La Casa Blanca le dio luz verde este jueves a la mayor liberación al mercado de reservas estratégicas de petróleo en la historia del país.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que pondrá a disposición del mercado hasta 180 millones de barriles de las reservas de crudo estadounidenses en un período de seis meses, un movimiento de una escala sin precedentes con el que el gobierno busca reducir el alto costo del combustible y combatir la ola inflacionaria.
La decisión, que intentará aliviar la escasez de suministro de crudo provocada por la guerra en Ucrania, es la más grande desde que se creó la reserva en 1974.
Sin embargo, es poco probable que la liberación, de alrededor de 1 millón de barriles por día, resuelva por completo la crisis energética actual, dicen analistas.
Biden prometió más acciones para impulsar la producción energética estadounidense y dijo que la liberación de petróleo “serviría como puente hasta fin de año, cuando la producción nacional aumente”.
El mandatario también pidió a las empresas realizar inversiones para acelerar la adopción de fuentes de energía más ecológicas.
La noticia de los planes de Estados Unidos se produjo mientras la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, incluida Rusia, sostenían un encuentro este jueves.
Después de solo 12 minutos de deliberación, el grupo de las principales naciones productoras de petróleo dijo que se apegaría a su cuerdo existente para aumentar gradualmente la producción.
“El consenso sobre la perspectiva apuntaba a un mercado bien equilibrado”, declaró la Opep+ en un comunicado.
“La volatilidad actual no es causada por los fundamentos, sino por los desarrollos geopolíticos en curso”.
La decisión se produce a pesar de la presión de EE.UU., Reino Unido y algunos miembros del grupo para un mayor aumento de la producción.
El elevado costo del combustible se ha convertido en un tema político global, especialmente en EE.UU., que realizará elecciones legislativas en noviembre.
Tras el anuncio de Biden, el índice de referencia del petróleo de EE.UU. (West Texas Intermediate), bajó aproximadamente un 4,7%, mientras que el índice Brent Crude siguió una tendencia similar.
“Si bien las el anuncio de acciones ayudará a controlar los precios en el corto plazo, creemos que se necesitará un aumento en la producción mundial para provocar una caída sostenida de los precios”, dijo Edward Gardner, economista de materias primas de Capital Economics.
El desafío de Occidente es cómo conseguir una mayor disponibilidad de crudo en los mercados para compensar la pérdida de suministros de Rusia, el segundo mayor exportador de petróleo del mundo después de Arabia Saudita.
El crudo Brent alcanzó los US$139 el barril a principios de este mes después de la invasión rusa de Ucrania y las sanciones impuestas a Moscú por Estados Unidos y sus aliados.
Los precios de la energía han retrocedido desde entonces, pero el precio del petróleo sigue siendo casi un 70% más alto que hace un año.
Los suministros mundiales de energía se habían estado ajustando durante meses a medida que las economías comenzaban a recuperarse de la pandemia de covid-19.
Pero con la guerra en Ucrania la situación ha empeorado por las expectativas de que las exportaciones de petróleo ruso podrían bajar hasta 3 millones de barriles por día.
La mayoría de las otras grandes naciones productoras de energía están a plena capacidad o no están dispuestas a aumentar la producción.
Estados Unidos, que es el mayor productor de petróleo del mundo, actualmente extrae 11,7 millones de barriles de petróleo al día, pero eso no es suficiente para satisfacer la demanda mundial.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) ha convocado una reunión de emergencia para este viernes.
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