"Es muy triste porque ya se le pide tanto al maestro, que ahora también se nos exige que carguemos con un arma", dice una maestra.
El ataque masivo en la escuela primaria Robb, en Uvalde, Texas, que dejó como saldo 19 niños y dos maestras muertas el pasado 24 de mayo reavivó el debate sobre qué medidas tomar para frenar la violencia.
El Congreso del estado de Ohio reaccionó rápidamente y aprobó el pasado 1 de junio una polémica ley que permitirá a los maestros y otro personal escolar portar armas en la escuela.
La norma anula una decisión de la Corte Suprema estatal de 2021 que requería que los maestros recibieran un entrenamiento con armas equivalente al que reciben los agentes de policía.
Si el gobernador promulga la ley, los maestros que voluntariamente elijan portar armas en las escuelas deberán cumplir con una capacitación de solo 24 horas.
Los legisladores aprobaron también un paquete de US$105 millones dirigido a prevenir tiroteos en escuelas.
Pero ¿qué opinan los maestros sobre llevar armas a la escuela?
Se lo preguntamos a la docente puertorriqueña Rosa Morales Cruz, quien hace una década enseña español como segundo idioma en Cleveland, Ohio, y que es directora ejecutiva para temas educativos del gremio de maestros de esa ciudad.
Después de este último tiroteo masivo en Texas, ¿tienes miedo de dar clases?
No porque hemos creado un ambiente positivo en la escuela. Nos hemos encargado de prevenir estas situaciones construyendo una buena conexión con nuestros estudiantes. Entonces no temo que ellos ataquen la escuela.
Es muy terrible y lamentable lo que pasó en Texas, pero creo que se necesita una conexión entre la comunidad, la escuela y los estudiantes para que ellos se sientan bien y para prevenir estas cosas.
Pero sí tengo miedo porque no nos sentimos seguros en general. Estos hechos no solamente han ocurrido en escuelas. Están ocurriendo en el cine, en las plazas, en los centros comerciales, en las iglesias, en los hospitales, en los lugares donde te tienes que sentir seguro.
¿Es armar a los maestros una buena solución?
Absolutamente no, no, no, no y no.
Armar a los maestros es una malísima idea. Ya tenemos la preocupación de cumplir con los estándares que exige el Estado que son, por ejemplo, asegurarnos de que los estudiantes tengan un nivel de lectura apropiado.
Nuestro deber como maestros es educar a los estudiantes. Si me hubieran dicho que para ser maestra se requiere estar armada, no me hubiese convertido en maestra.
Hoy en día los maestros nos hemos convertido en psicólogos, padres para nuestros estudiantes, hemos cocinado cuando tienen hambre, hemos sido doctores… el rol de maestro no es simplemente de maestro. Nos siguen exigiendo más y más y nos agota.
Es muy triste porque ya se le pide tanto al maestro, que ahora también se nos exige que carguemos con un arma. Nos sacan esa ambición y pasión que tenemos por ser educadores.
El gobierno es rápido para armar un plan y dar los fondos necesarios para tener este entrenamiento, pero no los fondos necesarios para que nuestros estudiantes tengan los recursos para una buena educación.
Estamos hablando de entrenar individuos en un área educativa para llevar armas letales. Si yo hubiera querido entrenar para matar o proteger hubiese sido militar.
Ya tenemos un protocolo por si ocurre una cosa así y saber qué hacer. Pero cargar una arma en las horas que estamos en nuestro ámbito educativo el peligroso.
¿Usted se imagina que un estudiante nos robe el arma o peleé con nosotros para tenerla? ¿O que nosotros dejemos el arma descuidada un momento y que otra persona la tome? ¿O que la escuela se convierta en un campo de batalla?
No puedes solucionar un problema de armas con más armas.
Decirles a los maestros que necesitan tener pistolas y armas para proteger a los estudiantes y para prevenir los tiroteos masivos es como decirles a las víctimas que se pongan más ropa para que no sean violadas.
El problema no es la víctima. El problema es la ley que tenemos con la que personas adquieren armas. ¿Por qué un estudiante a los 18 años puede comprar armas pero no alcohol?
Si el gobernador promulga esta ley, ¿usted se sentiría obligada a portar un arma?
No. Dejaría de ser maestra.
Y me obligaría a sacar a mis hijos de la escuela pública y ponerlos en una escuela privada donde yo sé que existe un sistema de seguridad con personas entrenadas para proteger a mis hijos y que los maestros puedan enseñar y proveer la educación que se merecen.
Es tan triste que nuestros jóvenes hoy en día vean tanta actividad de armas en la comunidad que también tengan que ver a su maestro portando armas.
No creo que eso haga que un estudiante se sienta seguro, sino que se preguntará: ¿por qué lleva un arma? ¿Estaré seguro en esta escuela?
¿Conoces a maestros que sí se armarían?
No. Yo soy parte del sindicato de maestros y del comité ejecutivo del distrito escolar, y ningún maestro está dispuesto a tener armas en la escuela.
Aún aquellos que tienen armas en sus casas dicen que no se sienten seguros de traer sus armas aquí.
Yo creo que no estaríamos preocupados por educar a nuestros estudiantes, sino preocupados por nuestra arma. Son una distracción en un ámbito que se supone que es positivo y acogedor.
(El razonamiento es) yo llevo un arma porque si alguien viene te voy a proteger. Pero esa persona no debería llegar a mi salón. Las áreas de entrada y salida son las que tienen que estar protegidas. Se necesitan policías alrededor de las escuelas que aseguren que esto no pase.
¿Y por qué crees que para mucha gente, incluso para los legisladores, armar a los maestros es la solución?
Recientemente hubo un ataque masivo en un hospital. ¿Les pidieron a los doctores que tengan armas? No. Ellos adquirieron más policías y más seguridad para los hospitales.
¿Por qué a estos gobernantes les gustan las armas y buscar una solución rápida sin estudios, sin análisis y sin pruebas?
Ellos crean leyes que no les afectan. Ellos no son las personas que están dentro de los salones escuchando las historias y el trauma que sufren nuestros estudiantes.
¿Qué les pedirías a las autoridades?
A las autoridades que gobiernan les pediría que este programa que están imponiendo a los maestros lo implementen en el departamento de seguridad del sistema educativo.
No hay fondos para recursos escolares pero los hay para entrenamiento de armas. Que les den ese entrenamiento y licencia de portar armas a las personas que se encargan de la seguridad. Esa la solución.
Cada uno tiene una responsabilidad. La responsabilidad de mantener las escuelas seguras no es de los maestros.
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