre de 2022, la Galería Avanti, una tienda por departamentos de seis pisos con una gran pantalla en su cima que ofrece productos Balenciaga, Dolce & Gabbana, Versace, Gucci y de muchas otras marcas de alta costura.
Un par de días después de su apertura, vi a varios clientes que se acercaron para mirar, pero muchos se dieron la vuelta discretamente al ver los precios.
La oferta es variada y los precios similares a los que se ven en otras capitales latinoamericanas, con bolsos valorados en miles de dólares y zapatos que superan los US$500, inaccesibles para la mayoría de los venezolanos.
El salario mínimo en el sector público de Venezuela, el mayor empleador del país, está fijado en 130 bolívares mensuales (unos US$10), un monto que se ha depreciado desde marzo de 2022, cuando equivalía a US$30.
“Es muy bonito, sientes que estás en otro país y se consigue de todo”, asegura Yessica Villamizar, una cliente.
“Hay cosas accesibles como productos de belleza y cuidado personal, pero también hay cosas muy caras que no todos pueden pagar”, agrega la caraqueña, que compró un par de artículos de maquillaje.
Oswaldo Malpica, director de comunicaciones de Avanti, afirma que la demanda por productos de lujo ha crecido exponencialmente en el último año, junto con el repunte económico que ha vivido el país luego de que la economía tocara fondo durante la pandemia de covid-19.
“El caso de Las Mercedes es emblemático porque se ha afianzado como la zona rosa de Caracas y ahora todos los negocios orientados al lujo quieren tener presencia aquí, sean de ropa, restaurantes o sitios nocturnos”, le dice a BBC Mundo.
Las torres no paran de brotar por toda la zona y son muchas las que abrirán en los próximos años.
Hay edificios en construcción de más de 20 pisos, como las torres Nest, Haya y Victoria, pero quizá el proyecto más ambicioso es Skypark, un innovador rascacielos de 38 pisos que albergará un hotel, locales comerciales, apartamentos de lujo y una pantalla exterior para publicidad similar a la de Times Square de Nueva York.
Es un reflejo de una recuperación que contrasta con la situación económica de gran parte del país.
La Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI), publicada en noviembre de 2022 por la Universidad Católica Andrés Bello, reveló que, aunque por primera vez en siete años la pobreza multidimensional se había reducido en Venezuela, todavía el 58% de la población vivía en la precariedad en 2022.
Al mismo tiempo, la desigualdad había aumentado, convirtiendo a Venezuela en la nación “más desigual” de la región.
Según la encuesta, la diferencia de ingresos entre el segmento de población más pobre y el más rico ahora es de 70 veces, y el 40% de los hogares con mayores ingresos están en Caracas, que sólo concentra el 16% de los hogares.
Adrián Pérez Craig, director de la inmobiliaria Peraig, que trabaja con algunos de los proyectos en Las Mercedes, afirma que muchas de las torres recién estrenadas están “casi 100% vendidas y tienen una ocupación de casi el 80%”, pero otras personas que trabajan en las edificaciones o sus cercanías aseguran que muchas oficinas permanecen desocupadas.
El experto inmobiliario explica que muchos empresarios compran oficinas como una inversión para resguardar su dinero de la galopante inflación y a la espera de que los precios inmobiliarios aumenten, tras haber tocado fondo durante la pandemia de covid.
De acuerdo a cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) de noviembre de 2022, la inflación interanual en Venezuela fue de más de 200%, lo que la convierte en una de las más altas del mundo.
Pérez Craig asegura que en 2022 los precios dejaron de caer de manera estrepitosa como lo hicieron durante muchos años. El derrumbe del sector fue tal que un apartamento que hace 10 años se vendía por más de US$1 millón, ahora se oferta a mitad de precio.
Pero el renacer del barrio hace que hoy recurra a un apodo que varios empresarios venezolanos han utilizado anteriormente: “Las Mercedes es como el pequeño Manhattan de Caracas”.
Su vibrante vida nocturna, sus numerosas construcciones, sumadas al auge de capitalismo y lujo que se evidencia en sus calles, así lo demuestran.
“Se están construyendo edificios altos. No tan altos como en Nueva York, por supuesto, pero para Venezuela es bastante, sobre todo debido a la situación actual”, afirma.
