Esto incluye la propuesta del presidente Biden de invertir casi US$987 millones en Centroamérica y Haití
Propuesta de inversión millonaria en Centroamérica del presidente de EE. UU., Joe Biden, tiene como base la seguridad en las fronteras.
El presidente estadounidense, Joe Biden, pide al Congreso que invierta casi US$987 millones en Centroamérica y Haití en 2023 para mantener el “liderazgo” en la zona, según el proyecto presupuestario publicado este lunes.
Este plan presupuestario que cubre el periodo entre el 1 de octubre y el 30 de septiembre se envía al Congreso, que es el que controla las arcas del gobierno. Está por lo tanto sujeto a enmiendas para la aprobación por las dos cámaras, en las que los demócratas cuentan con una estrecha mayoría.
En el apartado “continuar el Liderazgo” en Centroamérica y Haití, el presidente propone invertir concretamente US$986.8 millones en esos países “como parte de una estrategia integral para avanzar en la reforma sistémica mientras se abordan las causas profundas de la migración irregular”, informa la Casa Blanca.
Este monto forma parte de su plan de inversión de US$4 mil millones sobre cuatro años para Centroamérica, de donde proviene la mayoría de los inmigrantes indocumentados que entran en Estados Unidos o se agolpan en su frontera con México con la esperanza de poder hacerlo.
El presidente sugiere combinar las ayudas con la mejora de la seguridad fronteriza.
“El presupuesto incluye miles de millones de dólares para mantener seguras las fronteras de Estados Unidos y hacer cumplir nuestras leyes de inmigración”, afirma el Departamento de Seguridad Interior (DHS) en un comunicado en el que precisa que el monto designado por el presidente para el DHS asciende a US$97 mil 300 millones, de un total de US$5.8 billones.
Los fondos se utilizarán “para modernizar las instalaciones portuarias y fronterizas, invertir en tecnología, garantizar el tratamiento seguro y humano de los migrantes bajo la custodia del DHS y reducir la acumulación de casos de inmigración”, señala.
El presupuesto financia la contratación de 300 miembros de la patrulla fronteriza y otros tantos “coordinadores de procesamiento” adicionales que permitirán que los agentes se centren “en sus misiones principales de contraterrorismo, aplicación de la ley y seguridad”.
También se incluye la asignación de US$375 millones para aplicar una nueva normativa provisional destinada a acelerar el procesamiento de las solicitudes de asilo y la expulsión inmediata “de los no elegibles” para obtenerlo.
El proyecto presupuestario incluye US$20 millones para el Grupo de Trabajo de Reunificación Familiar para identificar y seguir reuniendo a las miles de familias de inmigrantes que fueron separadas bajo la política de tolerancia cero del gobierno de su predecesor republicano Donald Trump.
Violencia en Haití
En Haití, en respuesta a “la violencia generalizada”, el presidente asigna US$274.8 millones para “apoyar la recuperación”, mejorar los medios de la Policía Nacional, combatir la corrupción y fortalecer a la sociedad civil.
Con este plan de inversiones, el gobierno estadounidense se fija tres objetivos en la región: “revitalizar las asociaciones que generan resiliencia económica, estabilidad democrática y seguridad ciudadana”.
A nivel global, la lucha contra las autocracias, uno de los temas predilectos de Biden, se llevaría más de US$3 mil 200 millones.
De acuerdo con los compromisos asumidos durante la Cumbre de la Democracia, con estos fondos quiere “promover la democratización, proteger los derechos humanos universales, reforzar el trabajo anticorrupción y aumentar la programación que construye una gobernabilidad inclusiva, legítima y efectiva”.
Pero ocho países de las Américas quedaron excluidos de ese cónclave celebrado en diciembre: Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití.