El presidente de EE.UU., Joe Biden, reiteró este martes sus amenazas contra el grupo radical islámico durante un desafiante discurso.
“ISIS-K aún no hemos terminado con ustedes”.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, reiteró este martes sus amenazas contra el grupo radical islámico durante un desafiante discurso en el que defendió, una vez, más, la caótica salida de las tropas de EE.UU. de Afganistán tras casi 20 años de guerra
Durante su primer mensaje a la nación tras el retiro de las tropas, el mandatario aseguró que su país continuará castigando con “duros, e implacables ataques dirigidos” a ISIS-K, responsable de la muerte de unas 170 muertos en un atentado en aeropuerto de Kabul, y extendió su amenaza a otros grupos que quieran atentar contra su país.
“Para aquellos que deseen hacer daño a Estados Unidos, Estados Unidos nunca descansará”, dijo.
“No los perdonaremos, no los olvidaremos, los perseguiremos hasta los confines de la tierra y pagarán el precio máximo”, agregó, en un mensaje que parecía repetir por momentos las mismas frases de sus discursos desde el comienzo de la evacuación en Kabul.
Durante la mayor parte de su alocución Biden trató una vez más de defenderse de las críticas por la forma poco organizada y a contrarreloj en que se dio la salida de las tropas de Afganistán y negó que el plazo del 31 de agosto fuera una “fecha arbitraria”, sino “para salvar vidas”.
“Algunos dicen que deberíamos haber comenzado la evacuación masiva antes y que podríamos haberlo hecho de una manera más ordenada. Respetuosamente no estoy de acuerdo“, señaló.
Biden dijo que cree que incluso si las evacuaciones hubieran comenzado en junio o julio “habría sido también una misión muy difícil y peligrosa”.
Como en otros discursos, Biden trató de responsabilizar al gobierno de Donald Trump por iniciar las conversaciones con los talibanes y establecer una fecha para la retirada de las tropas.
Sin embargo, fue su decisión como comandante en jefe seguir el plan establecido por su predecesor.
En su defensa, repitió que no iba a “extender esta guerra para siempre” y que no iba a postergar “para siempre” la salida de las tropas.
“Las opciones eran irnos o escalar la situación”, subrayó.
Biden presentó también durante su discurso lo que parece será su visión sobre política exterior durante su gobierno, en la que no contempla necesariamente el despliegue de tropas y el uso de la fuerza militar.
“No creo que la seguridad de Estados Unidos mejore con el despliegue de miles de tropas y el gasto de miles de millones en Afganistán”, dijo.
“Atacamos a ISIS-K de forma remota días después de que asesinaran a 13 de nuestros miembros del servicio y a decenas de afganos inocentes”, agregó, para después reiterar que la estrategia de Estados Unidos tiene que cambiar y no es necesario que haya tropas en el terreno para combatir el “terrorismo”.
No obstante, aseguró que la defensa de los derechos humanos estará “en el centro de su política exterior”.
En ese sentido, dijo que Estados Unidos seguirá apoyando a los afganos a través de la diplomacia y la ayuda humanitaria.
“La guerra en Afganistán ha terminado”, afirmó.