El informe realizado por la Academia Nacional de Ciencias no atribuye responsabilidad de la emisión de las ondas de energía a nadie.
La misteriosa enfermedad que padeció el cuerpo diplomático de Estados Unidos en Cuba fue muy probablemente causado por radiación de microondas dirigidas, según un informe del gobierno estadounidense.
El informe realizado por la Academia Nacional de Ciencias no atribuye responsabilidad de la emisión de las ondas de energía a nadie.
Sin embargo, señala que la otrora Unión Soviética llevó a cabo investigaciones de pulsación de energía de radiofrecuencia hace más de 50 años.
Las enfermedades afectaron inicialmente al personal estadounidense de la embajada en La Habana entre 2016 y 2017.
El personal y algunos de sus parientes se quejaron de síntomas que iban desde el mareo, pérdida de equilibrio, sordera, ansiedad y algo que describieron como “bruma cognitiva”.
Se le dio el nombre de “Síndrome de La Habana”.
Estados Unidos acusó a Cuba de realizar “ataques sónicos”, que fueron enfáticamente negados y el incidente aumentó las tensiones entre los dos países.
En 2019, un académico estadounidense encontró “anomalías cerebrales” en los diplomáticos que cayeron enfermos, pero Cuba desestimó el informe.
Canadá también redujo el personal de su embajada en Cuba después de que por lo menos 14 de sus ciudadanos reportaran síntomas similares.
El estudio más reciente fue hecho por un equipo de expertos médicos y científicos que examinaron los síntomas de unos 40 empleados del gobierno.
Muchos han sufrido efectos crónicos y debilitantes, según el informe.
“El comité consideró que muchas de las señales peculiares y agudas, síntomas y observaciones reportadas por los empleados (del gobierno) son consistentes con los efectos de energía de radiofrecuencia pulsada o dirigida“, señala el informe.
“Los estudios de libre acceso publicados hace más de medio siglo y a través de subsiguientes décadas por fuentes occidentales y soviéticas ofrecen evidencia circunstancial de este posible mecanismo”.
Indicó que se había llevado a cabo una “investigación significativa en Rusia/URSS sobre los efectos de estar expuesto a ondas [de radiofrecuencia] pulsadas en lugar de continuas”.
Añadió que personal militar apostado en “países comunistas euroasiáticos” había estado expuesto a radiación no térmica.
Cuba no fue el único lugar donde los diplomáticos estadounidenses reportaron sufrir de síntomas inusuales.
En 2018, EE.UU. retiró varios de sus funcionarios de China, luego de que empleados en la ciudad sureña de Guangzhou reportaran “sensaciones sutiles y vagas, pero anormales, de sonido y presión”.
Uno de los funcionarios estadounidenses fue diagnosticado con trauma leve del cerebro.