Durante la Guerra Fría, las vastas cavernas que están debajo de la ciudad sueca de Västerås albergaban una reserva de petróleo de 300.000 metros cúbicos.
El petróleo estaba allí en caso de que estallara la III Guerra Mundial y Suecia se viera aislada de los mercados energéticos internacionales.
En 1985, cuando las tensiones geopolíticas comenzaron a disminuir, las cavernas se vaciaron y han permanecido así, hasta ahora, explicó Chris Baraniuk corresponsal de Tecnología de la BBC
La empresa energética sueca Mälarenergi se ha embarcado en un proyecto para descontaminar la instalación y llenarla con agua caliente a temperaturas de hasta 95 grados centígrados.
En esencia, está construyendo un termo subterráneo gigante, que según la firma será el más grande de su tipo en Europa.
“Está bastante húmedo”, explicó al corresponsal de Tecnología de la BBC Lisa Granström, jefa interina de la unidad comercial de Calor y Energía de la empresa, al describir su última visita a los túneles, que se encuentran en un lugar no revelado.
“[Las cavernas son] mucho más cálidas de lo que cabría esperar. Aún huelen un poco a aceite”, explicó
Las cuevas tienen capacidad para almacenar aproximadamente el equivalente a 120 piscinas olímpicas y son 11 veces más grandes que el tanque de agua caliente superficial más grande que Mälarenergi tiene cerca de la zona, agregó Granström a Chris Baraniuk
Este tipo de almacenamiento térmico es una de varias formas de almacenar calor en el suelo para su uso posterior.
Con el auge de las energías renovables y las preocupaciones sobre la seguridad energética en Europa tras la invasión rusa de Ucrania, algunos expertos argumentan que se deberían aprovechar más los sistemas de almacenamiento de calor subterráneo. indicó Baraniuk.
En el caso de Västerås, el calor de las cavernas se enviará a través de tuberías a una red de calefacción urbana, que abastece al 98% de los hogares de la ciudad de 130.000 habitantes.
Mälarenergi tiene la intención de comenzar a llenar las cavernas con agua a finales de año. La instalación ofrecerá 500MW de energía de calefacción urbana, señaló el periodista de la BBC.
¿Pero de dónde viene el calor? De quemar cosas. La compañía dispone de una central eléctrica cercana con hornos para la combustión de residuos o biomasa, los cuales generan energía eléctrica o térmica.
Granström le dijo a Baraniuk que la tecnología de captura de carbono, que reduciría las emisiones nocivas de la planta, aún no está implementada, pero que su empresa está considerando instalarla.
El depósito de agua caliente permitirá que Mälarenergi continúe calentando los hogares en los fríos días de invierno cuando la demanda es alta, sin reducir la producción de electricidad en la planta de energía.
Almacenar el calor bajo tierra tiende a funcionar bien porque es muy difícil que escape el calor: el suelo en sí mismo actúa como un gran aislante.
Granström explicó a la BBC que las cavernas de Mälarenergi retendrán el calor durante varias semanas y que el sistema debería ser particularmente estable una vez que pasen algunos años y aumente la temperatura del suelo adyacente.
“Una vez que se calienta, la pérdida no es tan grande, pues ya has calentado las rocas alrededor”, aseveró.
Esto puede llamar la atención de los habitantes de ciudades como Londres, quienes deben soportar altas temperaturas mientras viajan en el metro hacia o desde sus trabajos.
Durante décadas, el calor de las personas y los trenes ha estado elevando la temperatura de la arcilla que rodea los túneles del metro de la capital británica. Tanto es así, que esta arcilla ahora tiene una temperatura ambiente de entre 20 y 25 grados centígrados, lo que dificulta mucho el enfriamiento de los vagones y plataformas de la red.
El proyecto en Västerås no es el primero de este tipo.
En Finlandia, la empresa de energía Helen comenzó a llenar con agua caliente un sistema de cavernas un poco más pequeño en la isla de Mustikkamaa en 2021.
La instalación ahora está operativa y suministra calor a 25.000 apartamentos de una habitación durante todo el año, aseguró la compañía.
“Estas soluciones son geniales”, le dijo Fleur Loveridge de la Universidad de Leeds (Reino Unido) a Baraniuk .
Según la Autoridad del Carbón de Reino Unido, una cuarta parte de la población británica vive sobre minas de carbón abandonadas.
Un número significativo de estas minas están inundadas y, naturalmente, mantienen temperaturas relativamente cálidas, aproximadamente alrededor de 15 ºC.
Esta agua de las minas podría calentarse aún más, quizás mediante un sistema de bomba de calor, antes de distribuirse por tuberías a las casas cercanas, donde calentaría los radiadores o proporcionaría agua caliente.
Tal sistema podría usar intercambiadores de calor para calentar un circuito cerrado de agua, para que los posibles contaminantes del agua de la mina no pasen al suministro doméstico.
La profesora Loveridge señaló que la calefacción representa aproximadamente una cuarta parte de las emisiones de carbono de Reino Unido y la descarbonización de la calefacción es bastante difícil.
Millones de hogares todavía dependen de calderas de combustibles fósiles, por ejemplo.
“Deberíamos, como país, utilizar todas las fuentes para producir y almacenar energía térmica que tenemos”, afirmó.
Pero hay una alternativa a los termos gigantes subterráneos: ¿qué pasa con las esponjas rocosas calientes? Matthew Jackson, del Imperial College London, le explicó a la BBC que en Reino Unido se podrían usar los acuíferos, cuerpos porosos de roca subterráneos que retienen agua de forma natural.
Es posible bombear calor, o frío, en grandes áreas de estas “esponjas” y luego sacar el calor o el frío nuevamente a través de un fluido cuando sea necesario, para calentar o enfriar las viviendas.
Tal sistema podría ser incluso más eficiente que los depósitos de agua caliente en las cavernas, aseveró Jackson.