Cómo dos primos pasaron de ser aliados de Bukele a languidecer en una prisión
Otrora aliados y hombres de confianza del presidente de El Salvador, unos primos se encuentran al borde de la muerte por haber desafiado al oficialismo.
La historia de los primos salvadoreños Ernesto Muyshondt y Alejandro Muyshondt, otrora aliados del presidente de ese país, Nayib Bukele, muestran hasta dónde pueden llegar las intrigas al hacerse del poder político.
El primero es un exalcalde y el otro un exasesor de seguridad y ahora dicen ser víctimas políticas de la persecución y el ansia de poder desmedido del mandatario.
De acuerdo con una investigación del diario argentino Infobae, uno de los primos languidece ahora en un hospital psiquiátrico y el otro está postrado en un centro asistencial después de un derrame cerebral.
Según consigna la publicación, Ernesto Muyshondt fue un estrecho colaborador y amigo del presidente Nayib Bukele antes de que este buscara la presidencia del país.
Ernesto llegó a la alcaldía capitalina en 2018 tras arrasar en las votaciones y después de que Bukele, que fungía como alcalde capitalino, fue expulsado de partido FMLN y desistió de lanzarse de nuevo a jefe edil.
“Cuando asumió, Muyshondt dejó en sus puestos a dos personas del círculo íntimo de Bukele que, luego, se convertirían en funcionarios clave en la presidencia”, dice Infobae, destacando que la relación entre el nuevo alcalde y el ahora mandatario fue muy fructífera, incluso para “tapar” gastos de la casa edil de propaganda.
Sin embargo, todo cambió en julio del 2021, cuando ya Bukele había ocupado por completo la presidencia y acaparado los poderes en El Salvador, Ernesto Muyshondt fue arrestado acusado por el oficialismo de haberse asociado con las pandillas para hacer un supuesto pacto.
Pero la cuestión había estallado un mes antes, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA), en voz de su jefe, Luis Almagro, hizo el anuncio de que nombraría a Ernesto como asesor de lo que sería la Comisión Internacional contra la Impunidad y la Impunidad de El Salvador (Cicies), que investigaría supuestos actos ilícitos de la actual administración, lo cual enfureció a Bukele y rompió con la OEA.
De hecho, el organismo llegó a señalar a Bukele de los mismos supuestos delitos que acusaba a Ernesto: haber orquestado un pacto con altos líderes de pandillas salvadoreñas.
Ernesto Muyshondt cumplió dos años en la cárcel y ha denunciado torturas y persecución en su contra. Y aunque un fallo lo envió a prisión domiciliar, el oficialismo intervino de inmediato para que fuera enviado a un hospital psiquiátrico.
De acuerdo con la publicación, la última vez que el exalcalde apareció ante las cámaras, “se veía demacrado, con el pelo pajizo en desorden y barba de varios días, delgado en extremo”.
Al haber estado aislado por completo, ese día intento escribir unas palabras en una cartulina para su esposa y mostrarlo ante las cámaras, pero los policías se lo arrebataron y lo rompieron.
“Gracias por tanto princesa. Con fe de que se hará justicia. Dios está en nuestros corazones. Te amo”, decía el escrito.
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El primo de Ernesto, Alejandro Muyshondt, corrió casi la misma suerte, de acuerdo con la nota de Infobae. Después de ser aliado y colaborador de Bukele pasó a ser “un preso más” y ahora yace al borde de la muerte.
Alejandro fue asesor de seguridad de Casa Presidencial y recibió el encargo del oficialismo de investigar a los detractores y enemigos de Bukele.
El 9 de agosto último fue arrestado por la policía. En mayo había criticado los gastos injustificados de el secretario de Prensa y amigo íntimo de Bukele, Ernesto Sanabria. Para ello, había publicado en redes sociales una trama de supuesta corrupción.
Sanabria ha sido señalado de orquestar un ejército de “troles para atacar a oponentes políticos” en redes sociales, y en julio de 2020 fue incluido en la llamada Lista Engel de Estados Unidos.
De acuerdo con la publicación, poco se sabía de Alejandro desde su arresto, hasta que en octubre se conoció, por información de el Diario de Hoy, que está postrado en cama de un centro asistencial público después de haber sufrido un derrame cerebral.
Su madre denunciaba que no había podido verlo ni brindarle los medicamentos que necesita.
“Una vez fueron cercanos al presidente Bukele. Ambos, Ernesto y Alejandro Muyshondt, conocieron de cerca información íntima de Nayib Bukele y de sus asesores más importantes. Hoy uno está recluido en un hospital psiquiátrico y el otro está postrado”, puntualiza la publicación de Infobae.