Llantos y gritos: así se llevó a cabo el funeral privado del “Pelusa” Diego Maradona
Diversas celebridades de todos los ámbitos de la sociedad argentina acompañaron a la familia del Diez.
Con miles de flores y camisetas con el número “10” de la selección Albiceleste, la familia, fanáticos y celebridades despidieron a Diego Maradona.
La primera parte del funeral, privado y reservado para un puñado de celebridades, se llevó a cabo en la Casa Rosada, sede del del poder Ejecutivo del Gobierno argentino.
El espacio más cercano a féretro estaba apartado para Claudia Villafañe, exesposa del “10”, sus hijas concebidas con el astro del futbol argentino, Dalma y Gianinna, y el círculo más íntimo del jugador.
A partir de las 6.00 (hora local de Argentina) se abrieron las puertas de Balcarse 50 para que fanáticos y celebridades le dieras el último adiós al jugador de la Albiceleste. El velatorio terminó cuando hubo intentos por ingresar de forma de desordenada al recinto. Hubo lanzamiento de gas lacrimógeno, heridos y detenidos.
Familia
Claudia Villafañe fue la que tuvo el mayor acceso y cercanía al cuerpo de Maradona junto a sus hijas que, en su momento y hablando sobre otros posibles hijos, el astro del futbol argentino, dijera que “eran sus únicas hijas”. Ellas tres fueron las que recibieron a los medios y a los invitados. Sin embargo, también asistieron sus otros hijos, Diego Fernando y Janna Maradona acompañados de su madre, Verónica Ojeda.
A pesar de que en su momento la expareja del “10”, Rocío Oliva, hubiera difundido un video donde, Maradona, la agredía física y emocionalmente, visiblemente quebrada, decidió asistir al funeral del que fue su pareja. Sin éxito, se tuvo que marchar del lugar pesto que, no la dejaron ingresar para despedirse.
¡Desde Roma! el embajador argentino en Italia, Roberto Carlés, le dio en la mano a Villafañe un rosario del Papa Francisco. Este, sin duda, fue un momento importante de la ceremonia privada.
Políticos
A la despedida privada asistieron varios políticos a nivel nacional (Argentina). Entre ellos se destacó el presidente del país sudamericano, Alberto Fernández. Llegó acompañado de su pareja Fabiola Yáñez y un grupo de funcionarios, que fueron escoltados por un grupo de jugadores del equipo infantil de las “Cebollitas”.
Al lugar llegaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y los ministros Matías Lammens, de Turismo, Daniel Arroyo, de Desarrollo Social, Matías Kulfas, de Desarrollo Productivo, Felipe Solá, de Cancillería, también se acercaron a saludar a la familia. Por su parte el ministro de Salud, Ginés González García, informó que buscó que durante la ceremonia se siguieran los protocolos de seguridad contra el covid-19.
Jugadores, artistas y más
A la Casa Rosada llegaron Guillermo Cóppola, varios jugadores de la Selección del 86; el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia; el conductor y dirigente Marcelo Tinelli; los jugadores de Boca, Carlos Tevez, Wanchope Abila; y los exjugadores Oscar Ruggeri, Gabriel Heinze, Javier Mascherano, Martín Palermo, Carlos Pachamé, Cristian “Kily” González. También Miguel Di Lorenzo, “Galíndez”, el sonado masajista, y utilero amigo de Maradona.
En la ceremonia se hicieron presentes otras personalidades comoLuciano Pereyra, Nito Artaza, Cecilia Milone, Enzo Francescoli, Marcelo Benedetto, Titi Fernández, “Pato” Fillol, Diego Brancatelli y Víctor Stinfale. Acompañando a Villafañe, durante un largo tiempo, estuvieron el exjugador Claudio “Turco” García, “El Polaco” (sus compañeros de Master Chef) y el abogado y amigo Fernando Burlando.
Intransigentes con las medidas
La familia del “Pelusa” fue intransigente con respecto a las medidas y acuerdos que se habían planteado para el acontecimiento. Trabajadores del Gobierno que coordinaron esto, en conjunto con la familia, iniciaron la fase pública a las 6.00 de la mañana (hora local en Argentina) para que los fanáticos tuvieran, al menos, 10 horas para despedirse del ídolo.
La multitud creció y las filas se extendían. Intentaron que la ceremonia no acabara a las 16.00 horas, como habían acordado, y se extendiera. Sin embargo, no lo lograron.