"Usted ha devaluado la importancia de esa palabra tan fea, impeachment".
Expresiones como la anterior están presentes en la carta que este martes envió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la máxima representante del Partido Demócrata en el Congreso, Nancy Pelosi, para protestar por la investigación para un juicio político en su contra.
El mandatario acusó a Pelosi de haber declarado “una guerra abierta contra la democracia en Estados Unidos”.
La líder demócrata, por su parte, consideró la misiva “ridícula”.
El envío de la carta se produce tan solo un día antes de que la Cámara de Representantes -presidida por Pelosi y controlada por una mayoría demócrata- vote para decidir si se celebrará un juicio político en contra del presidente.
Si se cumplen los pronósticos, la Cámara Baja dará luz verde al impeachment: el juicio político será realizado entonces en el Senado.
Trump está acusado de haberse valido de su cargo para presionar a Ucrania y obtener beneficios políticos personales de cara a las elecciones presidenciales de 2020.
Con pocas esperanzas de cambiar el rumbo de la votación el miércoles, el mandatario usó su carta de seis páginas para atacar amargamente el proceso y denunciar a Pelosi.
Se trata de una intervención destacada del presidente, quien ha obstaculizado el proceso de investigación al impedir a funcionarios clave del gobierno que acudan a testificar ante la Cámara de Representantes.
Trump asegura en la carta que había sido “privado del derecho básico al debido proceso consagrado en la Constitución desde el inicio de esta estafa del impeachment” y afirma que se le “negaron los derechos más fundamentales garantizados por la Constitución, incluyendo el derecho a presentar evidencias”.
Agregó que los acusados en “los juicios contra las brujas de Salem” recibieron más garantías.
El mandatario fue invitado por el jefe demócrata del Comité Judicial de la Cámara de Representantes a entregar pruebas durante la investigación para el impeachment, lo que habría dado oportunidad a sus abogados para que interrogaran a los testigos, pero él se negó.
Trump enfrenta dos cargos en este proceso: obstrucción al Congreso, por su negativa a cooperar con la investigación, prohibiendo que los miembros de su equipo comparecieran y reteniendo evidencias documentales; e intento de usar su cargo para presionar al gobierno de Ucrania para que abriera una investigación en contra de Joe Biden, uno de los líderes demócratas con mayores posibilidades de disputarle la presidencia en las elecciones de 2020.
Si como se espera los miembros de la Cámara de Representantes votan este miércoles según su filiación partidista, Trump se convertirá en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser sometido a un impeachment.
De ser así, Trump afrontará un juicio en el Senado, en el cual los senadores de ambos partidos están obligados a actuar como jueces independientes.
El Senado está controlado por el gobernante Partido Republicano.
El líder republicano de esa Cámara, Mitch McConnell, adelantó que los senadores de su partido van a actuar en “coordinación total” con el equipo del mandatario durante el juicio y votarán en contra del proceso.
El líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, respondió señalando que si el proceso de impeachment llega hasta esa Cámara, cada uno de sus miembros “hará un juramento para impartir ‘justicia imparcial'”.
“Asegurarse de que el Senado lleva adelante un juicio justo y honesto que permita que todos los hechos salgan a la luz es primordial”, apuntó.
Por otra parte, este martes, Rudy Giuliani, uno de los abogados personales de Trump, pareció confirmar que él trabajó para que se quitara del puesto a la embajadora de Estados Unidos en Ucrania, Marie Yovanovitch, para despejar el camino a investigaciones que pudieran ser útiles políticamente para Trump.
Giuliani le dijo a The New York Times que él le hizo llegar a Trump “en un par de ocasiones” información sobre cómo la diplomática se había inmiscuido en el camino de potenciales investigaciones.
“Necesitaba a Yovanovitch fuera del camino”, le dijo Giuliani a la revista New Yorker.