¿Cuántos guatemaltecos son bisiestos? Estos son los mitos de nacer el 29 de febrero
Sabía que nuestro planeta tarda un poco más de 365 días en dar una vuelta al sol sobre su órbita, por eso cada cuatro años se adiciona un día más.
Por esta razón, mitos y leyendas rodean al 29 de febrero, hay quienes lo interpretan como una fuente de fortuna y otros afirman que esta fecha acarrea fatalidades.
También se cree que las personas nacidas en este fecha tienen una especial predisposición para alcanzar grandes objetivos en la vida.
Pero por qué se da el año bisiesto, el Registro Nacional de las Personas (Renap) explicó que el planeta no tarda 365 días en dar la vuelta al sol, sino cinco horas, 48 minutos y 56 segundos más, estas horas extras se suman y se adiciona un día más cada cuatro años.
Por lo que hablar de un año bisiesto es tener que remontarse a más de dos milenios atrás cuando se descubrió que e calendario no estaba del todo alineado con el año solar.
Cuántos están registrados en esta fecha
¿Conoce a alguien que haya nacido en año bisiesto? Si su respuesta es sí, entonces usted es de los afortunados en conocer a uno de los 10 mil 455 guatemaltecos inscritos ante el Renap como nacidos un 29 de febrero.
Según registros de la Dirección de Informática y Estadística del Renap, hay cinco mil 172 mujeres y cinco mil 283 hombres registrados con fecha de nacimiento en un año bisiesto.
La referida institución afirma que la fecha de nacimiento es importante para efectos legales, ya que se encuentra ligada a conceptos tales como la mayoría de edad.
La celebración de un nacimiento o cumpleaños en día y año bisiesto queda a disposición personal.
Razón por la cual, ante el Renap lo correcto es inscribir y darle nombre al niño según el día, hora y lugar de nacimiento y datos avalados por un médico o comadrona.
Inscrito en la fecha exacta
Y aunque los padres deseen para su hijo otra fecha de nacimiento, su petición no resulta válida en este caso, pues debe ser inscrito en la fecha exacta.
Además, el hecho de que ese día de más se añada en febrero se debe a que el cómputo que se realiza depende del solsticio de invierno y de la distancia de la luna respecto a la Tierra.
Científicos aseguran que el año bisiesto “arregló los desperfectos que había” y aún así quedan unas pequeñas diferencias que, en un año o lustro no se aprecian, pero que se notan a largo plazo.