La polémica y el escándalo han perseguido durante décadas a la Iglesia de la Unificación, un grupo religioso vinculado a negocios millonarios al que ahora relacionan con el posible móvil del asesinato del ex primer ministro de Japón Shinzo Abe el pasado viernes 8 de julio.
De acuerdo con la prensa japonesa, Tetsuya Yamagami, el asesino confeso de Abe, le dijo a la policía que actuó movido por el rencor contra una organización religiosa que había presionado a su madre para donar grandes cantidades de dinero, lo que causó la ruina de su familia.
Él creía que Abe había favorecido a esa institución religiosa en Japón.
Aunque la policía de ese país no ha revelado el nombre de la organización religiosa, la Family Federation for World Peace and Unification (Federación Familiar para la Unificación y la Paz Mundial, nombre usado en la actualidad por la Iglesia de la Unificación) confirmó que la madre de Yamagami era miembro de la misma.
Tomihiro Tanaka, responsable de esa organización en Japón, confirmó que la mujer se había unido en 1998, que luego se marchó y que regresó este año.
De acuerdo con la prensa japonesa, la madre de Yamagami vendió su casa y sus tierras hace más de dos décadas para hacer una donación por unos US$700.000.
La Iglesia de la Unificación asegura que todas las donaciones son voluntarias.
Aunque no están del todo claras las razones por las que Yamagami consideró que Abe favoreció a la Iglesia de la Unificación, sí se sabe que el fallecido exmandatario japonés llegó a participar como conferencista pagado en uno de los muchos eventos organizados por ese grupo.
Por otra parte, en junio pasado, Akihiko Kurokawa, líder del partido NHK de Japón, calificó a la Iglesia de la Unificación como un “culto antijaponés” y culpó al abuelo materno de Abe, el ex primer ministro Nobusuke Kishi, de haber permitido la llegada de esa organización al país en 1958.
Pero, ¿cuál es el origen de esta institución y por qué ha causado polémica?
La Iglesia de la Unificación fue creada en 1954 en Corea del Sur por Sun Myung Moon.
Es una variación de la teología cristiana que se basa en la idea de que, al pecar, Adán y Eva le fallaron al plan divino y que el mundo necesita un nuevo mesías que vendría a ser el propio Moon.
Según sus creencias, la pérdida de la gracia divina se debió a que Eva mantuvo relaciones sexuales ilícitas con el diablo en el plano espiritual, lo que llevó a la posterior caída de Adán y a que toda la humanidad terminara replicando el linaje de satán.
La Iglesia de la Unificación considera la familia como la piedra fundacional de la sociedad y del desarrollo espiritual, por lo que otorga gran importancia al matrimonio y, de hecho, es conocida mundialmente por organizar grandes bodas multitudinarias.
Desde Corea del Sur está institución pasó a Japón y, a finales de la década de 1950, comenzó a moverse a Occidente, donde durante décadas fue tachada como una “secta”.
Logró instaurarse en Estados Unidos, donde Moon se radicó en la década de 1970, y también desde la década de 1980 ha tenido presencia en varias países de América Latina, especialmente en Brasil.
Moon visitó en varias ocasiones Argentina, donde se reunió con políticos destacados, incluyendo al expresidente Carlos Menem.
La Iglesia de la Unificación es conocida por su capacidad para captar recursos económicos, labor en la que ha tenido mucho éxito en Japón donde, según los expertos, se origina en torno al 70% de los fondos que ha manejado y que se estiman en centenares de millones de dólares.
De hecho, un exmiembro de alto rango de esa institución llegó a decirle a The Washington Post que entre las décadas de 1970 y 1980, Moon llevó a Estados Unidos desde Japón unos US$800 millones.
Parte de esos recursos han procedido de la venta de objetos religiosos con supuestos poderes espirituales fabricados por empresas pertenecientes a la familia Moon, pero sobre todo de las llamadas “ventas espirituales”.
A través de este mecanismo les solicitan a las personas donaciones económicas para “ayudar a elevar el espíritu” de sus seres queridos fallecidos.
Según han dicho personas que pertenecieron a esa organización, sus miembros en Japón revisan los obituarios y luego visitan las casas de los deudos para decirles que la persona fallecida se había comunicado con la Iglesia y había pedido que su familia buscara dinero del banco para donarlo y así lograr su elevación espiritual.
Estos mecanismos de recolección de fondos han derivado en varias demandas judiciales en Japón, en las cuales centenares de personas afectadas han sido recompensadas en los tribunales.
Elgen Strait, un exmiembro de esa organización, comentó al diario británico The Telegraph sobre la presión que existe allí para hacer donaciones.
“Hay un concepto presente en toda la organización según el cual tu posición espiritual se ve afectada directamente por la cantidad de dinero que das. En Estados Unidos se espera que des 10% de tus ingresos antes de impuestos cada mes. En Japón, es 30%. Pero eso es solamente para empezar”, apuntó.
Moon, quien en 1982 fue encarcelado en EE.UU. por evasión fiscal, se convirtió también en un hombre de negocios que, según estimaciones, tenía una fortuna de unos US$900 millones cuando falleció en 2012 a la edad de 92 años.
Entonces poseía inversiones en un equipo de fútbol, en una fábrica de autos, una fábrica de armas y en el diario The Washington Times, entre otros negocios.
Durante décadas, Moon y la Iglesia de la Unificación buscaron vincularse con políticos y figuras reconocidas a las que invitaban como conferencistas de pago a los diversos eventos que organizaban.
Según los expertos, esto formaba parte de una estrategia para lograr mayor credibilidad al vincularse con figuras reconocidas.
Así, por ejemplo, en la misma conferencia en 2021 en la que participó el ex primer ministro Abe llamada “Rally of Hope” también estuvieron presentes Donald Trump y el ex primer ministro de Canadá Stephen Harper.
Exmandatarios estadounidenses como Gerald Ford y George H.W. Bush participaron en conferencias de esa organización a mediados de la década de 1990, así como el exmandatario soviético Mijaíl Gorbachov y el humorista Bill Cosby.
Según le dijo a The Washington Post el investigador Larry Zilliox, quien ha dedicado años a investigar a Moon, el objetivo de estas contrataciones es claro.
“Ellos le pagarán a cualquiera que les dé legitimidad. Los grandes nombres atraerán a los nombres más pequeños, que son la gente que les puede ayudar con sus iniciativas locales”, apuntó.
Desde la muerte de Moon, su viuda, Hak Ja Han Moon, quedó al frente de la Iglesia de la Unificación, mientras que dos de sus hijos están a cargo de organizaciones más pequeñas.
Aunque en 2012 la organización dijo que contaba con unos tres millones de fieles en todo el mundo, expertos creen que esa cifra es excesiva.
Distintas estimaciones ubican el número real entre los 50.000 y los 600.000 miembros.
La Iglesia de la Unificación es conocida por organizar bodas multitudinarias. GETTY IMAGES