El ejército ucraniano dice que sus fuerzas han recuperado 3.000 kilómetros cuadrados en el norte, este y sur del país, luego de una rápida contraofensiva contra Rusia.
Aunque la BBC no ha podido verificar de forma independiente la información, ya que a los periodistas se les ha negado el acceso al frente, el Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado la retirada de sus fuerzas de tres ciudades clave.
Si se confirma, el ritmo del contraataque parece haber tomado a los rusos por sorpresa.
En esta nota compartimos lo que sabemos.
El jueves 8 de septiembre en la noche, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calculó la cantidad de tierra recuperada en la contraofensiva del país en 1.000 kilómetros cuadrados, como se muestra en el mapa siguiente.
Para la noche del sábado 10 de septiembre, esa cifra había aumentado a 2.000 kilómetros cuadrados, y el mandatario afirmó que se habían “liberado” más de 30 asentamientos en la región de Járkiv.
El principal funcionario de ocupación de Rusia en la región admitió que las fuerzas ucranianas habían obtenido una “victoria significativa”.
Mientras que este domingo, según informa la agencia de noticias Reuters, el comandante en jefe de Ucrania, el general Valeriy Zaluzhnyi, dijo en Telegram que las fuerzas armadas de su país habían recuperado el control de más de 3.000 kilómetros cuadrados desde principios de este mes.
El notable avance, si se confirma, significa que las fuerzas de Kyiv han triplicado sus victorias en poco más de 48 horas.
El contraataque vio a las tropas ucranianas ingresar a dos ciudades que son vitales para el suministro: Izyum) y Kupyansk. Ambas están controladas por Rusia.
Si se mantiene, este sería el cambio de primera línea más significativo desde que los rusos se retiraron de las áreas alrededor de Kyiv en abril.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó la retirada de sus fuerzas de Izyum (como se ve en el mapa de arriba) y Kupyansk. Afirmó que esto permitiría a sus fuerzas “reagruparse” en territorio controlado por separatistas respaldados por Moscú.
También confirmó la retirada de las tropas de una tercera ciudad clave, Balakleya, para “fortalecer los esfuerzos” en el frente de Donetsk.
Kupyansk sirvió como el principal centro de suministro del este de Rusia y la pérdida de Izyum, que Moscú pasó más de un mes tratando de tomar al comienzo de la guerra, sería vista como una gran humillación para el presidente ruso, Vladimir Putin.
El jefe de la administración instalada por Rusia en la región de Járkiv recomendó que su gente regrese a Rusia “para salvar vidas”.
Sin embargo, el informe diario del Ministerio de Defensa ruso del domingo 11 de septiembre, según BBC Rusia, no decía nada sobre la retirada de las tropas en dicha zona.
Los funcionarios de defensa de Reino Unido advierten que la lucha continúa fuera de esos pueblos.
La atención internacional se ha centrado en el avance ucraniano en la ciudad de Jersón.
Fue la primera ciudad en ser tomada por las fuerzas rusas después de la invasión, pero Ucrania recientemente ha tratado de recuperar territorio usando nueva artillería de largo alcance.
Jersón es una ciudad estratégicamente importante si Rusia tiene la intención de atacar el puerto ucraniano de Odessa, y también es crucial como el principal proveedor de agua para Crimea, controlada por Rusia.
Los analistas creen que Rusia redirigió algunos de sus militares más experimentados para defender la ciudad.
Nataliya Gumenyuk, portavoz del comando sur del ejército ucraniano, dijo que habían avanzado “entre dos y varias decenas de kilómetros” a lo largo de ese frente.
Pero se dice que las fuerzas rusas que luchan en el frente sur se atrincheraron en posiciones defensivas, y las tropas ucranianas han enfrentado una fuerte resistencia desde que comenzaron su ataque.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, elogió el avance de Ucrania en la provincia nororiental de Járkiv como un hito en la guerra que ya cumplió seis meses y dijo que este invierno boreal podría traer “ganancias” de territorio más rápidas si Kyiv puede obtener armas más poderosas.
Las victorias también se verían como una señal de que el ejército de Ucrania tiene la capacidad de recuperar las zonas ocupadas, algo crucial ya que el gobierno continúa pidiendo apoyo militar a sus aliados occidentales.
Sin embargo, en una entrevista con The Financial Times, el ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, advirtió sobre la posibilidad de un contraataque ruso.
“Una contraofensiva libera territorio y luego tienes que controlarlo y estar listo para defenderlo”, dijo Reznikov. “Por supuesto, tenemos que estar preocupados, esta guerra nos ha preocupado durante años”.
Las fuerzas rusas aún controlan alrededor de una quinta parte de Ucrania, por lo que pocos imaginan que este avance potencial del lado ucraniano traerá un final rápido a la guerra.