“Tuvimos años muy duros que hicieron que los precios por metro cuadrado cayeran significativamente. Eso representó una buena oportunidad de negocio porque mucha gente sabía que, tarde o temprano, la crisis económica iba a terminar y obtendrían ganancias”, afirma el alcalde de Baruta, Darwin González.
“Gran parte de Las Mercedes es una gran inversión a futuro”, defiende.
El economista venezolano Luis Vicente León, presidente de la consultora Datanálisis, asegura que el boom actual que atraviesa Las Mercedes ha tenido lugar debido a varios factores.
“Algunos sectores de la economía mejoraron el último año, como el comercio y la construcción. Además, el aumento de las exportaciones de petróleo ha hecho que haya más dinero en la calle“, explica.
“Otra cosa que mucha gente no entiende es que la clase pudiente venezolana sigue siendo relativamente grande y aún tiene mucho dinero”.
Un informe reciente de Datanálisis estima que la clase alta venezolana representa cerca del 2%, y la media-alta, el 4% de la población total del país.
“Eso es casi dos millones de personas, más que la población del área metropolitana de la ciudad de Panamá, por poner un ejemplo”, explica el economista.
León señala que dentro de los venezolanos con alto poder adquisitivo que se mueven en Las Mercedes hay una mezcla de “dinero ganado honradamente hace décadas”, gente que gasta porque tiene miedo de que les congelen sus recursos y empresarios y políticos vinculados al gobierno que han sido sancionados y no pueden gastar sus fortunas en el extranjero, pero también hay dinero proveniente de la corrupción.
“Lo que está mal es acusar a todo el que compra en Las Mercedes de corrupto (…) No podemos meter en un mismo saco a los corruptos y aquellos que ha hecho dinero honradamente”, agrega el economista.
Según el índice de la percepción de la corrupción de Transparencia Internacional publicado en 2021, Venezuela es el cuarto país más corrupto del mundo, ocupando el lugar 177 de 180 naciones que fueron consideradas.
Al alcalde de Baruta le gusta el apodo de “pequeña Manhattan” y asegura sentirse “orgulloso” de tener una zona que se pueda exponer como “un ejemplo” para el resto del país.
“El municipio goza de seguridad jurídica, planificación y apoyo a los inversionistas; por eso se ha logrado cierto desarrollo”, prosigue.
Las Mercedes se benefició en 2021 también de una reforma del gobierno de Maduro, quien autorizó la apertura de decenas de casinos en el país, varios de ellos en este barrio capitalino.
Apostar hace una década era ilegal en Venezuela.
El expresidente socialista Hugo Chávez, quien murió en 2013, prohibió los casinos en todo el país alegando que contribuían al deterioro de la sociedad y los comparó con la prostitución y el uso de drogas.
Aparte de enriquecer su vida nocturna, los casinos han hecho que ingrese más dinero a Las Mercedes, que el alcalde dice que utiliza para invertir en sectores desfavorecidos del municipio, algunos de los cuales se encuentran a pocos kilómetros del barrio.
A la medianoche en Las Mercedes algunos de los comensales de los restaurantes van migrando a bares cercanos, mezclándose con un público más joven que sale a celebrar.
La urbanización también ha pasado a ser un punto neurálgico de la vida nocturna de la capital venezolana, que por muchos años estuvo moribunda por la crisis y la inseguridad.
Camino a las discotecas y bares de moda, los caraqueños más adinerados exhiben sus coches deportivos y camionetas último modelo.
Por la avenida principal de Las Mercedes pasan algunos Ferraris y Maseratis rugiendo los motores, mientras se mezclan con otros vehículos muchos más modestos, algunos de principios de siglo.
Parte del ocio nocturno trascurre en los casinos.
En una máquina tragamonedas del casino del hotel Tamanaco, un establecimiento 5 estrellas en lo más alto de Las Mercedes, un joven de 21 años que llegó con US$50 dólares proveniente de un barrio pobre en el oeste de Caracas continúa apostando tras haberse ganado US$100.
“No había comida en mi casa, porque mi mamá perdió su trabajo recientemente, así que vine a probar mi suerte”, afirma con los ojos fijados en la ruleta electrónica.
“He venido varias veces y a veces gano, pero muchas veces también pierdo”, prosigue, antes de añadir que está tratando de “no enviciarse”.
“En el oeste de Caracas también hay casinos, pero los de Las Mercedes me gustan más porque aquí, en el este, la gente está pendiente de lo suyo y la experiencia y el servicio es mil veces mejor. Es como estar en otro país”.