Para la mayoría de nosotros, quedarnos en un hotel, es algo que hacemos por necesidad -como en un viaje de negocios- o algo que nos hace ilusión como parte de unas vacaciones o una excursión.
Pero qué pensarías si te digo que hay una gran posibilidad de que tu habitación de hotel, más allá de cómo se vea, no esté tan limpia. Incluso si es una habitación cara, eso no significa que esté menos sucia.
De hecho, quien sea que haya estado allí antes que tú, habrá depositado bacterias, hongos y viruspor todos los muebles, alfombras, cortinas y superficies. Lo que queda de esos depósitos de gérmenes depende de la eficiencia con la que el personal del hotel limpie tu habitación
Y, seamos francos, lo que un hotel considera limpio puede diferir de tu idea de limpieza.
Por lo general, la evaluación de la limpieza de las habitaciones de hotel se basa en observaciones y en el olfato, no en la microbiología invisible del espacio, que es donde residen los riesgos de infección. Así que profundicemos en el mundo de los gérmenes, insectos y virus para descubrir qué podría estar al acecho y dónde.
Antes incluso de llegar a la habitación, piensa en los botones del ascensor del hotel como un sitio donde se acumulan los gérmenes. Estas teclas son presionadas todo el tiempo por muchas personas que pueden pasar sus gérmenes a esta superficie o entrar en contacto con los gérmenes que ya están ahí.
Las manijas de las puertas comunales pueden ser similares en términos de la presencia de gérmenes, a menos que las limpien regularmente.
Lava tus manos o usa un desinfectantes después de tocar una manija, antes de tocar tu cara o comer o beber.
Las infecciones más comunes que la gente se contagia en habitaciones de hotel son virus estomacales (diarrea y vómitos) junto con virus respiratorios, como resfriados y neumonía, así como, por su puesto, covid-19.
Los inodoros y los baños tienden a limpiarse más a fondo que el resto en una habitación de hotel y, a menudo, son los entornos menos colonizados bacteriológicamente.
Si el vaso que está en el baño no es descartable, lávalo antes de usarlo (el jabón para el cuerpo o el champú son efectivos para ello), ya que nunca puedes estar seguro de que lo han limpiado bien. Las puertas del baño también pueden estar colonizadas por patógenos provenientes de manos o trapos sucios.
La cama, las sábanas y las almohadas también pueden albergar algunos visitantes indeseados. Un estudio de 2020 encontró que después de que un paciente presintomático de covid-19 ocupara una habitación de hotel, hubo una contaminación viral significativa en muchas superficies, con niveles particularmente altos en las sábanas, la funda de la almohada y la funda del edredón.
Si bien es más probable que las sábanas y las fundas de las almohadas se cambien entre los ocupantes, es posible que no se cambien las colchas, lo que significa que estas telas pueden convertirse en reservorios invisibles de patógenos, tanto como el asiento del inodoro.
Como en algunos casos las sábanas no siempre se cambian entre un visitante y otro, es mejor que lleves las tuyas.
Algo en lo que se piensa menos es el escritorio, las mesas de luz, el teléfono, la tetera, la máquina de café, los interruptores de luz o el control remoto de la televisión. Estos objetos no siempre se limpian cuando hay recambio de ocupantes.
Virus como el norovirus pueden permanecer en su forma infecciosa por días en superficies duras, como puede el covid-19, y el intervalo típico entre ocupante y ocupante en una habitación suele ser de menos de 12 horas.
Los objetos de tela o tapizados como los almohadones, sillas y cortinas también son difíciles de limpiar y puede que no sean desinfectados más allá de quitarles algunas manchas. Así que lavarse las manos después de tocarlos puede ser una buena idea.
Como si estos gérmenes y superficies sucias no fueran suficientes, también hay que pensar en las chinches. Estos insectos chupadores de sangre son expertos en esconderse en espacios estrechos y pequeños, permaneciendo inactivos y sin alimentarse por meses.
Los espacios pequeños incluyen las grietas y hendiduras en el equipaje, los colchones y la ropa de cama. Las chinches están muy extendidas en toda Europa, África, Estados Unidos y Asia, y a menudo se encuentran en los hoteles. Y el hecho de que una habitación luzca y huela a limpio no significa que no haya chinches al acecho.
Afortundamente, es poco probable que las picaduras de chinches te transmitan una enfermedad, pero las zonas de la picadura pueden inflamarse e infectarse.
Para detectar la presencia de chinches, fijáte si tienes picaduras rojizas en la piel y si hay manchas de sangre en las sábanas. Estos son signos de una infestación activa (utiliza una crema antiséptica sobre las picaduras).
Otros signos pueden encontrarse en el colchón, detrás de la cabecera y dentro de cajones y armarios: manchas marrones pueden ser restos de heces, la piel de las chinches tiene un aspecto marrón plateado y las chinches vivas son de color marrón y normalmente tienen entre uno y siete milímetros de largo.
Avísale al hotel si piensas que hay chinches en tu habitación. Y para evitar llevártelas contigo cuando te vas, limpia cuidadosamente tu ropa y tus maletas antes de abrirlas en tu casa.
Dado que los hoteles de categoría superior tienden a tener un uso más frecuente de las habitaciones, una habitación más cara en un hotel de cinco estrellas no significa necesariamente una mayor limpieza, ya que los costos de limpieza de las habitaciones reducen los márgenes de beneficio.
Así que dondequiera que te hospedes, lleve contigo un paquete de toallitas antisépticas y úsalas en las superficies duras de tu habitación.
También, lava o desinfecta tus manos con frecuencia, especialmente antes de comer o beber cualquier cosa. Y lleva pantuflas o medias gruesas ara evitar caminar descalzo en las alfombras del hotel, que también suelen estar sucias.
Y después de todo esto, disfruta tu estadía.
*Primrose Freestone es profesora de Microbiología Clínica de la Universidad de Leicester, en Reino Unido.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aqui bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original (en inglés).