La Policía de El Salvador captura a 4 pandilleros sospechosos de ataque a MSF
Cuatro supuestos miembros de pandilla fueron arrestados por estar vinculados a un ataque que sufrieron el domingo dos miembros de Médicos Sin Fronteras (MSF) y que llevó a la organización humanitaria a suspender temporalmente sus actividades en El Salvador, informó este lunes la Policía Nacional Civil (PNC).
La Policía publicó en sus redes sociales que los sospechosos, entre estos un menor de edad, fueron detenidos en el Reparto Las Cañas, en el central municipio de Ilopango, “como parte de las acciones en respuesta al evento en donde el día de ayer tripulantes de una ambulancia de Médicos Sin Fronteras fueron agredidos”.
La fuente identificó a los detenidos como Josué Portillo, Rubén Alvarado y Josué Argueta, y señaló que serán acusados los delitos de agrupaciones ilícitas y resistencia.
“Nos encontramos en el desarrollo de la investigación para determinar responsabilidades y que los delincuentes respondan ante la justicia”, agregó.
La Fiscalía General de la República (FGR) investiga el hecho, según lo informó el domingo, e indicó que la ambulancia en la que se trasladaban los profesionales de la salud fue interceptada “por un grupo de pandilleros”, quienes los “comenzaron a vapulear”.
Luis Romero, coordinador de MSF en El Salvador, señaló a la prensa que “todas nuestras actividades médicas están suspendidas, pero no canceladas, hasta poder indagar al respecto y saber que nuestras intervenciones se puedan llevar a cabo en seguridad”.
Detalló que el equipo agredido estaba formado por un médico y un auxiliar de enfermería, quienes se “encuentran estables y se les está dando seguimiento médico”.
Estas personas se dirigían en una ambulancia de MSF a brindar asistencia en una zona populosa del centro de El Salvador, cuando fueron obligados a bajar del vehículo para ser “interrogados, amenazados y agredidos”.
Las víctimas, de acuerdo con Romero, sufrieron “heridas leves y contusiones”.
La misión de MSF brinda asistencia médica y humanitaria en medio de la pandemia de la covid-19 en comunidades populosas en las cercanías a la capital, donde difícilmente llegan los servicios públicos de sanidad por la presencia de pandillas.
Pese a una sensible baja en la violencia en los últimos años, El Salvador es asediado por la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, pandillas que poseen unos 60 mil miembros distribuidos en más de 600 células a nivel nacional.