Caravana migrante: confirman que más de 6 mil hondureños ingresaron a Guatemala
Miles de migrantes que viajan a pie desde Honduras rumbo a Estados Unidos se desplazaban este sábado 16 de enero por Guatemala, preparándose para ir a México, el próximo obstáculo a sortear en busca de mejores condiciones de vida, que anhelan recibir del futuro gobierno de Joe Biden.
La noche del viernes 15 de enero, unos 6 mil migrantes consiguieron cruzar la línea de frontera en El Florido, 220 km al este de Ciudad de Guatemala, tras hacer ceder a los controles policiales. La cifra fue entregada por el Instituto Guatemalteco de Migración.
La mañana del sábado 16 de enero aún había más migrantes agrupándose en ese paso fronterizo, para poder ingresar, según reportes oficiales.
Pese a que un decreto facultaba a la policía utilizar la fuerza para contener el avance del viernes, la decisión de abrir el paso se tomó al constatar que en el grupo había muchas familias con niños, según comentó un jefe policial a la AFP. La caravana pasó por alto el requisito de presentar documentos y una prueba negativa de covid-19.
Cifra aumenta
En un informe presentado este sábado 16 de enero, a las 11.15 horas, personal del Instituto Guatemalteco de Migración indicó que esperan a más de 3 mil hondureños este día.
Eso elevaría la cifra y registraría 9 mil migrantes hondureños en territorio nacional en menos de 48 horas.
Camino a México
Tras descansar en los alrededores, varios grupos se adentraron en territorio guatemalteco, llegando hasta Jocotán, departamento de Chiquimula, fronterizo con Honduras. Algunos fueron en busca de instituciones de apoyo al migrante, y otros recibieron apoyo de la Cruz Roja y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“Decidí ir a Estados Unidos porque en mi país no hay trabajo, no hay nada, y obligatoriamente tengo que salir porque la pandemia y huracanes hicieron destrozos en el país”, explicó a la AFP el hondureño Carlos Flores, de 20 años.
Los migrantes dicen huir de una Honduras fuertemente golpeada por el paso de los huracanes Eta e Iota en noviembre y la falta de empleo causada por la pandemia, que se suman a los males endémicos de un país acribillado por la violencia asociada a las pandillas y el narcotráfico.
Casi todos llevan mochilas con sus pocas pertenencias y en su mayoría visten sandalias. En el trayecto es común escucharlos corear “fuera JOH”, iniciales del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, a quien responsabilizan de su situación.
“He venido a pie, sin dinero, sufriendo. Gracias a Dios ya vamos aquí en Guatemala, ya para salir (a Estados Unidos)” dijo a la prensa Agustina Rodríguez, de 40 años.
La mayoría partió la madrugada del viernes desde la estación de buses de San Pedro Sula, en el norte de Honduras, habitual génesis de las caravanas.
“Vinimos unos 400 (en su grupo), unos agarraron por otros lados, se desperdigaron todos. Me tocó pasar unos ríos (…) con la ropa mojada que allí la llevo. Cuando nos han regalado comida, hemos comido y, cuando no, pues hemos aguantado el hambre”, agregó Agustina.
La mayoría va a pie y algunos piden un “aventón” (autostop). En su trayecto aún se toparán con varios controles policiales dentro de Guatemala antes de llegar a la frontera con México, que ya adelantó que “no permitirá el ingreso irregular de caravanas de personas migrantes” y desplegó 500 agentes en Chiapas y Tabasco, estados fronterizos con Guatemala.
Tras recorrer 450 km dentro de Guatemala, el grueso de la caravana intentará entrar a México por el paso fronterizo de Tecún Umán (suroeste), según detalló la oficina de Migraciones.
Emergencia en frontera
Muchos participantes de esta caravana están convencidos de que Joe Biden, quien asume la presidencia de Estados Unidos el 20 de enero, será más flexible que su antecesor, Donald Trump, con las normas migratorias.
Pero Washington ya descartó la posibilidad de un trato especial. “No pierdan su tiempo y dinero y no arriesguen su seguridad y salud”. “Es un viaje mortal”, precisó el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP), Mark A. Morgan.
El propio Trump extendió el viernes la “emergencia nacional” en la frontera con México, impuesta por primera vez en febrero de 2019 para desbloquear fondos y construir su tan anunciado muro.
“Se necesitan más acciones para abordar la crisis humanitaria y controlar la migración ilegal y el flujo de narcóticos y delincuentes”, dijo un comunicado de la Casa Blanca.
Más de una docena de caravanas, algunas con miles de migrantes, han salido de Honduras desde octubre de 2018, pero se han topado con millares de guardias fronterizos y militares estadounidenses posicionados en la frontera sur con México por Trump.
Sin embargo, a través de convocatorias en redes sociales insisten en hacer esta larga travesía que, de culminar, los habrá hecho recorrer más de 5 mil km.