Elisa era una estudiante canadiense de 21 años que desapareció en 2013.
Cuando Elisa Lam fue encontrada muerta en el depósito de agua de un hotel en Los Ángeles en 2013, las circunstancias de su historia eran tan rocambolescas que acaparó la atención morbosa propia de una película de terror.
Tenía todos los ingredientes: un vídeo viral, ciudadanos anónimos investigando el suceso y replicándolo en la red, un misterio de internet.
Ahora una serie documental quiere contar la historia de Elisa Lam, pero esta vez de un modo diferente.
Elisa era una estudiante canadiense de 21 años que desapareció en 2013 en el Hotel Cecil, en el centro de Los Ángeles, mientras viajaba por Estados Unidos.
Un vídeo de Elisa, grabado en el ascensor antes de que se desvaneciera, se hizo viral cuando fue publicado por la policía de Los Ángeles durante su investigación.
Las puertas del ascensor no se cerraron. Parecía estar hablando con alguien que no se veía. Sus movimientos eran extraños. Entraba y salía del ascensor. Luego, se desvaneció.
El cuerpo de Elisa fue hallado en un depósito de agua en el tejado del hotel 19 días después de que se denunciara su desaparición.
Algunas personas mantuvieron que el video era una prueba de actividad sobrenatural y todavía existen teorías conspirativas sobre la desaparición de Elisa.
Y esa es una de las razones por las que el director Joe Berlinger quería hacer esta serie.
“Esta historia se ha contado antes, pero creo que se ha hecho de forma muy irresponsable“, cuenta Joe a la BBC.
“Para el espectador medio es otra historia atrayente que ves, y luego pasas a la siguiente. Pero para quien le ha pasado esto, es el peor momento de su vida. Es una verdadera tragedia para esa persona y su familia”.
Las pruebas sobre las circunstancias del caso de Elisa Lam son convincentes.
El video, las similitudes con la trama de la película de terror Dark Water e incluso los vínculos sugeridos con una prueba de tuberculosis llamada Lam-Elisa forman parte de lo que ha impulsado las teorías conspirativas y las historias de fantasmas que siguen siendo populares en internet.
“Sin duda, tenemos que hablar de las historias de fantasmas y contextualizarlas”, opina Joe.
“No es algo que se pueda evitar tampoco, porque es una gran parte de la historia”.
Esas historias de fantasmas fueron alimentadas, en parte, por los hallazgos de los “detectives de la red” que trabajaban para reconstruir los últimos momentos de Elisa al mismo tiempo que el Departamento de Policía de Los Ángeles.
Varios aparecen en esta serie, mostrando la “visión de túnel” de la gente si sólo se centra en coincidencias y conspiraciones.
Joe dice que, a veces, estos sabuesos de la web pueden hacer “cosas maravillosas”, pero en el caso de Elisa, “sus acciones fueron un poco equivocadas”.
La familia de Elisa no aparece, salvo en las nuevas imágenes de archivo, pero sabían que Joe estaba contando la historia.
“Creo que simplemente querían seguir adelante”, dice.
“Si miras los otros relatos de la historia, verás que la muestran como la víctima de una presencia horrible y malvada que se apoderó de ella.
“Ese tipo de narrativas, me parece, son increíblemente irrespetuosas y probablemente por eso la familia no quería enfrentarse a otro programa que fuera a exagerar las circunstancias de la tragedia”.
Sin embargo, la policía de Los Ángeles, el forense y el gerente de la época del Hotel Cecil hablan por primera vez de lo sucedido.
La gerente del hotel era Amy Price. No era la primera vez que le pedían que hablara de esto.
“Por lo general, pongo los ojos en blanco y pienso: ‘Oh, ahí va otro más'”, le dijo a la BBC.
“Se han hecho tantos trabajos sobre esto… y para ser sincera, no he visto ninguno”.
Este “me pareció bien”, dice.
El Cecil, en el momento de la desaparición de Elisa, no era el típico hotel.
Situado en el corazón del centro de Los Ángeles, que tiene un enorme problema de indigencia, algunos pisos eran para visitantes como Elisa, mientras que otros eran alojamientos de corta o larga duración para las personas sin hogar que vivían en esta zona.
Después de la desaparición de Elisa, los dedos apuntaron a los residentes y al personal del hotel, lo que según Amy fue “estresante y desgarrador”.
“Desde el principio, cuando Elisa desapareció, tuve un mal presentimiento”.
“Ella viajaba sola y realmente pensé que podía haberse mezclado con la gente equivocada, algo que no sería difícil de hacer en el centro de Los Ángeles”.
Antes de la muerte de Elisa, el hotel ya tenía mala reputación. Era un lugar con un historial de suicidios, sobredosis y donde se habían alojado varios asesinos en serie de alto perfil.
Incluso sirvió de inspiración para American Horror Story: Hotel, protagonizada por Lady Gaga, que interpretaba a una vampira que vive en un ático.
Pero para Amy, antes de la desaparición de Elisa, no era un mal lugar en absoluto.
“Hay mucha oscuridad que a la gente le gusta revisitar: como Richard Ramírez, Jack Unterweger y, por supuesto, Elisa Lam. Pero quiero decir que no era horrible trabajar allí”, dice.
“Teníamos un gran equipo, llevábamos un negocio y lo disfruté”.
Y Joe se comprometió a contar la historia de personas como Amy tanto como la de Elisa.
“Mi reputación de ser una persona responsable probablemente ayudó a convencer a Amy de que hablara, y creo que su perspectiva es realmente esencial”, dice.
“Hay seres humanos reales detrás del folclore.
“Eran personas que hacían lo mejor que podían, con recursos limitados, para gestionar un hotel de la mejor manera en un barrio horrible”.
Amy ya ha dejado el negocio de la hostelería y trabaja como diseñadora de joyas, además de escribir un libro sobre sus propias experiencias en el Hotel Cecil.
“Quiero compartir mi historia”, dice. “Pero no es una historia de terror ni nada parecido. Es una historia de lucha”.