Con la ausencia de Giammattei y de los presidentes del Congreso y CSJ conmemoran el 25 aniversario de la firma de la paz
El Gobierno celebró el 25 aniversario de la firma de la paz en Guatemala, en un acto en el que no participaron los presidentes de los tres organismos del Estado.
Con la ausencia de los presidentes de los organismos Ejecutivo, Legislativo y Judicial el Gobierno de Guatemala conmemoró este miércoles 29 de diciembre el 25 aniversario de la firma de los acuerdos de Paz, un acto en el que se homenajeó al diputado Manuel Conde, negociador del proceso de paz.
Durante la ceremonia, celebrada en el Palacio Nacional de la Cultura, fue evidente la ucencia del presidente Alejandro Giammattei, el presidente del Congreso, Allan Rodríguez, y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Silvia Valdés.
Sin embargo, en la mesa principal se ubicaron el diputado Manuel Conde Orellana, el director de la Comisión Presidencial por la Paz y Derechos Humanos, Ramiro Alejandro Contreras, y el ministro de Cultura y Deportes, Felipe Aguilar.
En tanto, entre los asistentes había oficiales del Ejército, representantes de la sociedad civil, ministros y diputados del Ejército.
El diputado Manuel Conde fue designado para hacer el cambio de la rosa de la paz en el Palacio Nacional de la Cultura, firmar el Libro De Oro y fue nombrado embajador de la Paz. Conde fue negociador del proceso de paz durante el gobierno de Jorge Serrano Elías, en 1991, cuando se desempañaba como secretario general de la Presidencia.
“Ese conflicto nos había causado mucha muerte y dolor, daños en la infraestructura del Estado, pérdida de vidas valiosas y teníamos que buscar la manera de terminar ese flagelo ingrato del conflicto armado interno que nos venía golpeando de una manera severa”, señaló Conde, quien añadió que en 1991 cinco civiles y cinco oficiales del Ejército empezaron un proceso de diálogo con la URNG.
“Hoy en día hay otras modalidades de violencia. La de migración, la descalificación, el insulto, redes sociales cargadas de insultos. Ya no más, ya no podemos seguir pasando el morral de odio de un hombro a hombro”, comentó Conde.
“Hagamos de esa paz una realidad. Callar los fusiles no fue fácil y hoy tenemos que callar los estómagos hambrientos, tenemos que callar la angustia de la falta de salud, tenemos que callar la angustia de la falta de desarrollo y tenemos que ser capaces de construir una sociedad en la que quepamos todos y vivamos dignamente”, reiteró Conde.
Además, Conde señaló que en El Salvador hubo más de 400 muertes selectivas en la etapa del postconflicto, pero que en Guatemala no hubo un solo caso; sin embargo, menciono el asesinato contra Monseñor Juan José Gerardi.
“En el post enfrentamiento armado interno guatemalteco no hubo una -muerte-, la única muerte no esclarecida es la de monseñor Gerardi y esa muerte tienen cinco hipótesis y la última es que es un crimen político, pero nunca hubo una acción contra un soldado, contra un oficial retirado, contra un oficial en activo, contra un expatrullero, contra un exguerrillero, nunca”, refirió.
Agregó que “los señores de la URNG se incorporaron a la vida política -luego de la firma de la paz- y han hecho campaña donde han querido y valoramos eso como sociedad. Sabríamos eso, pues tenemos que saberlo para valorarlo, entender, afianzar, porque si fuimos capaces de eso, somos capaces de más. Seguimos como un hámster dando vueltas en una rueda agotándonos, desgastándonos y a dónde vamos”, refirió.
Se consultó a Presidencia del porque no Giammattei no participó en el acto de conmemoración de los 25 años de la firma de la paz y respondieron que “el presidente Alejandro Giammattei, por medio del acuerdo 100-2020, creó la Comisión Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos (COPADEH), que encabeza el director ejecutivo Ramiro Contreras”.
Agregaron que “la COPADEH fue creada con el fin de fortalecer los mecanismos y acciones para la protección de los derechos humanos; y propiciar el seguimiento y pleno cumplimiento de los compromisos derivados de los Acuerdos de Paz, suscritos el 29 de diciembre de 1996”.
Señalan retroceso
Jordán Rodas, procurador de los Derechos Humanos, se pronunció este 29 de diciembre respecto al 25 aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala.
“Los Acuerdos de Paz Firme y Duradera suscritos el 29 de diciembre de 1996 cerraron uno de los capítulos más trágicos de la historia de Guatemala”, señala el comunicado de la PDH en el marco del 25 aniversario de ese hecho histórico.
Sin embargo, en la publicación, el procurador indica que el país ha consumado un retroceso de 25 años durante el gobierno de Alejandro Giammattei, por el aumento de las transgresiones a la Constitución, anulación de los contrapesos de la República y violaciones a los Derechos Humanos.
“La Constitución ha sido transgredida reiteradamente, sin consecuencias para los responsables; la corrupción y la impunidad han vuelto por sus fueros; quedó desmantelada la institucionalidad de la paz y las violaciones de los derechos humanos en los últimos dos años no tienen precedentes desde la firma de los Acuerdos de Paz”, consigna el documento compartido por la PDH.
Además, la congresista estadounidense de origen guatemalteco, Norma Torres, se pronunció sobre la conmemoración del aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz y señaló que hay deterioro en el estado de derecho.
“Hoy se cumple el 25 aniversario de los acuerdos de paz de Guatemala. El deterioro del estado de derecho y los ataques contra quienes luchan por los derechos humanos, la reconciliación y la rendición de cuentas son un retroceso, pero sigo comprometida con la lucha por la justicia y un futuro mejor para el país”, escribió Torres en su cuenta de Twitter.
Los Acuerdos de Paz Firme y Duradera en Guatemala pusieron fin a 36 años de un conflicto armado que dejó más de 200 mil muertos y 45 mil desaparecidos.
Ese proceso tuvo su origen en la Declaración de Esquipulas, cuyo 35 aniversario se conmemora también este año, que marcó el camino para la concertación entre los países de la región centroamericana.
Algunos sectores señalan que problemas estructurales como el combate a la pobreza y a la desnutrición, la lucha contra la corrupción y el crimen organizado, el fortalecimiento de las instituciones y la defensa de los derechos humanos siguen requiriendo de atención en la actualidad.