La cifra total de víctimas de coronavirus en Estados Unidos está superando los 70.000 y hay miles de casos nuevos a diario, pero hay una parte del país que no tiene un solo caso confirmado, mucho menos un deceso: Samoa estadounidense, un archipiélago polinesio rodeado de palmeras que se ha aislado del mundo exterior durante casi dos meses.
Lo llamaron un "golpe privado": un plan para secuestrar a Nicolás Maduro y entregarlo a las autoridades de Estados Unidos, que ofrecen US$15 millones por el presidente de Venezuela.
Horas más tarde, los charcos de sangre todavía salpicaban los pasillos de la cárcel.
La Ciudad de México es el lugar en el que se registran más contagios y muertes por el covid-19, se reportan ocho mil 705 casos y 729 fallecimientos. Además de los hospitales, los servicios funerarios son los que más resienten el rápido aumento en esas cifras.
El coronavirus ha puesto al mundo de cabeza, y nadie lo sabe mejor que quienes están en la primera línea de la catástrofe: el personal médico que trabaja en las salas de cuidados intensivos de los hospitales.
China elevó este domingo 10 de mayo el nivel de riesgo epidemiológico en un barrio de Wuhan, después de descubrir un caso de covid-19, el primero en más de un mes en la cuna de la pandemia surgida a finales de 2019.