Congreso imprueba estado de Calamidad entre señalamientos de compra de votos y críticas contra la alianza oficialista
Alianza oficialista pierde de nuevo el pulso contra la oposición.
Por segunda vez en menos de un mes, la alianza oficialista en el Congreso perdió el pulso contra la oposición que logró improbar este lunes 6 de septiembres el estado de Calamidad propuesto por el presidente Alejandro Giammattei el jueves recién pasado.
Con tres horas de retraso y en medio de señalamientos, el Congreso abrió sesión para conocer en tercer debate el estado de Calamidad propuesto por el Ejecutivo para aplanar la curva de contagios de covid-19, una discusión que se extendió a lo largo de la noche sin que la alianza oficialista lograra los apoyos necesarios para ratificar la medida presidencial.
A eso de las 20.40 horas, la Junta Directiva, encabezada por Allan Rodríguez, abrió votación para aprobar en su tercer debate el estado de Calamidad en busca de pasar a la aprobación por artículos; sin embargo, de 156 diputados presentes, 86 se abstuvieron de votar, con lo que se estancó el proceso.
Los diputados le gritaban a la Junta Directiva que cerrara la votación y le incriminaban que Rodríguez hiciera llamadas telefónicas, pues aseguraban que se hacían negociaciones para conseguir los votos necesarios. La transmisión de los medios sociales del Congreso fue interrumpida durante la votación y por varios minutos y fue el diputado Aldo Dávila quien informaba de lo que ocurría en el hemiciclo.
A eso de las 22.40 horas, con 81 votos a favor y 69 en contra, el Congreso improbó el estado de Calamidad propuesto por el presidente Alejandro Giammattei.
Diputados de varias bancadas se pronunciaron luego de la improbación de estado de Calamidad y señalaron a la alianza oficialista de alargar la sesión en busca de negociaciones y compra de votos.
Además, criticaron a la Junta Directiva del Congreso porque, según ellos, responden a los intereses del presidente Alejandro Giammattei, quien en menos de un mes ha propuesto dos estados de Calamidad en busca de contrarrestar los efectos de la pandemia.
De acuerdo con la oposición, el oficialismo pretendía acumular 81 votos, por lo que la votación se extendió por varios minutos, generando suspicacias en el hemiciclo, donde los parlamentarios exigían el cierre de esta para proceder a la improbación del estado de Calamidad, como lo establece la ley y para evitar que, como ocurrió con el anterior, la Corte de Constitucionalidad le corrigiera la plana al Legislativo ordenándole que aprobaran, modificaran o improbaran el estado de Calamidad.
El diputado Hugo Rodríguez, de Creo, señaló: “esto no es campaña, no es proselitismo. Está en juego la vida de muchos guatemaltecos. Lo que tenemos que hacer es dar soluciones. Veo muchos que critican al Gobierno, pero no dan soluciones. Si procede o no (el estado de Calamidad) va a ser decisión de nosotros”.
En tanto, Orlando Blanco, de la bancada UNE, dijo que el estado de Calamidad es una acción política del Ejecutivo “para lavar cara ante la población ante la ineptitud mostrada en el manejo de la pandemia y nos tiran la pelota a nosotros”.
Agregó que “son 8 millones de vacunas las que han ingresado al país, pero es una vergüenza que 5 millones sean por donaciones. ¿No aprobamos Q1 mil 500 millones?”
En tanto la parlamentaria Sonia Gutiérrez, de Winaq, comentó que so se equivocarán en la votación porque “quienes van a votar a favor no están pensando en la población, piensan en sus intereses. Ojalá no hayan corrido recursos para esos votos”.
“Puede ser que perdamos, pero no siempre la mayoría tiene la razón”, dijo, por su lado el diputado Reyes Lee.
“Lo que estamos haciendo al no aprobarlo es una injusticia en contra del pueblo de Guatemala”, dice Víctor Guerra de la UNE.
Además, Aníbal Rojas, de Viva, comentó que “si tuviéramos buena voluntad por qué no modificarlo, por qué no incluir todas esas preocupaciones que muchos de ustedes han manifestado. La simple oposición, esa no se vale, la realidad en el país es dura, es seria”.
“No voy a dejar que le digan a mi bancada que es condenada por votar por el estado de calamidad”, expuso Napoleón Rojas, de UCN.
“La situación de la pandemia en este momento es extremadamente grave (…) sí es necesario restringir la movilidad, estas medidas son necesarias para reducir los contagios, no es cierto que solo con vacunación vamos a aplanar la curva (…) es una necedad pensar que las compras por excepción van a abastecer los hospitales (…) este estado de Calamidad no va funcionar, porque la mayoría de enmiendas es para quitar las pocas medidas que podrían aplanar la curva, se convertiría en un cascarón, pero solo será para las compras por corrupción”, enfatizó Lucrecia Hernández Mack, de Semilla.
“El día de hoy es trascendental porque vamos a ser los responsables de los 13 mil muertos que habrá entre noviembre y diciembre, ya hice la cuenta de los 155 diputados, nos toca 85 a cada uno para que nos los echemos encima”, dice Herbert Figueroa, presidente de la Comisión de Salud del Congreso.