"Por favor, no se olviden de mí", dice la última línea que describe lo que vivía Vanessa Guillén antes de desaparecer, según su familia.
La soldado estadounidense de 20 años y origen mexicano no ha sido vista desde el pasado 22 de abril, cuando estaba en la base militar de Fort Hood, Texas, a la que estaba adscrita.
Más de dos meses después, las autoridades informaron el miércoles del hallazgo de restos humanos que podrían corresponder con la soldado, a falta de un examen forense que lo confirme.
Sin embargo, detrás de su desaparición han surgido señalamientos de acoso sexual por parte de un sargento en la base militar donde servía en el Escuadrón de Ingenieros Regionales.
“Le dije a mi madre que uno de mis sargentos me estaba acosando sexualmente en Fort Hood. Mi madre intentó convencerme de que le diera el nombre de la persona que me estaba acosando, pero no quería meterme en problemas”, dice la página que creó la familia para buscarla (Find Vanessa Guillén) con base en la información que tenían.
“Mi madre me dijo que lo denunciaría por mi seguridad, pero le dije que conocía a otras mujeres soldados que habían denunciado acoso sexual y que el ejército de los Estados Unidos no les creía”, añade.
Un sospechoso, también miembro de las fuerzas armadas, se suicidó justo antes de que autoridades lo detuvieran el miércoles, pero los investigadores dicen que “no está involucrado con las acusaciones de acoso sexual”.
Otra persona fue arrestada en relación con este caso. Sin embargo, las autoridades dicen que están reservándose la información que tienen porque la investigación está en curso.
“Seguimos tomando muy en serio las acusaciones de que Vanessa Guillén fue agredida sexualmente. Cuando escuchamos esto fue por parte de la familia”, dijo este jueves el agente Damon Phelps, del equipo de investigación.
Su desaparición y la infructuosa búsqueda durante 70 días ha llevado a muchos en la comunidad latina de Texas a exigir su localización y atención a las denuncias de la soldado.
También otras mujeres han dado testimonios de acoso en las fuerzas armadas a través de la etiqueta en redes sociales #IAMVanessaGuillen (Yo Soy Vanessa Guillen).
Guillen pertenecía a una unidad militar que reparaba armas en el Tercer Regimiento de Caballería en Fort Hood, en el centro del estado de Texas (suroeste de EE.UU.).
Desapareció al mediodía del 22 de abril pasado. Había visto por última vez en el estacionamiento de esa base militar, según la investigación de las autoridades.
Su auto y sus llaves, su tarjeta de identificación y su cartera fueron encontrados en la sala de armas donde había estado ese día.
La madre y las hermanas de la soldado señalan negligencias de las autoridades militares, pues aseguran que no les reportaron la desaparición de Guillén de inmediato y solo ofrecieron información hasta que se conoció el caso en los medios.
“En dos meses no nos dieron respuestas. Tomaron a mi hermana como si fuera un chiste. Mi hermana era un ser humano. Puso su vida por el país, por nosotros, y miren cómo la trataron”, dijo Guadalupe Guillén, una hermana, este miércoles.
Sin embargo, el agente Damon aseguró este jueves que su búsqueda se inició al día siguiente de la desaparición.
El Comando de Investigación Criminal del Ejército inició la búsqueda en mayo, a la que luego se sumaron los Rangers de Texas (policía estatal), el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) y la policía local.
Ofrecían una recompensa de US$25.000 por información de su paradero desde principios de junio.
Luego de semanas sin indicios de su paradero, un portavoz militar, Chris Grey, informó el miércoles que recibieron un aviso de la posible ubicación, cerca del río León, a unos 48 km de Fort Hood.
“Después de recibir información adicional, los agentes descubrieron lo que se ha descrito como restos humanos parciales después del análisis de un antropólogo forense”, explicó.
Los restos fueron encontrados en una fosa poco profunda. Un análisis forense determinará si se trata de la soldado.
Por su parte, el Departamento de Policía de Killeen informó que un sospechoso se suicidó cuando las autoridades se le acercaban.
Fue identificado por el agente Damon como Aaron David Robinson, pero indicó que no hay información que lo relacione con las acusaciones de acoso.
Al ser cuestionado insistentemente por reporteros sobre las líneas de investigación o los sospechosos, Damon dijo insistentemente que no podía compartir más detalles por estar en marcha la pesquisa.
Una mujer detenida es “la esposa separada de un exsoldado de Fort Hood y actualmente está bajo custodia en la cárcel del condado de Bell a la espera de cargos por parte de las autoridades civiles”, dijo Grey el miércoles sin detallar cuál es su vínculo con el caso.
La abogada Khawam dijo que Guillén le había dicho a su familia y a otros compañeros en la base que estaba siendo acosada, pero no llegó a presentar una denuncia formal.
“Ella temía hacerlo, porque el acoso sexual venía de sus superiores”, dijo Khawam.
“Le dije a mi madre que el mismo sargento que me acosaba sexualmente me seguía cada vez que corría y hacía ejercicio, y lo incómodo que me hacía sentir. Mi mamá me dijo que lo detendría, pero yo le dije que yo me ocuparía de eso, sentí que podía detenerlo yo misma”, relató la familia a nombre de la soldado.
Nunca llegó a darle el nombre del presunto responsable, solo que era un “sargento”.
El agente Damon dijo que no tenían información sobre el acoso que denuncia la familia y la abogada: “Queremos información acerca de eso, queremos investigarlo”.
El portavoz Grey dijo el día previo que recibieron las denuncias de parte de la familia sobre “agresión sexual”, pero dijo que la investigación habrá de emitir sus conclusiones a su debido tiempo.
“Una vez que se complete la investigación, el IO (autoridad investigadora) presentará los hallazgos y las recomendaciones al comando de la unidad para su revisión”, señaló.
La desaparición ha llevado a la familia Guillén a exigir justicia y una investigación independiente del Congreso de EE.UU.
“Mi hermana fue víctima de acoso sexual, pero no se hizo nada al respecto. Fort Hood no ofreció seguridad ni respeto. No garantizaron la seguridad de mi hermana”, dijo el miércoles entre lágrimas Guadalupe Guillen.
“No entiendo cómo fueron capaces de mentir desde el primer día. Por qué, no lo sé. No sé quién está encubriendo a quién. Por eso necesitamos una investigación del Congreso”, expresó Mayra Guillen, otra de las hermanas.
La familia y activistas han encabezado vigilias y manifestaciones que han congregado a decenas de personas en Houston, la ciudad natal de la soldado.
También han denunciado casos de otras presuntas víctimas de agresiones o desaparecieron en Fort Hood.
La abogada Natalie Khawam, acompañada por la congresista Tulsi Gabbard, dijo que están promoviendo que haya una ley que se llame “Vanessa Guillén” para investigar el acoso sexual en las fuerzas armadas de manera independiente.
“Las mujeres no deben tener miedo de denunciar el acoso sexual. Estamos en 2020. Esto es inaceptable”, añadió.
Y a través de la etiqueta #IAMVanessaGuillen, mujeres han compartido testimonios en redes sociales sobre lo frustrante que es exigir justicia en casos de agresión sexual en el ejército.
https://twitter.com/mf_p0tat0/status/1278414848850829313
“Acabo de cumplir 20 años. Ni siquiera había terminado el entrenamiento cuando fui agredida sexualmente. Lo reporté. Él confesó y otras cuatro mujeres se presentaron. Fue absuelto. Dos miembros del jurado del E8 se rieron en mi cara después de dar el veredicto de ‘no culpable’. Él obtuvo un ascenso. Tengo trastorno por estrés postraumático”, decía un testimonio en Twitter.