Oficialmente el 8 de mayo se celebra a escala mundial el fin de la Segunda Guerra Mundial con la rendición de los nazis; sin embargo, no todos lo celebran en esta fecha. ¿Por qué?
Técnicamente, la Segunda Guerra Mundial terminó en Europa con el acta de rendición de los nazis firmada por el general alemán Alfred Jodl el 7 de mayo de 1945, cerca de las 3 horas, en el cuartel general de los aliados, en Reims, Francia. Hace 75 años.
De esa forma, las fuerzas aliadas (compuestas principalmente por Estados Unidos, Francia y la Unión Soviética) tenían pensado hacer las celebraciones correspondientes del armisticio al siguiente día, el 8 de mayo.
Sin embargo, el entonces líder gobernante de la Unión Soviética, Joseph Stalin, no vio de buena manera que la firma de la rendición de Alemania se diera en Francia, aliado occidental, y demandó que esta se replicara el 8 de mayo, obligando a aplazar las celebraciones para el siguiente día, 9 de mayo.
Así fue como el jefe de las fuerzas alemanas, Wilhelm Keitel, replicó la firma de la rendición el 8 de mayo en Karlshorts, Berlín, a las 23 horas.
De acuerdo con un artículo publicado por La Vanguardia, el entonces presidente británico, Winston Churchill, trató de que Stalin desistiera de la réplica del armisticio para no aplazar las celebraciones, pero este no se retractó.
El anuncio oficial de ambas firmas deberían mantenerse en secreto por la Prensa para que toda la pompa de las celebraciones se dieran el 9 de mayo; sin embargo, un periodista publicó la noticia de la rendición el mismo 7 de mayo, por lo que mucha gente en Europa salió a celebrar el 8 de mayo, y en Estados Unidos lo harían un día después, el 9 de mayo.
Estos sucesos obligaron a que, en 2004, las Naciones Unidas declararan ambas fechas, el 8 y 9 de mayo, como Días del Recuerdo y la Reconciliación.
(Foto principal: AFP)