Kobe Bryant: Qué decía la emotiva carta que escribió y con la que logró ganar un Óscar
Su carisma y su gigantesca y exitosa carrera profesional hizo trascender a Kobe Bryant, y es por eso que la tristeza y el estupor ante su trágica muerte es infinita y mundial.
Además de ganar cinco anillos de campeonato de la NBA e innumerables reconocimientos individuales, el astro de los Lakers también sumó a sus vitrinas un premio Oscar de la Academia.
Fue en 2018, en la categoría al mejor cortometraje de animación por Querido básquetbol, un cortometraje basado en la carta que escribió el fallecido jugador de los Lakers al retirarse de la actividad, en abril de 2016.
La Nación de Argentina publicó la carta completa en español con la que se hizo el cortometraje:
La carta completa, en español:
Querido básquetbol,
Desde el momento en el que empecé a ponerme las medias de jugar de mi padre, disparando mi imaginación con tiros ganadores en el Great Western Forum, supe que una cosa era verdad: quedé enamorado de vos. Un amor muy profundo al que le entregué todo, desde mi mente y mi cuerpo hasta el alma y el espíritu.
Siendo un niño de seis años, profundamente enamorado de vos, nunca vi el final del túnel, solo me veía a mí mismo corriendo para salir de uno. Y corrí, corrí hacia arriba y abajo de cada cancha, después de cada balón perdido, por vos. Exigiste mi empuje, te di mi corazón, porque eso vino con mucho más.
Atravesé el sudor y el dolor, no porque el desafío me llamase, sino porque VOS me llamaste. Hice todo por VOS, porque eso es lo que hacés cuando alguien te hace sentir tan vivo como vos me has hecho sentir.
Concediste a un pequeño niño de seis años su sueño Laker, y siempre te amaré por ello. Pero no puedo amarte de manera tan obsesiva por mucho más tiempo. Esta temporada es lo último que tengo que dar. Mi corazón puede atajar los golpes, mi mente puede lidiar con la dura rutina, pero mi cuerpo sabe que es tiempo de decir adiós.
Y eso está bien. Estoy listo para dejarte ir. Quiero que lo sepas para que ambos podamos saborear cada momento que dejamos juntos. Los buenos y los malos. Nos hemos dado todo lo que tenemos mutuamente.
Y los dos sabemos que no importa lo que haga después, siempre seré ese niño con las medias y los cubos de basura en la esquina: “05 segundos en el reloj, balón en mis manos 5. 4. 3. 2. 1”.