Estados Unidos llegó este viernes al número mágico que Joe Biden se propuso como objetivo para alcanzar en sus primeros 100 días de presidencia y lo ha logrado en la mitad de tiempo.
100 millones de dosis de vacunas.
Estados Unidos llegó este viernes al número mágico que Joe Biden se propuso como objetivo para alcanzar en sus primeros 100 días de presidencia y lo ha logrado en la mitad de tiempo.
Y es que tras unos meses iniciales de desorden y confusión, el proceso de vacunación contra el coronavirus en EE.UU. alcanzó velocidad de crucero y va camino de acelerarse notablemente en las próximas semanas.
Estas son algunos de los puntos clave de esta veloz carrera.
Según datos de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, hasta este 12 de marzo se habían administrado 93.721.290 dosis en el país y 32.904.161 ciudadanos estaban totalmente vacunados.
Actualmente se administran unos 2,2 millones de dosis al día y casi el 65% de los adultos de 65 y más años ha recibido al menos la primera dosis.
Hay una serie de criterios para poder optar a la vacuna que varían ligeramente por estados y se actualizan constantemente, pero que se pueden resumir en los siguientes puntos:
Biden insistió el jueves en que su propósito es que todo adulto residente en el país tenga derecho a recibir la vacuna en el mes de mayo.
Para ello, el mandatario instó a los gobernadores de los estados a ir relajando la actual lista de requisitos, especialmente los límites de edad, de aquí a esa fecha.
Alaska se convirtió el pasado martes en el primer estado del país que elimina los grupos prioritarios. Michigan y Wisconsin han anunciado que relajarán sus reglas en las próximas semanas.
Hay que precisar que abrir la elegibilidad no quiere decir que todo el mundo vaya a poder vacunarse en mayo. Todavía habrá que hacer citas y esperar turno.
Otro de los caminos para acelerar la vacunación es extender el número de centros donde se pueden administrar las vacunas y el personal capacitado para hacerlo.
En este sentido, Biden anunció este viernes que profesionales como dentistas, veterinarios y estudiantes de atención sanitaria serán reclutados para ayudar en el esfuerzo nacional de vacunación.
“El Departamento de Salud y Servicios Humanos lanzará un nuevo portal para ayudar a los individuos a determinar dónde se pueden apuntar para ser voluntarios en la administración de vacunas”, dijo Marcella Nuñez-Smith, directora de dicha agencia gubernamental.
Con esta nueva medida, se han autorizado más clases de “vacunadores”, incluidos dentistas, técnicos de emergencias médicas, matronas, optometristas, paramédicos, médicos asistentes, pediatras, terapeutas respiratorios y veterinarios.
Los estudiantes de esas categorías también están autorizados.
Además, unos 4.000 soldados darán apoyo adicional, lo que hace que el despliegue militar para ayudar en estas tareas ascienda a más de 6.000, dijo la Casa Blanca.
También se está ampliando el número de lugares de vacunación, desde farmacias, centros de salud comunitarios y centros de vacunación masiva gestionados por la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), hasta grandes cadenas de supermercados.
Para complementar estos esfuerzos, Biden anunció un plan para poner en marcha una página web federal, que estará lista de aquí al 1 de mayo, para ayudar a la gente a hacer citas de vacunación de una forma más eficaz.
En Estados Unidos y en el resto del mundo, el principal factor que restringe el número de inoculaciones es la lenta distribución de las vacunas por falta de existencias.
En el caso estadounidense, se prevé que la escasez de suministro persista a lo largo de marzo, pero se espera que se expanda de forma considerable en abril.
El gobierno federal les ha dicho a los estados que se preparen para administrar unos 25 millones de dosis a la semana para comienzos del mes que viene.
Biden anunció la adquisición de 100 millones de dosis adicionales de la vacuna de Johnson&Johnson, que la semana pasada se asoció con la farmacéutica Merck para acelerar la distribución.
“Estamos como en tiempos de guerra, las dosis adicionales nos dan un máximo de flexibilidad para los próximos meses”, señaló Andy Slavitt, el consejero de la Casa Blanca para la respuesta a la covid-19.
En sus primeros 50 días de gobierno, dijo Slavitt, Biden ha encargado la suficientes vacunas para asegurar que se cumplen los plazos previstos.
La aceleración del proceso de aquí a mayo será posible en gran parte gracias a la liberación de fondos, muchos de ellos contenidos en el plan de rescate aprobado por el Congreso de EE.UU. esta semana y firmado como ley por el presidente el jueves.
La ambiciosa campaña de vacunación del gobierno de Biden no está exenta de críticas y obstáculos.
Dentro de Estados Unidos, todavía hay una gran parte de la población que se muestra reacia a vacunarse.
Y no únicamente los grupos minoritarios de personas que creen en teorías de la conspiración.
Una reciente encuesta sugirió que cerca de la mitad de los republicanos son escépticos hacia la vacuna.
Si sus dudas se traducen en falta de acción, las promesas de Biden -reapertura de los colegios, la capacidad de viajar y las celebraciones del 4 de julio- no podrán cumplirse.
De ahí que el presidente insistiera este jueves que los ciudadanos “tienen que hacer su parte” para poder salir de la pandemia.
Y desde fuera de Estados Unidos, las críticas llegan por lo que se ve como un “acaparamiento egoísta” de las vacunas que pone a sus ciudadanos por delante del resto del mundo y deja a otros países en situación de desventaja.
“Estados Unidos debe escucharnos porque el único que nos presta atención es China”, lamentó el canciller uruguayo, Francisco Bustillo, en un evento con sus homólogos de Mercosur en Washington DC.
El año pasado, la mayoría de los estadounidenses se vieron forzados a renunciar a los desfiles, espectáculos de fuegos artificiales y celebraciones características de su fiesta nacional el 4 de julio, fecha que marca la independencia de los ingleses.
En su discurso del jueves, Biden dijo que no prevé que se puedan celebrar grandes eventos tampoco este año, pero que espera que pueda haber encuentros de familiares y amigos.
“Si hacemos esto juntos, para el 4 de julio es posible que tú, tu familia y amigos puedan reunirse en el patio o en el barrio para organizar una comida o barbacoa y celebrar el Día de la Independencia”, auspició.
“Después de un largo y difícil año, sería un Día de la Independencia realmente especial, en el que no solo celebraríamos nuestra independencia como nación sino que empezaríamos a marcar nuestra independencia de este virus”, recalcó.