Despegaron de Ámsterdam rumbo a Ciudad de México, cruzaron el vasto Atlántico, comenzaron a cruzar los cielos de Canadá y 11 horas de vuelo después, aterrizaron… en la misma ciudad que los vio partir.
El vuelo KL685 de la aerolínea holandesa KLM, con ruta diaria entre estados dos ciudades de Países Bajos y México, vivió el jueves un episodio singular y todavía lleno de incertidumbres.
Según informó la compañía, cuando estaban a miles de pies sobre Canadá, se reportó una actividad del volcán Popocatépetl, cerca de la capital mexicana, que lo obligó a cruzar de vuelta el Atlántico.
No están claros los motivos que llevaron al piloto a regresar a su origen en lugar de aterrizar de emergencia en otra ciudad en Canadá o Estados Unidos ni tampoco por qué no hay reportes de otros vuelos hacia CDMX que hayan sido afectados por este motivo.
Una vocera de KLM le dijo a la BBC que el avión, un Boeing 747, también transportaba una gran cantidad de caballos en ese momento, lo que según medios holandeses podría haber sido un factor para el retorno.
La portavoz, sin embargo, no pudo explicar de manera oficial qué causó que el capitán decidiera retornar a Ámsterdam. Solo alegó que hubo “muchas razones” , aunque admitió que la carga equina pudo haber sido una de ellas.
KLM se disculpó por las molestias que generó el incidente y reprogramó los vuelos para todos los pasajeros.
El Popocatépetl es la segunda montaña más alta de México y se encuentra a 70 km de la capital.
El volcán ha estado activo todo el año y durante casi todo noviembre ha estado expulsando cenizas y gases al aire.
Las erupciones volcánicas son causa frecuente de desvíos o interrupciones de vuelos.
En 2010, miles de aviones quedaron varados en tierra cuando el Eyjafjallajökull de Islandia entró en erupción y cubrió Europa con una gigantesca nube de cenizas.
Más recientemente, los vuelos se interrumpieron en mayo cuando el monte Agun en Bali entró en erupción y arrojó lava y rocas a una distancia de 3 km en la atmósfera.