En las entrañas del narco: así son los campos de entrenamiento de sicarios en México
Las personas eran reclutadas a través de falsos anuncios en los que se ofrecía trabajo como encuestadores o escoltas.
Entre ellos, hay jóvenes de 15 años. Ganan al mes cuatro veces más que el salario mínimo en México.
Proceden de regiones marginales del referido país y son entrenados, en muchas ocasiones, por ex militares a sueldo de los narcotraficantes. Así lo revelan videos y testimonios de los sicarios en México.
Para que los pistoleros —algunos procedentes de las sierras— puedan formarse mejor, los reclutas les pagan un sueldo semanal para que entrenen en varias ramas del Ejército, luego ellos mismos se convierten en instructores de los más jóvenes.
Las autoridades en México han descubierto campos de entrenamiento en zonas de difícil acceso, cita Infobae.
A los jóvenes se les enseña todas las prácticas militares para enfrentarse a las fuerzas del orden y grupos criminales rivales. Para ellos no existen códigos de guerra: es violencia pura y dura.
Usan a civiles como escudos y lanzan balas sin ninguna discriminación. La Policía ha encontrado armas de uso exclusivo del Ejército y técnicas bien estudiadas para invadir territorios ajenos.
Los entrenamientos incluyen tácticas de tortura y el uso eficaz de armas para descuartizar a los enemigos.
En la zona cero, en la frontera entre Jalisco y Michoacán, donde sicarios de Cárteles Unidos y Jalisco Nueva Generación mantienen una disputa, los narcos son entrenados con nuevos métodos de combate.
Según un video que circula en redes sociales, los pistoleros están familiarizados con las últimas armas y con equipos sofisticados, muy provechoso, todo esto, para sus enfrentamientos en esta región.
Las imágenes delatoras, en las que se observa a un grupo de presuntos criminales, muestran a un hombre dar instrucciones a varios empistolados para practicar tácticas de emboscadas. Como ésta, diversas grabaciones han aparecido en internet.
La intervención de la Fiscalía General de la República en distintos campamentos ha permitido descubrir cómo son los lugares en los que entrenan a sus sicarios los cárteles del narcotráfico.
En 2018 sucedió uno de los desmantelamientos más importantes. Se realizó en las afueras del municipio de Tala, un centro turístico del estado de Jalisco al que fue posible llegar gracias a que una persona llevada contra su voluntad logró escapar, narrar a las autoridades lo que ahí ocurría y revelar su ubicación.
La publicación de Infobae añade que el sobreviviente explicó que las personas que se encontraban ahí eran reclutadas a través de falsos anuncios en Facebook en los que se ofrecía trabajo como encuestadores, escoltas, policías municipales y elementos de seguridad privada.
Eran citados en un domicilio en el municipio donde les quitaban cualquier artefacto que les permitiera tener contacto con el exterior, después eran amenazados y llevados al campamento.
Generalmente eran jóvenes entre 20 y 25 años a quienes les ofrecían sueldos de entre 3 mil y 4 mil pesos.
El campamento estaba ubicado en una población conocida como Navajas, en una zona a la que se accede después de tres horas de camino desde la carretera más cercana.
Una vez en el campamento, lo primero que se le advertía a los recién llegados era que si no se unían a la organización habría represalias en contra de sus familias. Quienes no aceptaban, eran asesinados inmediatamente, mientras los demás eran torturados con quemaduras de cigarros y obligados a presenciar cómo mataban a los otros.