Ciudad Guatemala

“Cuando voy a reuniones los niños pierden sus clases”: el relato de Carlos López, el único maestro de la escuela El Zapote


En medio de carencias, el profesor Carlos López imparte clases, dirige y administra la escuela Rural Mixta de El Zapote, Palencia, pues es el único docente del plantel, inaugurado en 2007.

  19 febrero, 2022 - 18:18 PM

Carlos Daniel López tiene 44 años y recorre todos los días 15 km en moto desde Palencia hasta el caserío El Zapote, donde trabaja como director, maestro y administrador de la Escuela Oficial  Rural Mixta Aldea Sansur.

Esta fue la primera escuela a nivel nacional hecha de bambú. Tiene paredes de concreto, parte del techo es de lámina y cuenta con dos aulas para impartir clases.

Fue inaugurada en el 2007 con la colaboración de la Embajada de la República de China Taiwán y entregada al entonces alcalde de Palencia, Guadalupe Reyes, quien en este período repite como jefe edil.

Trayectoria

“Llegué en el 2008 por una convocatoria donde se buscaba un maestro de primaria y en ese tiempo la escuela estaba en buenas condiciones”, recuerda López, mientras espera indicaciones del Ministerio de Educación, entre paredes apolilladas y podridas por el paso del tiempo.

Cuando López inició en esta escuela había entre 18 y 20 alumnos, pero las inscripciones fueron en aumento.

Las comunidades cercanas carecían de centros educativos y la matrícula subió en 2014 a 40 alumnos. Ahora comienzan el ciclo lectivo con 21 alumnos, una cifra que pudo ser resultado del impacto de la pandemia, según el entrevistado.

Carlos López es multifacético durante su jornada de trabajo, pues debido a las carencias en la educción, se desempeña como maestro, director y administrador de la escuela de El Zapote, Palencia. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

Plazo

El Gobierno de China-Taiwán estableció un tiempo útil de 10 años para esta escuela, pero, según López, ese período se cumplió hace dos.

“Tengo 12 años de ser maestro unitario, y con la experiencia me acostumbré. Para mí sería importante tener a otro colaborador, pues cuando yo me voy a reuniones con la coordinación departamental la escuela se tiene que quedar cerrada y los niños pierden sus clases. Tengo que luchar por la educación que ellos deben recibir, pues acá soy director, maestro y administrador”, se lamenta el catedrático.

La mayor preocupación de López es que la escuela está asentada en la parte baja de una ciénaga y nacimientos de agua, la cual se filtra en la estructura.

“Tenemos sanitarios, pero no servicios básicos como agua potable y energía eléctrica. Los niños, desde sus casas, la trasladan en cubetas y tambos para poder lavarse las manos”, relató el docente.

“Tenemos una pila que nosotros llenamos. Estamos sin los servicios desde que iniciamos el año. A veces un señor nos regala un poco de agua, pero no siempre él está disponible”, asegura.

El profesor Carlos López asegura que cuando debe asistir a reuniones los estudiantes pierden las clases, porque es el único maestro de la escuela El Zapote, en Palencia. (Foto Prensa Libre: Esbin García)

En fecha reciente entraron ladrones, por lo que algunos muebles los dejan recomendados con vecinos.

Durante la pandemia, los niños estudiaron por medio de sus dispositivos y visitas domiciliares, pero solo el 10 por ciento cuenta con teléfono celular y acceso alguna red de internet.

 

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