Es falso que la vacunación de menores de edad sea peligrosa e innecesaria
Autoridades sanitarias y expertos coinciden en que la vacunación de menores de edad es segura y necesaria para la lucha global contra la pandemia.
Las actuales vacunaciones anticovid de adolescentes y niños a partir de doce años no son peligrosas para ellos ni son ineficaces para combatir la enfermedad, como aseguran mensajes y vídeos difundidos en internet que recogen afirmaciones de un polémico médico y un exempleado de Pfizer.
En un reciente vídeo difundido en redes, canales de Telegram y otras plataformas, sostiene esta afirmación Vladimir Zelenko, médico estadounidense de origen ucraniano que trabaja en Nueva York y que durante la pandemia ha sido popular por sus controvertidos tratamientos contra la covid con hidroxicloroquina, que fueron apoyados por conocidas figuras próximas al presidente Donald Trump.
En la grabación, que recoge una comparecencia telemática ante un tribunal rabínico en Jerusalén, Zelenko señala que el 99,998 % de los menores de 18 años sin patologías previas sobreviven al coronavirus sin tratamiento alguno y cita a un polémico exempleado de Pfizer, Michael Yeadon, para sostener que 100 de cada millón de niños morirán a causa de las vacunas anticovid.
Las vacunas no son seguras, eficientes ni necesarias para los niños, según Zelenko, quien sentencia, tajante: “La única razón para querer aplicar estas terapias a niños es si uno cree en el sacrificio de niños”.
En otro vídeo compartido en webs y redes sociales, es Yeadon, que fue responsable del área de investigación sobre alergias y respiración en la farmacéutica Pfizer hasta 2011, quien asegura que los niños tienen 50 veces más probabilidades de morir por la vacuna anticovid que por el virus.
Autoridades sanitarias y expertos coinciden en que la vacunación de menores de edad contra la covid-19 es segura y necesaria tanto para la protección de niños y adolescentes como para la lucha global contra la pandemia.
Además, las afirmaciones de Yeadon carecen de pruebas o datos que las respalde. La ausencia real de muertes asociadas a las vacunas entre niños y adolescentes desmiente los cálculos que divulgó sin mencionar fuentes en aquel vídeo, resultado de una entrevista concedida a Steve Bannon, polémico exasesor de Trump investigado por un supuesto fraude a donantes para el muro fronterizo con México.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó el 28 de mayo el uso de la vacuna anticovid de Pfizer a partir de los 12 años de edad y el 23 de julio autorizó el empleo del fármaco de Moderna para el grupo de 12 a 17 años. En ambos casos, el comité de medicamentos humanos de la agencia concluyó que los beneficios de la vacunación superaban los riesgos.
Ni en los ensayos clínicos ni en el tiempo que se llevan administrando a menores de edad se ha producido ninguna muerte que pudiera asociarse a la vacunación con estos fármacos. La EMA subraya que los efectos secundarios más comunes incluyen dolores de cabeza o en el lugar de la inyección, cansancio, dolor muscular y articular, escalofríos y fiebre, que mejoran a los pocos días.
“En los niños, las vacunas, además de eficaces, son muy seguras”, recalca asimismo el especialista en Medicina Preventiva y Salud Púbica Juan Martínez Hernández, experto de la comisión asesora del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (Cgcom) para la covid-19.
Consultado por EFE, este especialista, que fue director general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, precisa que, como efecto adverso “observado mayoritariamente en varones adolescentes”, se han identificado casos de miocarditis (inflamaciones en el corazón) en uno de cada 20.000 vacunados tras la segunda dosis con los fármacos de Pfizer y Moderna, pero son reacciones leves o moderadas.
En EEUU, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) confirmó en junio que el beneficio de esas vacunas superaba ampliamente esos riesgos, pues podían encontrarse entre 39 y 47 casos de miocarditis por cada millón de vacunados, mientras que esa vacunación evitaba 560 hospitalizaciones, 138 ingresos en cuidados intensivos y seis muertes por covid.
Para evitar un descontrol masivo es importante la vacunación
En la necesidad de las vacunaciones incide también el doctor Martínez Hernández: “Dado que niños y adolescentes pueden transmitir eficazmente la infección a sus familiares adultos y contribuir a la expansión de la epidemia, este grupo es uno de los más importantes a la hora de vacunar en términos de salud pública, pues es clave para prevenir la expansión descontrolada de la epidemia”.
Y, pese a que la covid-19 presenta menor letalidad entre niños y adolescentes, también ha habido ingresos hospitalarios en este grupo de edad, aunque en menor proporción.
Así, un metaanálisis con datos de 48 estudios médicos publicado en septiembre de 2020 en el Journal of Medical Virology evidenciaba que, entre los niños contagiados de covid-19, un 33% tuvo síntomas leves y un 51 % moderados. Entre los menores de un año, el 14 % precisó cuidados intensivos.
“Además, existe un síndrome inflamatorio multisistémico específico de los niños asociado a la infección por el covid-19” que es “infrecuente en comparación con el total de infecciones” pero “ha causado muchas consultas pediátricas”, recuerda el asesor del Consejo General de Colegio de Médicos (CGCOM), quien considera “fundamental” incorporar a los niños a partir de 12 años a “una estrategia vacunal global orientada a la eliminación de la covid-19”.
Del mismo modo, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) autorizaba en mayo ampliar al grupo de edad de 12 a 15 años el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer en EEUU por su “alta eficacia contra la covid sintomática” y ponía de relieve su importancia para “proteger a los adolescentes” y “reducir la transmisión comunitaria del SARS-CoV-2”.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios del Reino Unido (MHRA) concluyó asimismo en agosto que la vacuna era segura para niños de 12 y 15 años, mientras las autoridades sanitarias británicas ponían en marcha una campaña de vacunación entre adolescentes mayores de 16 años para fortalecer su inmunidad antes del inicio del curso académico.