Ucrania lista para “grandes batallas” en el este y el papa pide una tregua de Pascua
Ucrania se prepara para librar "grandes batallas" contra las fuerzas de Moscú en el este del país, nuevo centro de atención de una guerra que lleva más de seis semanas y para la que el papa Francisco pidió este domingo una tregua de Pascua que permita "llegar a la paz".
En el este de Ucrania se reanudaron las evacuaciones desde Kramatorsk, donde un bombardeo el viernes contra una estación ferroviaria atestada de personas que intentaban huir por temor a una ofensiva inminente de los rusos dejó 52 muertos.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski habló el domingo con el canciller alemán Olaf Scholz, con quien dijo haber estado de acuerdo “en que todos los autores de crímenes de guerra deben ser identificados y castigados”, según un tuit.
Ucrania abrió 5.600 investigaciones por presuntos crímenes de guerra cometidos en su territorio desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero, e identificó a 500 criminales de guerra, informó el domingo la fiscal general ucraniana, Irina Venediktova, a la cadena británica Sky News.
La fiscal informó que hasta ahora han sido encontrados 1.222 cadáveres en la región en torno a la capital Kiev, que estuvo parcialmente ocupada por las fuerzas rusas durante varias semanas.
Ante este desolador panorama de muerte y destrucción, el papa Francisco pidió este domingo una tregua de Pascua para avanzar hacia la paz “a través de una verdadera negociación”.
“¡Se depongan las armas! Se inicie una tregua pascual, pero no para recargar las armas y volver a combatir, ¡no!, una tregua para llegar a la paz”, declaró el pontífice en su ángelus de Ramos en la plaza San Pedro del Vaticano.
El papa argentino denunció una guerra que “nos pone delante de los ojos masacres feroces y crueldades atroces cometidas contra civiles indefensos”. “¿Qué victoria será esa que plante una bandera sobre un cúmulo de escombros?”, preguntó.
Pero el patriarca ortodoxo Kirill, uno de los pilares del régimen de Vladimir Putin, llamó a la población a unirse para luchar contra los “enemigos externos e internos” de Rusia.
“En este período difícil para nuestra patria, que el Señor nos ayude a cada uno de nosotros a apoyarnos mutuamente, incluso en torno al gobierno”, dijo Kirill en una misa en Moscú.
– Combates y diplomacia –
Zelenski dijo el sábado que su país se prepara para “batallas importantes, algunos dicen que serán decisivas, en el este”, en declaraciones en Kiev junto con el canciller austriaco, Karl Nehammer.
“Estamos listos para combatir y paralelamente buscar terminar esta guerra mediante la diplomacia”, agregó, en referencia a las negociaciones de paz con Moscú.
“Ucrania está lista para grandes batallas, Ucrania debe ganarlas, incluido en el Donbás. Cuando eso ocurra, Ucrania tendrá una posición negociadora fuerte que le permitirá dictar ciertas condiciones”, declaró por su parte el negociador ucraniano, Mijailo Podoliak, citado por la agencia Interfax.
El sábado, el primer ministro británico Boris Johnson también visitó Kiev, donde exaltó la respuesta a la invasión rusa y ofreció enviar armas a Ucrania, incluyendo misiles Starstreak antiaéreos y 800 misiles antitanques.
Con miles muertos en combates y más de 11 millones que dejaron sus casas (7,1 millones de desplazados internos) o el país (4,4 millones, según la ONU), Zelenski pidió a Occidente seguir el ejemplo británico: “Necesitamos más sanciones contra Rusia. Necesitamos más armas”.
El líder británico aseguró que el hallazgo de numerosos cuerpos de civiles muertos en pueblos ucranianos que estuvieron ocupados por tropas rusas “manchó permanentemente” la reputación Putin.
Al menos dos cuerpos fueron descubiertos en la boca de una alcantarilla de una gasolinera a las afueras de Kiev el domingo, constató un periodista de la AFP. Los cadáveres estaban vestidos con una mezcla de indumentaria civil y militar.
Una mujer se acercó, miró hacia el interior antes de derrumbarse tras reconocer el cuerpo por sus zapatos. “¡Mi hijo, mi hijo!”, gritó.
– Aeropuerto destruido –
A seis semanas del inicio de la invasión, Rusia se centra ahora en el este y sureste de Ucrania, luego de que una dura resistencia frustró sus planes de tomar Kiev.
Las tropas rusas buscan crear un enlace terrestre entre la península de Crimea -anexada por Rusia en 2014- y los territorios separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk, en el Donbás.
Este domingo, el aeropuerto de Dnipró, una ciudad industrial de un millón de habitantes, que marca el límite de las regiones orientales del país, volvió a ser bombardeado.
“El propio aeropuerto y las infraestructuras cercanas fueron destruidas. Y los misiles siguen volando”, escribió en Telegram el gobernador regional, Valentin Reznichenko.
– “Guerra con los civiles” –
El alcalde de la ciudad oriental de Lysychansk, Oleksandr Zaika, urgió a los habitantes a evacuar la ciudad.
“Se ha vuelto muy difícil en la ciudad, los proyectiles enemigos ya están surcando el cielo”, declaró Zaika por video. Aunque la ciudad dispone de ayuda humanitaria, “eso no significa que podrá salvar su vida si llega un proyectil enemigo”, agregó.
Al menos dos personas murieron en un bombardeo en la ciudad de Járkov, informó el domingo el gobernador Oleg Sinegubov en Facebook, reportando que en 24 horas sufrieron 66 bombardeos.
“El ejército ruso sigue en una guerra contra los civiles a falta de victorias en el frente”, dijo.
Una campaña mundial de recolección de fondos para ayudar a ucranianos refugiados o desplazados por la invasión recaudó 10.100 millones de euros (11.000 millones de dólares), informó el sábado en Varsovia la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En otro signo de un espaldarazo de los occidentales a Ucrania, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg indicó que la alianza militar está alistando un plan para tener una fuerza permanente en sus fronteras para prevenir cualquier agresión de Rusia.
“Lo que estamos viendo ahora es una nueva realidad, hay una nueva normalidad para la seguridad europea”, afirmó en una entrevista al diario británica Daily Telegraph.