Cuándo surgió el Día de Todos los Santos
El Día de Todos los Santos es una de las principales festividades culturales y espirituales instaurada por la Iglesia Católica.
El Día de Todos los Santos es una de las celebraciones más conmemoradas por muchos fieles de la Iglesia católica que pone de manifiesto la honra a todos aquellos que han trascendido a la divinidad.
Según la Enciclopedia católica online el Día de Todos los Santos es la solemnidad que se celebra el 1 de noviembre. Fue instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos y para compensar cualquier deficiencia en la celebración de las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles.
Esta festividad celebra a los difuntos que han superado el purgatorio, se han santificado y gozan ya de la vida eterna junto a Dios, hayan sido o no declarados santos o beatos por la Iglesia. De ahí, su nombre: el Día de Todos los Santos. En ocasiones se confunde con la festividad del Día de los Fieles Difuntos, que se celebra el 2 de noviembre, cuyo fin es rezar por los difuntos, sobre todo los que aún están en el purgatorio.
Para comprender mejor el significado de esta fiesta litúrgica hay que saber que en la Iglesia existen tres estados:
- La Iglesia peregrina en la tierra: hace referencia a cada persona hasta el día de su muerte.
- La Iglesia purgante (en el purgatorio): son los difuntos que aún no han ido al cielo.
- La Iglesia triunfante: todos aquellos que ya se han glorificado en el cielo (son los santos que se celebran el 1 de noviembre).
El día de Todos los Santos es igualmente una oportunidad para recordar la llamada a la santidad presente en todos los cristianos desde el bautismo.
Quiénes son los santos
El papa Benedicto XVI afirmó que “El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que estas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo”.
Los santos no son personas diferentes de nadie. Ser santo es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. Ser santo es ser amigo de Jesús.
No se debe confundir que los santos son solo unos cuantos y es que la santidad no es patrimonio de algunos pocos privilegiados. Es el destino de todos, como lo ha sido para esa multitud de santos anónimos a quienes se celebran el 01 de noviembre
La celebración del el Día de Todos los Santos cuenta con una historia y tradición en la vida de la Iglesia católica y para eso es necesario saber cómo surgió esta festividad.
Cuándo surgió el Día de Todos los Santos
La misma historia de la Iglesia católica puede ser un poco compleja, pero hay que contextualizarla para comprender el surgimiento del Día de Todos los Santos.
Influencia de los mártires
Desde la Iglesia primitiva (siglo I-IV d.C.) los cristianos siempre han venerado a los mártires porque valoran y reconocen su virtud heroica. La mayoría de mártires sufrieron varias persecuciones en esa época.
De acuerdo con el sitio web Catholic.net hubo diez grandes persecuciones romanas contra el Cristianismo, denominadas generalmente con el nombre de los emperadores que las decretaron: las de Nerón, Domiciano, Trajano, Marco Aurelio, Septimio Severo, Maximiano, Decio, Valeriano, Aureliano y Diocleciano.
Puesto que el cristianismo era considerado ilegal en el imperio romano, los cristianos debían ocultarse. Durante la persecución de Diocleciano (284-305 d. C.) hubo tantos mártires que no se podían conmemorar todos. Así surgió la necesidad de una fiesta en común que se comenzó a celebrar, aunque en diferentes fechas, a partir del
siglo IV (301-400d.C.)
La influencia cristiana
La Roma pagana celebraba el fin del año el 21 de febrero con una fiesta llamada Feralia, para darles descanso y paz a los difuntos, al igual que la festividad de Samhain que fue adoptada por los romanos de los antiguos celtas. Con la cristianización del Imperio, los Papas pudieron reemplazar las prácticas paganas.
Ken Dowden, profesor emérito de la antigüedad clásica en la Universidad de Birmingham, escribió que “La historia del final del paganismo es la historia de la implantación del cristianismo”. Por ello, el final del período pagano es una época de soberanos cristianos y concilios de obispos exterminando los últimos vestigios de prácticas paganas.
Sin embargo, numerosas prácticas, creencias y costumbres paganas fuertemente arraigadas resultaron extremadamente difíciles de erradicar. Por ello, en lugar de tratar de extirpar tales creencias, las autoridades cristianas hicieron uso de la pauta establecida por el papa Gregorio I (590-604 d.C.) antes citada: adaptar esas prácticas al uso cristiano.
El 13 de mayo del 609 o 610 el papa Bonifacio IV (608-615 d.C.) consagró el Panteón Romano (donde antes se honraba a dioses paganos) para ser templo de la Santísima Virgen y de todos los Mártires; de este modo comenzó la fiesta de todos los santos.
El papa Gregorio III (731-741 d.C.) decidió unificar todas las muertes de los santos en un mismo día y honrarlos el 01 de noviembre, aunque previamente se había puesto la fecha del 13 de mayo. El papa llegó a consagrar en la Basílica de San Pedro, en Roma, un espacio para orarles. Esta decisión del traslado de fecha fue muy probablemente para contrarrestar la celebración pagana del “Samhain” o año nuevo celta (en la actualidad Halloween) que se celebra la noche del 31 de octubre.
El papa Gregorio IV (827-844 d.C.) extendió esta fiesta a toda la Iglesia católica. Desde entonces se recuerda y ora por cada alma, dando así lugar a una jornada y a esta tradición que cumplen los católicos cada año.
Después de la Reforma Protestante (1517-1648) muchas sectas protestantes conmemoran el Día de Todos los Santos. Los metodistas, por ejemplo, lo reconocen como un día de dar a Dios una sincera gratitud por la vida y la muerte de los santos, según el sitio web Christianity.com
La Iglesia Católica ha instituido la Fiesta de Todos los Santos por las siguientes razones:
1.- Para alabar y agradecer a Dios la merced que hizo a sus siervos, santificándolos en la tierra y coronándolos de gloria en el cielo.
2.- Para honrar en este día aún a los santos que no se les hace fiesta particular durante el año.
3.- Para procurar mayores bendiciones multiplicando a los intercesores.
4.- Para reparar en este día las faltas que en el transcurso del año se hayan cometido en las fiestas particulares de los santos.
5.- Para animarse más a la virtud con los ejemplos de tantos santos de toda edad, sexo y condición, y con la memoria de la recompensa que gozan en el cielo.